Hablemos de evolución tecnológica en la empresa, no de revolución

Hoy las organizaciones deben ser capaces de comprender el verdadero significado del cambio que se vive en materia tecnológica y cómo el aporte de las TI se ha desarrollado.

Publicado el 31 Oct 2015

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Wagner Bernardes.

En un contexto donde la economía mundial pasa por situaciones que demandan adaptación, y en el que el precio de los commodities llegó a su nivel histórico más bajo, América Latina ha comenzado a enfrentar los efectos de esta realidad internacional. La inversión extranjera en la Región ha disminuido 14% -según la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas-, desafiando a las industrias a innovar y re-emprender.

Para Chile el reto en innovación no es diferente, y la tecnología para la empresa puede ayudar mucho en esta materia. Por ejemplo, de acuerdo a la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, Chile registró la inscripción de 64 nuevas invenciones en 2014. Si bien esta cifra duplica las patentes inscritas en los últimos cinco años, aún existe una oportunidad enorme que aprovechar, pues puede apuntar a lograr lo que economías emergentes, como la de India, han hecho: triplicar sus números durante el mismo período.

Las organizaciones ya entendieron que el desarrollo tecnológico es una de las principales herramientas para innovar y crear, combinando distintas disciplinas e integrando conocimientos para así apoyar servicios transformadores. En consecuencia, han comprendido la aparición de la Tercera Plataforma -paradigma basado en cloud computing, big data, movilidad y social business- y la evolución hacia la aplicación de tendencias como Internet de las Cosas, Mobile First, Machine to Machine y la llamada consumerización.

Por otro lado, están entendiendo el ahorro de costos y valor agregado que les pueden entregar soluciones TI como las comunicaciones unificadas, el escaneo de redes y la colaboración en base a diferentes tipos de cloud.

Múltiples factores

En el sentido tecnológico, esta etapa de reacción y adaptación debe ser entendida como una evolución y no como revolución. Esto porque las organizaciones deben ser capaces de comprender el verdadero significado de este cambio y cómo el aporte de las Tecnologías de Información se ha desarrollado. IDC espera que para 2020 las empresas inviertan más del 44% de su presupuesto de TI en la Tercera Plataforma, y la inversión en soluciones basadas en la nube aumentará 60% durante 2015 en Chile.

Este escenario es parte de una evolución que se viene forjando hace años y que debe avanzar junto a la implementación de proyectos que impulsen el desarrollo, afronten nuevos panoramas económicos e incrementen las funcionalidades de las compañías en sus mercados claves. Algunos de los mercados en Chile que están avanzando en el desarrollo TI hacia la mejora de su “core” de negocio son la minería, acuicultura, retail, telco, banca y transporte. Chile tiene todas las oportunidades y capacidades para que sus empresas crezcan en este: capital humano innovador, economía estable y apertura hacia mercados internacionales, entre tantos otros factores. Pero necesitamos entender que esta evolución tecnológica requiere conciencia a nivel nacional, políticas públicas, incentivos al mundo corporativo, conocimiento en los sectores privados, y de atreverse a pensar en invertir para los servicios y productos del futuro.

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Redacción

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