No ha sido fácil para las empresas de desarrollo hacer frente a la fuerte competencia que ha significado el software importado, sobre todo cuando las grandes y medianas empresas optan por estas soluciones -generalmente más caras y complejas-, convencidas de que son la única alternativa que les puede garantizar la satisfacción a sus requerimientos. Lo paradójico de esta situación es que fueron las mismas compañías desarrolladoras las principales responsables de que esto ocurriera. Basta recordar cuando a fines de la década del ‘90, la industria local terminó perdiendo inapelablemente terreno frente a los productos extranjeros, debido a la falta de madurez en sus procesos de fabricación y de servicios de buen nivel.
Pero, la competencia es saludable, sobre todo porque permite mejorar. De hecho, es así como este sector, consciente de sus errores, pro-fesionalizó sus procesos internos y elevó los estándares de servicio, con lo cual un número importante de empresas chilenas quedó en condiciones de ofrecer soluciones al mismo nivel que productos importados, pero con los beneficios adicionales que conlleva el desarrollo local:
• Menores costos: Quizás el aspecto más destacable del uso de productos nacionales es, sin duda, el costo, especialmente al proyectar el ciclo de vida completo de un sistema. Una buena evaluación debiera considerar, incluso, las condiciones bajo las cuales se proveerá la asistencia en actividades tales como soporte de nivel superior o desarrollos complementarios, puesto que podría ser desastroso para el presupuesto de un proyecto, descubrir que la solución de una contingencia pasa por trasladar personal desde el extranjero.• Customización: Otros de los aspectos relevantes de los desarrollos locales es el alto grado de persona-lización que generalmente permiten los fabricantes. Esto se debe, básicamente, a las ventajas comparativas que poseen dichas empresas para modificar sus productos, manteniendo los costos y plazos, dentro de márgenes razonables.• Soporte especializado: El hecho de que sea el propio fabricante quien provea la asistencia técnica a sus paquetes de software es un aspecto clave. Por una parte, el conocimiento detallado que poseen de sus productos les permite agilizar la búsqueda y solución de problemas; y por otra, la cercanía geográfica les permite proveer soporte especializado en terreno, en forma rápida y oportuna.
De acuerdo al “Reporte Global de Tecnologías de la Información 2003-2004”, publicado por el Foro Económico Mundial, Chile ocupa la posición Nº 32 y es el país latinoamericano mejor ubicado entre las 102 economía evaluadas. Esta es una señal clara de que la industria del software ha hecho su aporte en la dirección correcta en pro del crecimiento del país, sin embargo aún estamos lejos de alcanzar un protagonismo destacado en la Región, por lo que no podemos ser complacientes con esta evaluación.
Chile cuenta hoy con una capacidad de ingeniería capaz de proveer soluciones del más alto nivel a las medianas y grandes empresas, sin embargo se requiere crear conciencia entre quienes deciden la compra de tecnología, para que los productos nacionales tengan las mismas oportunidades que los productos importados, no como un favor a un producto chileno, sino por tratarse de una alternativa real de solución.
Noviembre de 2004
