Hoy en día, los usuarios de telecomunicaciones están siendo bombardeados continuamente con información de nuevas tecnologías. Si bien es cierto, éstas pueden implicar avances importantes en la infraestructura de una red, no debemos olvidar que las soluciones deben ser aterrizadas a la realidad y requerimientos de cada cliente.
Hoy escuchamos hablar cada vez más de las tecnologías inalámbricas, de transmisión de 10G sobre cobre, de voz sobre IP o vigilancia IP, entre otras. Y en efecto, es un hecho que a través de un cable UTP podemos comunicar todas las aplicaciones vigentes. Sin embargo, lo importante es tener claro si la instalación la queremos realizar con una proyección futura o sólo para los requerimientos de hoy.
En esto ultimo está la clave de una buena inversión. Debemos destacar que dado el avance vertiginoso de las tecnologías, los cambios en el ámbito de los equipos ya no son cada cinco o 10 años, sino que se están produciendo cada dos ó tres, por lo que el tema del cableado de la red pasa a ser más determinante, ya que debe estar considerado para soportar al menos dos evoluciones, pues si la empresa al cabo de tres años decide invertir en nuevos equipos, es muy difícil pensar que estará dispuesta a invertir nuevamente en este ítem. En este marco, la garantía de aplicaciones de las instalaciones ya no es sólo un papel, sino que pasa a ser un aspecto relevante que deben conocer y exigir los usuarios.
Invertir en una buena carretera
Dado que el objetivo primordial de la industria de las telecomunicaciones y de los usuarios es obtener las mayores velocidades con el menor ancho de banda posible, para lograrlo no bastan sólo buenos equipos con las últimas tecnologías, es necesario además, invertir en un buen ca-bleado. De esta forma, todos los equipos se podrán comunicar a través de una buena carretera, lo que permitirá obtener la optimización de los sistemas. Pues, si pensamos en una analogía, podemos decir que el cableado es una carretera y los equipos son los vehículos que transitan por ella para llegar a un lugar determinado. Si queremos comprar un auto con las últimas tecnologías y que corre a gran velocidad no podemos pensar en hacerlo correr en una carretera llena de hoyos o que nos permita circular sólo a una velocidad de 50 km/hr, ya que solamente se transformará en un auto de exhibición del cual no podremos sacar su potencial.
Así como las compañías definen sus requerimientos técnicos de equipos y están dispuestas a pagar por e-quipamiento activos de última generación, también deberían preocuparse de la misma forma por sus elementos pasivos, es decir, los componentes y el cableado de la red que soportará estos equipos.
Tres aspectos básicos a considerar
Finalmente y de acuerdo a todo lo planteado, nos damos cuenta de que las tecnologías requieren una integración de soluciones que involucran fuertemente el cableado de la red que las soportará, y por lo tanto, al momento de definir los requerimientos y la ejecución de un proyecto de cableado, es fundamental evaluar estos tres aspectos:
• Productos de calidad reconocidos en el mercado y que entreguen altos márgenes de Next y pérdida de retorno, lo que garantizará al cliente mayor capacidad de reserva para aplicaciones futuras.
• Considerar tecnologías que cuen-ten con un estándar aprobado y publicado, ya que de esta forma el cliente no se amarrará a las del tipo propietario que aún no cuentan con todos los parámetros de medición aprobados por un organismo independiente al fabricante.
• Trabajar con empresas especializadas, serias y responsables, que cuenten con mano de obra calificada y certificada. Esto garantizara bue-nas prácticas de instalación y el respaldo de la marca.
Todos estos parámetros son los que hoy día hacen la diferencia entre una inversión sustentable en el tiempo y una inversión que es requerida sólo para el momento.