Tras detectar la necesidad de las empresas de crear capacidades de innovación al interior de sus organizaciones, y las limitaciones que muchas tenían en el sentido de poder hacerse cargo de la búsqueda de financiamiento y el aprendizaje interno, la Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria (Camchal) decidió postular a un fondo de Corfo Innova, dando vida a su proyecto Innovation Manager, una suerte de consorcio formado por cuatro de sus compañías afiliadas, todas unidas por el interés de mejorar sus capacidades de innovación.
¿Cómo se observa la capacidad innovadora local?
En comparación con los países que lideran como innovadores, claramente le queda bastante camino a Chile. Y ello en los más diversos ámbitos: clima general, eficiencia de políticas públicas, y capacitación a las instituciones, empresas y a la misma gente.
Pero hoy al menos el tema está “en boca de todos”; no hay día en que no se realice alguna actividad con algo vinculado a la innovación y ello nos muestra que el tema está logrando un espacio relevante en el quehacer nacional. Hay cada vez más empresas que se empeñan en asegurar procesos sistemáticos de innovación al interior de sus organizaciones, y los mismos gobiernos han puesto la capacidad de innovar en el centro de su atención.
¿Qué aportes genera fomentar las prácticas innovadoras?
Se fortalece el potencial y la capacidad de crear valor y aumentar la competitividad de nuestra economía. Lograr crear al interior de las compañías, pero también de instituciones públicas y privadas, un ambiente propicio para la innovación implica un clima tremendamente pujante y flexible que permite pelear la delantera en procesos, productos o modelos de negocio frente a la competencia.
Chile, con su economía tan abierta al mundo, requiere con urgencia fortalecer su capacidad innovadora, pues será la base de su éxito económico a mediano y largo plazo. No podemos descansar sobre el buen precio de las materias primas o el nivel de sueldos aún relativamente bajo. Ambos elementos cambiarán y entonces será el valor inherente de nuestra oferta lo que decidirá si encuentra mercado y logra retornos que nos permitan avanzar.
Podemos usar a la industria alemana como referencia; capaz de reinventarse muchas veces en su historia. Allí son las grandes industrias, al igual que las medianas e inclusos las pequeñas empresas, las impulsoras del progreso basándose en un proceso de constante innovación, investigación y desarrollo. No es casual que 80 millones de alemanes logren exportar prácticamente el mismo volumen que 1.200 millones de chinos. Esto sólo es posible porque incorporan elementos de I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) que los diferencian de la competencia y los siguen haciendo competitivos cuando se trata de calidad y alta tecnología.
¿Cómo se impulsa la innovación en el mundo empresarial?
Es un proceso complejo con muchas aristas diferentes. Debe ser promovido de manera consecuente por los líderes de la empresa, pero requiere al mismo tiempo empoderar a los empleados en todos los niveles. Implica un proceso de democratización, de aplanamiento de jerarquías, y de establecer estructuras transversales y un clima que permita opiniones distintas, no castigue los errores que pueden implicar procesos nuevos y reconozca los aportes de cada uno.
Existen muchas investigaciones al respecto, diversos modelos y sistemas. Sin embargo, a fin de cuentas, requiere convicción, método, espacios de libertad y creación, disposición al riesgo, inversión en capacitación, control de los procesos y la formación de un equipo humano donde fluyan ideas diversas, pero exista claridad de objetivo y una filosofía común.
¿Cuál es la labor de la Camchal en esta materia?
Camchal incorporó el tema de la innovación en su agenda hace más de cinco años. En esto, por cierto, nos basamos en la experiencia alemana y visualizamos que al traerla podíamos aportar al desarrollo de Chile, de sus empresas y organizaciones. Desde entonces realizamos congresos, seminarios y cursos, cuyos objetivos son transferir las mejores prácticas al mercado nacional, establecer puentes de comunicación entre diversos actores de ambos países y fomentar iniciativas especialmente provechosas para este cometido. Así llegamos a concretar el proyecto de formación de Innovation Managers para empresas afiliadas a Camchal, en que no sólo administramos la iniciativa y los fondos que obtuvimos para ello de Corfo Innova, también participamos con nuestra propia gente en las actividades de capacitación y generación de nuevos proyectos.
