Gobierno de Chile > “Avanzamos hacia una atención integrada, basada en la interoperatividad de los servicios públicos”

El Proyecto de Reforma y Modernización del Estado (Pryme) busca avanzar en la construcción de un Estado al servicio de los ciudadanos, contándose entre sus áreas de acción el Gobierno Electrónico, cuyo objetivo es la implementación de TIC que permitan ?mejorar los servicios y la información ofrecida a los chilenos, aumentar la eficiencia y eficacia de la gestión pública e incrementar sustantivamente la transparencia del sector público y la participación ciudadana?. Para conocer los avances y desafíos que se plantea el Gobierno en esta área, conversamos con el profesional.

Publicado el 30 Sep 2005

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El Proyecto de Reforma y Modernización del Estado (Pryme) busca avanzar en la construcción de un Estado al servicio de los ciudadanos, contándose entre sus áreas de acción el Gobierno Electrónico, cuyo objetivo es la implementación de TIC que permitan “mejorar los servicios y la información ofrecida a los chilenos, aumentar la eficiencia y eficacia de la gestión pública e incrementar sustantivamente la transparencia del sector público y la participación ciudadana”. Para conocer los avances y desafíos que se plantea el Gobierno en esta área, conversamos con el profesional.

¿Cómo se sitúa Chile en el contexto internacional, en relación a la implementación de TIC?
En el contexto latinoamericano, Chile está marcando pautas en este sentido, tal como lo señalan múltiples indicadores internacionales que nos ubican incluso por sobre países como México y Brasil.

En el ranking que realiza la ONU, nos ubicamos en el sexto lugar en el ítem Estado en Línea, para el cual se considera, por ejemplo, el número de trámites en línea que ofrecen los organismos del Estado; mientras que en ranking del World Economic Forum, Chile aparece en el lugar 35.

Este último, mide además aspectos como preparación tecnológica, desarrollo estructural, acceso y habilidades en la población.

¿Cómo se avalan en la práctica estos índices?
Hay ejemplos destacados, como el caso del Servicio de Impuestos Internos, cuyo portal es una oficina virtual que no tiene comparación en el resto del mundo. Este año, durante el proceso de Operación Renta, registró la participación del 96,3% de los contribuyentes.

ChileCompra es otro ejemplo que sobresale como marketplace del sector público e icono en el ámbito latinoamericano. Aunque hay sistemas parecidos en Brasil y México, ninguno de éstos tiene el componente de obligatoriedad presente en el chileno.

El portal www.tramitefacil.cl fue destacado en el año 2003, como uno de los cinco mejores productos de gobierno electrónico del mundo por el World Summit Award. Desde su plataforma se puede acceder a 221 trámites en línea, descargar 260 formularios para imprimir y conocer información sobre más de 1.500 trámites del sector público.

¿Qué falta para estar a la altura de los países más desarrollados?
El desarrollo del Gobierno Electrónico se compone de cuatro grandes etapas, y ya hemos logrado imple-mentar las tres primeras. La más básica es la presencial y tiene que ver con que todas las reparticiones públicas tengan un sitio web donde la ciudadanía pueda acceder a información. La segunda es la interac-ción, en la cual el usuario puede acceder a un formulario de contacto, realizar una consulta y esperar un tiempo determinado para recibir respuesta, y la tercera etapa es transac-cional, en la que el usuario realiza operaciones o trámites en línea y recibe respuestas en tiempo real, que es lo que ocurre, por ejemplo, con el portal del SII.

Podemos decir que Chile se está adentrando en la cuarta etapa, de interoperatividad, donde lo que necesitamos es integrar sistemas y procedimientos, de manera que el sector público deje de funcionar desde unidades compartimentadas. Con esto generamos una atención centralizada, donde la institución en la que se inicia el trámite se hace cargo de todo el proceso.

Es un gran desafío, que implica modificar la forma en que las estructuras se organizan, junto con hacer más amigable el sistema, acercando el lenguaje al ciudadano común y facilitando la relación electrónica.

Ahora, sin duda esta etapa representa a las instituciones que lideran las TIC en Chile, porque tenemos muchos organismos aún rezagados con los que estamos aplicando fórmulas de aprendizaje acelerado, apoyados por nuestra experiencia anterior.

¿Qué proyectos están desarrollando con el fin de avanzar en estos temas?
Actualmente está en desarrollo la Agenda Digital, que no sólo aborda proyectos de gobierno electrónico, sino que una amplia gama de objetivos que incluyen acceso a tecnologías; infoalfabetización, tanto de las personas como de los servicios públicos y empresas privadas; fomento y desarrollo del sector tecnológico empresarial; y marco normativo.

En lo que respecta a gobierno electrónico contempla varios proyectos. Uno de ellos es la Plataforma Integrada de Servicios Electrónicos del Estado, que se hace cargo de los desafíos de interoperatividad para el sector público. Para esto, el año 2006 debería estar implementado en Chile un sistema que permita a cinco instituciones piloto contar con una plataforma totalmente integrada. Hay otro proyecto, que está en manos de la Subsecretaría de Desarrollo Regional, que apunta a desarrollar una plataforma común de trámites municipales, dado que ese sector se encuentra más rezagado que el gobierno central.

¿Cómo participa el sector privado en este proceso?
Todos los avances que se han realizado no serían posibles si el sector público no contara con un sector privado dispuesto a participar e invertir en proyectos del Estado. ChileCompra es un claro ejemplo de una alianza público-privada, donde una empresa financió la construcción del portal a través de un sistema de pago por transacciones realizadas, una especie de concesión tecnológica.

Lo que esperamos como Gobierno es que las empresas utilicen los servicios tecnológicos del Estado, porque para que herramientas como, por ejemplo, la Factura Electrónica, empiecen a generar mayores beneficios se requiere de una participación masiva.

En definitiva, todos estos avances requieren de un cambio de cultura, donde tanto el Estado como las empresas tienen que aprender a mirar a las TIC como oportunidades de negocio, participación, transparencia, equidad y crecimiento para todos.

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Redacción

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