Continuidad de negocios y recuperación de desastres: Una inversión necesaria

Destinar presupuestos para planes de contingencia sigue siendo algo difícil para muchas organizaciones. Más allá de las grandes catástrofes, existen episodios cotidianos que pueden hacer perder muchísimo dinero.

Publicado el 31 Oct 2012

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Destinar presupuestos para planes de contingencia sigue siendo algo difícil para muchas organizaciones. Más allá de las grandes catástrofes, existen episodios cotidianos que pueden hacer perder muchísimo dinero.

Contrariamente a lo que varios creen, son muchísimas las empresas que no cuentan con un plan de recuperación de desastres adecuado que les permita continuar normalmente con sus operaciones ante una contingencia. Lo lógico sería pensar que, para una compañía, esto tendría que ser algo tan normal como lo es el seguro de su auto para un conductor: no debería ser capaz de salir a la calle sin él. Pero un reciente estudio encargado por CA Technologies reveló que apenas el 26% de las organizaciones norteamericanas posee un plan óptimo para la recuperación de desastres.

Por lo general se considera a los desastres como algo totalmente excepcional. Una inundación, un huracán, un incendio o un terremoto, son episodios sin dudas fuera de lo común. Aun así, en caso de producirse, nadie discute que estas eventualidades podrían poner en jaque el futuro de cualquier compañía, sin importar su dimensión. Que algo sea poco usual, además, no quiere decir que no pueda ocurrir, en más de una ocasión ha quedado demostrado que las bajas probabilidades no son razones suficientes para creer que algo no es posible.

Pero no todos los inconvenientes operativos que afectan a las organizaciones tienen que ver, necesariamente, con catástrofes de grandes dimensiones. Existen incidentes mucho más usuales y cotidianos, que pueden ser tan simples como la rotura de un disco rígido. De hecho, las fallas en sistemas TI, como problemas con el hardware o el funcionamiento de la red fueron, según la investigación ya citada, la principal causa de pérdida de datos. Y ésta es una problemática que afecta, literalmente, a todas las empresas: el 100% de los negocios encuestados reconoció que sufrió algún tipo de pérdida de información durante el último año.

Lo cierto es que, aun dejando de lado los grandes incidentes, las organizaciones pierden muchísimo dinero por no resguardar adecuadamente sus datos y la continuidad de sus negocios. Gracias a un estudio sobre el costo de las caídas de sistemas TI, fue posible determinar que las organizaciones globales pierden anualmente 127 millones de horas de trabajo, lo que representa 545 horas/hombre al año por empresa. Además, las pérdidas alcanzan una media de US$160 mil por organización, llegando a superar US$1 millón en el caso de grandes compañías.

¿Qué hacer?

Las organizaciones saben que tanto las caídas de sus sistemas como las pérdidas de información afectan a su negocio. No sólo pueden impactar directamente en los resultados comerciales por cortes en la cadena de producción, distribución o venta, sino que además perjudican su imagen pública frente a los consumidores. Pero, ¿qué pueden hacer para protegerse?

Hoy por hoy, prácticamente no existe compañía que no tenga algún tipo de respaldo para sus datos y aplicaciones críticas. Pero esto no quiere decir que sea suficiente. ¿Cuánto tiempo toma restaurar una base de datos o una aplicación desde un backup? ¿Qué pasa con la información que se había cargado al sistema antes del último respaldo? Estas son algunas de las cuestiones que preocupan a los negocios y para las que deben encontrar una respuesta.


Virtualización y cloud computing

Hasta hace algunos años, la única forma de garantizar la total disponibilidad de aplicaciones y datos actualizados en tiempo real se sostenía en sistemas de clustering y duplicación de infraestructura que no sólo eran complejos, sino también muy costosos. Esta inversión sólo se justificaba en el caso de aplicaciones muy críticas, como las relacionadas con banca, finanzas o retail.

Pero hoy esto cambió. Gracias a tecnologías como la virtualización y la computación en la nube, las organizaciones pueden tener a su alcance estructuras de continuidad de negocios y recuperación de desastres que no sólo son óptimas operativamente, sino que también resultan eficientes en términos de costos. De hecho, el 34% de las firmas norteamericanas asegura que el cloud computing jugará un rol importante en sus planes de protección de datos y continuidad de negocios durante 2012.

Muchas empresas ya están utilizando la nube para la realización de backups remotos. Pero lo cierto es que el cloud computing también puede aplicarse para soportar aplicaciones que requieren alta disponibilidad y que actualizan su estado en tiempo real. De este modo, es posible minimizar la pérdida de datos y las caídas de sistemas críticos, reduciendo la inversión en infraestructura y obteniendo máxima disponibilidad.

Las organizaciones gestionan un caudal de información cada vez mayor que tiene impacto directo sobre sus operaciones. El nuevo paradigma económico que se abre con la era digital exige a cada vez más negocios mantener operaciones durante las 24 horas, los 7 días de la semana, y contar con aplicaciones que brinden servicios a la vez que recaban datos de forma constante. Esta realidad requiere nuevas soluciones que permitan a los negocios garantizar una operatividad sin interrupciones, para no perder en un mercado cada vez más competitivo.

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Redacción

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