Marisol Alarcón.
¿Cómo nace Kaudal y de qué manera se enfoca en una cultura adaptativa?
Kaudal nace de la experiencia de “entrenamientos corporativos” que tuvimos en Laboratoria por cuatro años. Desde Laboratoria formamos a mujeres para trabajar en tecnología, y como una segunda línea de trabajo, acompañamos a personas y equipos en sus transformaciones para trabajar en la era digital.
Esta línea de trabajo creció mucho y muy rápido, impactando a más de 10 mil personas en solo cuatro años, por lo que decidimos separarla en lo que hoy es Kaudal, en donde acompañamos a las personas y empresas en su capacidad adaptativa, mientras generan cambios concretos en su trabajo y adquieren metodologías y herramientas útiles en su día a día. En resumen, entregamos entrenamientos donde las personas desarrollan habilidades adaptativas, técnicas y ágiles para reinventar sus trabajos tradicionales y agregar más valor en su organización.
¿De qué manera podemos definir el concepto de adaptabilidad? ¿Es una habilidad crítica hoy?
La adaptabilidad es la capacidad de ajustar nuestras acciones e ideas para sacarle provecho a entornos inciertos y cambiantes. Es una capacidad humana que todas las personas tenemos y que podemos usar de forma proactiva y reactiva. Y mientras más la usamos, más se convierte en una habilidad, justamente la más útil de todas en este mundo cambiante en el que vivimos. De hecho, no es una habilidad simple, es una macro habilidad, que se potencia al combinar distintas actitudes y aptitudes. La adaptabilidad colaborativa es, de hecho, lo que nos ha permitido sobrevivir y liderar la vida en la tierra, por eso grandes pensadores como Albert Einstein y Stephen Hawking defienden que la inteligencia humana es en esencia nuestra habilidad para adaptarnos a los cambios.
¿Qué relevancia tiene fomentar esta cultura en el contexto actual?
El contexto en general es fundamental para fomentar o frenar una cultura adaptativa en las personas, equipos y organizaciones. El escenario actual de pandemia que estamos viviendo puede ser visto como una oportunidad para fomentar esta cultura, ya que nos ha demostrado varias cosas: por un lado, que todos/as tenemos innatamente la capacidad de adaptarnos a los cambios; por otro lado, que nuestra capacidad adaptativa no depende de nuestro estado económico, de nuestro nivel de estudios o del género, sino más bien de ciertas microhabilidades como nuestra aversión al riesgo, nuestro pensamiento de crecimiento (growth mindset), y nuestra actitud ante la incertidumbre, entre otras. Este contexto también nos demostró que, si este mundo era cambiante e incierto antes por las innovaciones disruptivas que vivíamos y las tecnologías exponenciales, ahora lo es mucho más.
En concreto, ¿cómo alguien puede saber su tendencia a la adaptabilidad?
En Kaudal hemos desarrollado el Kaudal AQ Test, un autodiagnóstico de unas 50 preguntas. Una vez contestado el test, se crea un reporte personalizado donde cada quien puede ver cuáles de las 9 competencias adaptativas tiene más desarrolladas y cuáles necesita elevar más. Además, pueden ver su AQ o Coeficiente de Adaptabilidad, que es el promedio de los niveles alcanzados en cada una de las 9 dimensiones (del 1 al 100). Estas 9 capacidades las creamos agrupando actitudes o aptitudes fundamentales para la adaptabilidad en base a nuestra experiencia y lo que dicen los expertos.
El objetivo con esta herramienta es elevar la confianza de las personas en sus capacidades adaptativas y animarlas a ponerlas más en uso. Con Kaudal AQ Test también fomentamos que la gente busque complementarse más que compararse con otros, por eso nuestra adaptabilidad se potencia en grupo, cuando nos complementamos.
¿Qué realidad vemos en este sentido en las empresas chilenas?
Si bien es difícil generalizar, puedo decir que en las empresas chilenas he visto un cambio importante en torno al asumir que el cambio y la transformación es esencial y clave para seguir funcionando. Ahora, la pregunta que muchos se están haciendo es cómo empezamos con esos cambios, cómo los gestionamos, por dónde comenzamos, qué es lo más prioritario. Por un lado, es importante que el liderazgo de las empresas tenga claro el tipo de organización que quiere formar en esta nueva época que estamos viviendo, y así el tipo de cultura organizacional, de estructura, de liderazgos y de equipo que necesita. Por otro lado, y quizás más importante, es que los equipos deben empezar a sentir que el cambio está en ellos, que ellos y ellas son capaces de cambiar, de transformarse, de adquirir nuevos conocimientos y de hacer las cosas distinto. Para lograr esto es clave conocer nuestra capacidad adaptativa, medirla y desarrollarla, poniendo en práctica los cambios en nuestro día a día.
¿Cómo se beneficia una empresa en su transformación digital al desarrollar esta cultura?
Una empresa se beneficia de generar una cultura adaptativa no solo para sus procesos de transformación digital, sino también para todos sus procesos de cambio. Hablamos con muchas sobre los cambios que el sistema de trabajo híbrido está trayendo, sobre la nueva cultura que hay que desarrollar para que este formato sea efectivo y sobre el cambio que tendrá en las relaciones entre colaboradores y distintas áreas, entre equipos y líderes, y en el progreso de las tareas.
Respecto a la transformación digital, es fundamental desarrollar esta cultura porque permite que los colaboradores y las empresas no solo usen más tecnología en sus procesos, sino que efectivamente entiendan bien para qué necesitan cierta tecnología y cuál es la mejor herramienta que pueden utilizar. Hay un concepto errado de que la transformación digital se basa en la tecnología, cuando lo verdaderamente importante es la transformación de las personas y los equipos para incorporar las tecnologías adecuadas y cambiar sus hábitos y comportamientos para sacarle el máximo provecho a estas.
¿Una Pyme puede beneficiarse?
Una Pyme, sin duda, se beneficia también de que sus dueños y colaboradores tengan una cultura adaptativa. En este sector, el mayor desafío es la falta de tiempo, la necesidad de vender y la cantidad de horas que dedican las personas al trabajo operativo. Creemos profundamente que, si los dueños o dueñas de Pymes desarrollaran más su capacidad adaptativa, identificarían mucho mejor las áreas prioritarias de su negocio que requieren más su atención; aprenderían a gestionar su negocio de una manera más eficiente a nivel de costos y más efectiva a nivel de ventas; y empezarían a “perderle el miedo” al uso de ciertas tecnologías y herramientas nuevas.
¿Qué recomendaciones daría a las empresas para avanzar en su cultura de adaptabilidad?
Comprender que como personas, colaboradores y equipos tenemos innatamente la capacidad de adaptarnos y cambiar. Enfocarnos en la adquisición de nuevas habilidades y herramientas es importante, pero un paso previo fundamental es desarrollar en la gente su capacidad de aprender. Desarrollar una cultura de trabajo basada en la confianza y en la autonomía de las personas (el cambio viene de las personas, y si estas no se sienten con la confianza y motivación necesarias, las transformaciones no ocurrirán con la fuerza necesaria. Empezar por identificar cambios concretos que se deben hacer y ponerse a trabajar en ellos, a través de metodologías basadas en iteraciones cortas de prueba y experimentación. Finalmente, evaluar los resultados rápidamente y con data para la toma de decisiones.