SOA y la paradoja de la transparencia

La Paradoja: ?la transparencia nunca ha sido vista?. Parece ridículo, pero es así ¿Qué es lo primero que pensamos cuando nos dicen que un nuevo proceso será transparente? ¿O que una migración será transparente? ¿O que la puesta en marcha de un nuevo sistema será transparente? ¿O una reorganización? O? Que no será así, que más temprano que tarde nos daremos cuenta de que algo está pasando y que, si somos afortunados, lo que está pasando no es tan grave y que con algún esfuerzo adicional y no previsto, lograremos revertir la situación. En todo caso, la transparencia, a pesar de que aún no la hemos visto, habrá desaparecido.

Publicado el 31 May 2007

La Paradoja: “la transparencia nunca ha sido vista”. Parece ridículo, pero es así ¿Qué es lo primero que pensamos cuando nos dicen que un nuevo proceso será transparente? ¿O que una migración será transparente? ¿O que la puesta en marcha de un nuevo sistema será transparente? ¿O una reorganización? O… Que no será así, que más temprano que tarde nos daremos cuenta de que algo está pasando y que, si somos afortunados, lo que está pasando no es tan grave y que con algún esfuerzo adicional y no previsto, lograremos revertir la situación. En todo caso, la transparencia, a pesar de que aún no la hemos visto, habrá desaparecido.

La arquitectura en el sentido tradicional es el método o estilo en el que se construye un edificio, caracterizado por ciertas particularidades. Estas, que hacen diferente una arquitectura de otra, vienen dadas por la cultura. La evolución de nuestra sociedad nos ha conducido hacia lo inevitable:a un encuentro o reconocimiento de nuestra forma de ser que, de una forma u otra, refleja nuestra identidad. A las manifestaciones superiores o inferiores, dependiendo del punto de vista particular de cada uno, a nivel artístico, social e intelectual, se les define como cultura. Es de vital importancia, en todo orden de cosas, el tomar en cuenta esta cultura a la hora de determinar, a nivel estratégico, la manera en que enfrentaremos los nuevos desafíos. En particular, al decidir la aplicación de nuevas metodologías que, por sí solas, no son garantía de éxito.

No podemos, o en el peor de los casos no debemos, ignorar la fuerza de la costumbre, es decir, la manera en que nos interrelacionamos y actuamos. La sola definición de una nueva forma de actuar, por mejor que parezca, no es garantía de éxito. Los ejemplos de esto abundan. Los adultos mayores son reacios a usar los servicios bancarios por Internet. Los usuarios del Transantiago, ‘haciendo gala de la viveza del chileno’, no pagan por el uso del servicio de transporte. Y así, suma y sigue. Es evidente que no todos actúan de esta forma pero basta con algunos para que el resultado final diste mucho del deseado y en no pocos casos hagan fracasar un proyecto.

La diferencia entre el fracaso y el éxito

La Arquitectura Orientada a Servicios no es más que la disponibilización de un conjunto de servicios básicos que, construidos de una manera estándar, permiten que ‘cualquiera’ pueda hacer uso de ellos, ya sea para la resolución de una tarea o para la construcción de otro servicio. A la vez, estos nuevos servicios quedan disponibles para ser usados en la construcción de otros más complejos. Ahora bien, en la práctica estos servicios por sí solos no aportan valor. Este viene dado por la interacción que se produce entre ellos en el flujo de proceso de trabajo y los procesos de negocios. Es en esta etapa final en la que se manifiesta con toda su fuerza la cultura, la que de no haber sido considerada desde un comienzo puede ser la diferencia entre el fracaso y el éxito.

El desarrollo de sistemas usando SOA requiere un compromiso con este modelo en el más amplio sentido, en términos de planificación, herramientas, infraestructura, procesos y, a mí entender, cultura.

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Redacción

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