De acuerdo con un reciente estudio de Nokia, la actividad de botnets IoT maliciosas ha crecido significativamente en el último año.
Las botnets IoT son redes formadas por dispositivos de Internet de las cosas (IoT) vulnerables y potencialmente explotables por los atacantes. Los dispositivos IoT, como cámaras de seguridad, enrutadores y electrodomésticos inteligentes, suelen tener niveles de seguridad más bajos en comparación con otros dispositivos conectados, lo que los convierte en objetivos atractivos para los ciberdelincuentes.
Estas botnets permiten realizar ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS), robo de datos, propagación de malware y criptominería, valiéndose los ciberdelincuentes de las vulnerabilidades en los dispositivos IoT.
Una razón de estos ataques es que muchos fabricantes no prestan suficiente atención a la seguridad al desarrollar estos dispositivos, lo que permite que los ciberdelincuentes los exploten. Los usuarios también son responsables, al no tomar medidas necesarias para proteger sus dispositivos, como cambiar las contraseñas predeterminadas o actualizar el firmware.
