IDC estima que las ventas de wearables o dispositivos vestibles podrían alcanzar en 2020 los 213,6 millones de unidades a nivel mundial, encabezadas por los relojes y pulseras, seguidos de prendas de ropa “inteligente” y gafas. Para este año, se calculan unas ventas de 101,9 millones de dispositivos, lo que representaría un crecimiento del 29,0% con respecto a 2015.
Según Jitesh Ubrani, analista de investigación senior de IDC de la unidad de dispositivos móviles, “a diferencia de los teléfonos inteligentes, que consolidó múltiples tecnologías en un solo dispositivo, el mercado wearable comprende una colección de dispositivos dispares”.
Otros factores que impulsan al mercado wearable son su facilidad para conectarse a los smartphones y las aplicaciones que se creen para sacar mayor partido al dispositivo. Ramón T. Llamas, Gerente de Investigación para el programa Wearables de IDC, indica que la conectividad con los smartphones puede ayudar a transmitir y recibir datos, incluyendo el tiempo, la ubicación y otros datos sobre un usuario y su entorno.
En cuanto a desarrolladores, dice Llamas, hay una gran oportunidad ya que las aplicaciones aumentan el valor y la utilidad de un wearable. “Los usuarios quieren saber algo más que sus resultados de salud y fitness, como noticias, información del clima, deportes, medios de comunicación social, o aplicaciones del Internet de las Cosas”.
