¿Puede la Factura Electrónica aumentar la brecha digital de las Pymes?

Según algunos pronósticos, en el año 2005 el 35% de las empresas de Estados Unidos emitirán facturas electrónicas, teniendo como principal beneficio la optimización de procesos como facturación, recepción de pagos y atención al cliente. En Chile, los efectos pueden ir desde una reducción en más de un 60% del costo neto de la operación hasta una simplificación de todo el proceso y eliminación del almacenaje de documentos. Todo esto hará que la Factura Electrónica sea un tema de moda, principalmente, para las grandes empresas y los mega-facturadores, quienes ven aquí una gran fuente de optimización en sus procesos de compra y venta.

Publicado el 30 Jun 2003

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Según algunos pronósticos, en el año 2005 el 35% de las empresas de Estados Unidos emitirán facturas electrónicas, teniendo como principal beneficio la optimización de procesos como facturación, recepción de pagos y atención al cliente. En Chile, los efectos pueden ir desde una reducción en más de un 60% del costo neto de la operación hasta una simplificación de todo el proceso y eliminación del almacenaje de documentos. Todo esto hará que la Factura Electrónica sea un tema de moda, principalmente, para las grandes empresas y los mega-facturadores, quienes ven aquí una gran fuente de optimización en sus procesos de compra y venta.

No obstante, ¿en qué posición van a quedar las Pymes, ante este fenómeno?. Según el Ministerio de Economía, más del 70% de las personas que trabajan en una empresa pequeña no reciben capacitación de ningún tipo en computación. En consecuencia, ¿cómo podrán participar de este tema?.

Recientemente, la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) realizó una encuesta en el segmento de las pequeñas y medianas empresas y entre las principales barreras de adopción del sistema de Factura Electrónica aparece su incapacidad financiera para solventar su imple-mentación, además de la dificultad en la incorporación de nuevas tecnologías al interior. Esto converge a un tema estructural que redunda en el poco acceso al capital y la posibilidad de refinanciar las deudas de este sector. En base a eso, la Factura Electrónica podría transformarse en un posible “fomento” para que la brecha tecnológica aumente entre la Pyme y las grandes empresas, haciendo que dicho sector comience a perder competitividad.

Por eso, es importante que las Pymes comiencen a trabajar más en un esquema de “Colaboración y Competencia”. Eso quiere decir que gremialmente deberían mostrar interés en buscar caminos que les permitan no quedar fuera de las innovaciones tecnológicas, sobre todo aquéllas que tienen que ver con la comercialización y optimización de procesos a nivel del mercado. Las Pymes deben asumir que esto genera cambios de paradigmas y si bien las barreras son los costos y la poca tendencia a absorber cambios tecnológicos, es vital que esto no se transforme en una excusa perenne para dejar de hacer las cosas.

En este marco, por supuesto, el rol del Estado es protagónico, y los instrumentos de fomento y finan-ciamiento de proyectos innovadores para Pymes deben apuntar a que los Documentos Tributarios Electrónicos (DTE) no sean excluyentes de este sector. Así como los proveedores de Tecnologías de Información (TI) han debido modificar sus modelos de negocios para llegar con su oferta a segmentos de empresas de menor rango con esquemas de arriendos de licencias, ASP o simplemente tarifas más bajas, es necesario pensar de qué forma la Factura Electrónica puede ser implementada en todos los segmentos.

Datos a considerar

Según la CCS, entre las Pymes, el 78% opina que este sector no tiene los recursos necesarios. A distancia aparecen los temas culturales (49%), obstáculo recurrente a la incorporación de innovaciones tecnológicas en las empresas. En tercer lugar, están las debilidades vinculadas a la modernización del sector, esta vez en la forma de la carencia de tecnologías adecuadas para la implementación de la e-Factura (47%). Luego, emergen aprehensiones relacionadas con la pérdida de privacidad de la información de las empresas (37%) y con el aumento del poder fiscalizador del SII (31%).

Si bien las Pymes no tienen grandes volúmenes de facturación, cualquier tecnología que permita a nivel global optimizar procesos y obtener beneficios como una mayor liquidez, son tecnologías de las cuales ninguna empresa debería privarse. El punto está en cómo hacemos rentable a nivel de mercado y a nivel social la incorporación de la Factura Electrónica. Al respecto, la ACTI (Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de la Información) ha incorporado en su agenda digital temas muy cercanos, como el e-Goverment y el Aumento de Productividad de las Empresas, basado en el uso intensivo de las TI. Iniciativas como éstas, sumadas, deben generar un camino para lograr beneficios a nivel país.

Julio de 2003

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Redacción

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