Concretamente, ¿cómo se gestó Innovation Manager?
Empezamos hace dos o tres años a vigilar sistemáticamente los temas de mayor relevancia para las compañías y, al mismo tiempo, los diversos fondos e instrumentos de fomento tanto en Chile como en Alemania. Así detectamos por un lado la necesidad de las empresas de crear capacidades de innovación al interior de sus organizaciones y, por otro lado, la limitación de las mismas compañías de tamaño más bien mediano de hacerse cargo de la búsqueda de financiamiento y el proceso de aprendizaje interno. Como Camchal ya había creado su propia OTEC, y con ello había forjado cierta experiencia en capacitación, y como además teníamos experiencia en la postulación, administración y rendición de fondos públicos y disponíamos de una fuerte red de contactos en Alemania, decidimos postular a este nuevo instrumento de Corfo Innova. Estamos muy orgullosos de haber ganado el proyecto junto con otras cuatro empresas (Metalmecánica Rivet, Productos Torre, Ecopreneur y Agencia de Aduana Stein) tras competir con otros 50 postulantes.
¿En qué consiste?
Formamos una especie de consorcio con cuatro empresas afiliadas de Camchal interesadas en mejorar sus capacidades de innovación. Somos así cinco compañías de los ámbitos más diversos como son minería, retail, medioambiente, logística, y nosotros, como asociación gremial y entidad consultora. Esta diversidad implica un desafío aun mayor para consensuar el trabajo al interior del consorcio, pero al mismo tiempo aporta transversalidad y una especial amplitud en las visiones y la complementación de las diversas competencias. Nos aliamos además con una de las organizaciones público-privadas alemanas más experimentadas en procesos de innovación y transferencia tecnológica como lo es el VDI/VDE. Ellos son un equipo totalmente multidisciplinario con una amplia experiencia en Europa.
Todo el proyecto se basa en un trabajo intensivo que tiene como hitos intermedios cuatro cursos o dinámicas grupales de una semana cada uno, así como dos misiones a Alemania. Durante todo el proceso, de un año y medio, cada grupo de las empresas participantes debe desarrollar al menos un proyecto de innovación, diseñarlo, estructurarlo y llevarlo a la práctica. Los resultados serán informados en actividades de difusión abiertas a otros interesados. El primer Seminario de Innovación para la difusión de mejores prácticas en innovación se realizó el 24 de agosto en CasaPiedra, Santiago, y el 26 de agosto en Concepción (www.innovacionsustentable.cl).
¿En qué etapa se encuentran?
En la mitad del camino, con dos cursos y la primera gira realizados. Durante octubre, y en el marco de las jornadas empresariales Chile-Alemania, se presentarán los avances de los cinco grupos en nuestro Foro de Innovación el 6 de octubre en el Hotel Crown Plaza. Cada empresa ya definió los proyectos de innovación que va a desarrollar y está trabajando en su concreción. Todo esto de la mano de un proceso sistematizado para instalar una cultura pro innovación al interior de cada una de estas empresas.
¿Qué desafíos se plantean?
Queremos lograr resultados concretos que sirvan de motivación para otros. Queremos, además, continuar en la misma senda, ojalá formar otro consorcio con empresas afiliadas a Camchal, ofrecer lo aprendido a otros interesados, y transformarnos en un catalizador de procesos de innovación en Chile.
Para nuestra propia organización nos hemos puesto objetivos muy ambiciosos para los próximos cinco años. Pretendemos transformarnos en un agente integrador de negocios, una plataforma amplia de transferencia tecnológica e innovación, que nos permita ser una “Cámara 2.0” que mantiene su lugar de avanzada no solamente en Chile, sino también dentro de la red de cámaras alemanas en todo el mundo.