El escenario actual de pandemia ha acelerado la digitalización en los distintos sectores de la sociedad, conllevando a su vez a nuevas formas de ciberataques. En efecto, a lo largo de los últimos meses de confinamiento, la delincuencia digital ha incrementado de manera exponencial al menos en Chile.
La ciberseguridad se ha vuelto, sin duda, un elemento clave para mantener segura la información y data privilegiada de las organizaciones. Sin embargo, de acuerdo con el “Estudio de Madurez de Ciberseguridad en Chile” realizado por IDC, 1 de cada 3 empresas chilenas aún cuenta con un enfoque reactivo en materia de seguridad.
En el marco del IDC Security Seminar, expertos de IDC y de los principales proveedores de soluciones de seguridad analizaron este tema y cómo las organizaciones más que nunca necesitan acompañar sus iniciativas de transformación digital con un correcto enfoque de seguridad, sobre todo en la nueva normalidad, donde la confianza digital es considerada como la principal prioridad de negocios de las juntas directivas y altas gerencias.
Ya no es un elemento secundario
En efecto, resulta clave que las organizaciones evalúen el grado de madurez de ciberseguridad de sus socios de negocio para aplicar requerimientos de cumplimiento, desarrollando una estrategia de confianza digital en sus empresas.
Al respecto, Natalia Vega, Country Manager de IDC para Chile & Perú, explicó que en el transcurso del camino de la transformación digital de las sociedades se ha hecho de vital importancia reconocer el valor y criticidad de la información que los sistemas digitales capturan, administran, almacenan y resguardan, convirtiéndose en la piedra angular para cualquier iniciativa de desarrollo.
“Hoy más que nunca es imprescindible comprender un mercado de ciberseguridad en constante cambio por factores como: incremento del consumo de servicios en cloud, migración de una plataforma a otra (HW, SW o servicios), regulaciones, modelos de consumo como SD-WAN y plataformas de seguridad como servicio, entre otros. La seguridad no es un elemento secundario durante las transformaciones digitales: se requiere una estrategia de seguridad integral que abarque todos los aspectos tanto internos como externos”, puntualiza la ejecutiva.
Por su parte, Carlo Dávila, Analista Senior Especialista en Seguridad para IDC Latinoamérica, menciona que el tránsito a la nueva normalidad y el foco de las organizaciones en la entrega de productos y servicios digitales han fortalecido el rol de los equipos de ciberseguridad, pero también han agregado retos para sus líderes.
“Las organizaciones necesitan evaluar la utilización de una estrategia de Defensa Integral, enfocada en datos y aplicaciones, y que considere el consumo de servicios de inteligencia apuntando a un manejo más proactivo de los equipos de ciberseguridad, lo que es fundamental”, agrega el profesional.
