El pasado 15 de junio, la Subsecretaría de Economía lanzó un programa especial de apoyo para incentivar y fortalecer la conectividad digital en las micro, pequeñas y medianas empresas, las Empresas de Menor Tamaño (EMT) como las han empezado a definir. El plan contempla una inversión de $3.000 millones y está orientado a promover el uso productivo de las nuevas Tecnologías de Información, una de las principales falencias de las compañías chilenas, medianas y pequeñas.
¿En qué nivel se encuentran las Pymes chilenas en relación al uso y acceso a TI?
Hace un tiempo realizamos un estudio sobre “Acceso y Uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones”, que determinó que las empresas chilenas tienen un buen acceso a éstas, pero aún les falta mejorar sus niveles de uso y sofisticación, aspecto en el que se observan rezagos importantes.
Por ejemplo, se determinó que más del 70% de las Empresas de Menor Tamaño -que es el concepto que utilizamos para definir a las micro, pequeñas y medianas empresas- tiene al menos un computador, y que casi el 90% cuenta con acceso a Internet. Sin embargo, su nivel de uso es muy básico y se restringe casi exclusivamente a herramientas como planillas de cálculo o similares; no hay implementación de ERP o soluciones de comercio electrónico. El principal problema en este sentido es que la inversión que estas compañías están haciendo en tecnología no está teniendo el impacto productivo que debiera. Por cierto que esto es una simplificación del mercado, porque hay empresas que están a la vanguardia en estos temas, pero son una minoría.
¿Cómo se explica este bajo nivel de uso en las Pymes?
Chile tiene un buen nivel de infraestructura digital y de herramientas en comparación con países desarrollados; sin duda hay mucho que avanzar pero vamos por un buen camino. Entonces, las principales barreras para la sofisticación en el uso de tecnologías no pasan principalmente por un tema de falta de recursos, sino más bien porque el desarrollo de las empresas en Chile ha estado sustentado más en la explotación de recursos naturales, donde éstas no se han visto obligadas a competir y diferenciarse. Así fue durante mucho tiempo, pero dicho escenario está cambiando y las compañías se están dando cuenta de que el mercado mundial está cada vez más globalizado y competitivo, por lo que las tecnologías son la forma para seguir vigentes.
¿Qué importancia tiene para el Gobierno el uso de TI como herramienta de desarrollo?
La incorporación de tecnologías, en general, y de un espíritu innovador en las empresas, son ejes fundamentales de desarrollo productivo para el Gobierno, porque el Estado comprende que son herramientas básicas para incentivar el crecimiento del país. Hay estadísticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que muestran que parte importante del avance de las naciones más desarrolladas se debe a que han incorporado masivamente el uso de Tecnologías de Información. No estamos hablando de países que lleven mucha delantera a Chile en términos de historia, sino de economías emergentes como Australia.
De esta forma, el gobierno chileno viene impulsando una Política de Innovación y un Plan de Acción Digital -Agenda Digital- donde se enmarca usa serie de proyectos que buscan mejorar la incorporación de tecnología en el país. En este contexto las TI son fundamentales, porque se trata de elementos habilitantes que permiten desarrollar e instalar otras tecnologías.
¿Qué actividades concretas está desarrollando la Subsecretaría de Economía?
En junio pasado lanzamos un programa especial de apoyo a las EMT, que busca incentivar y fortalecer su conectividad digital. Para esto, utilizamos tres de los clusters que se han definido desde el Gobierno, lo que nos permite focalizar mejor los recursos en las áreas productivas donde podemos generar el mayor impacto a través de la tecnología. En este sentido, hemos desarrollado el programa en base a clusters y no a tipos de empresas, porque la idea es ayudar a generar redes y extender lo más posible el impacto deseado.
El plan contempla una inversión de $3.000 millones y está orientado a promover el uso productivo de las nuevas Tecnologías de Información. Esperamos con esto beneficiar a cerca de 10 mil empresas asociadas a los clusters alimentario, acuícola y de turismo de intereses especiales, en más de 1.400 localidades a lo largo de todo Chile. Este programa se inserta dentro de la Política de Innovación y el Plan de Acción Digital y estimamos que la inversión total es de más de $4.300 millones, con un aporte de $1.800 millones de InnovaChile de Corfo y $1.200 millones de los gobiernos regionales, además de recursos privados.
¿Quiénes pueden postular?
Las empresas usuarias en asociación con desarrolladores de soluciones, corporaciones, universidades, u otros. También pueden postular directamente los desarrolladores de aplicaciones que demuestren que su propuesta es innovadora. No se trata de que sea algo que nunca antes se haya hecho, sino de que generará un impacto y una mejora en la forma de hacer las cosas. Nuestro objetivo es potenciar un mercado de soluciones tecnológicas digitales adaptado a las necesidades de las EMT de todo el país, que nos permita elevar sus niveles de productividad. En este sentido, la postulación es bastante flexible porque lo más importante no es cerrarnos estrictamente a los clusters definidos ni a un tamaño muy específico de compañía, sino más bien evaluar el impacto que determinado proyecto generará. En este contexto, la alfabetización digital tiene un espacio muy importante.
¿Cuáles son los próximos pasos del Gobierno para potenciar el uso productivo de las TI?
Con este programa queremos eminentemente generar un efecto de demostración, con proyectos que muestren que es posible innovar y que den cuenta del impacto positivo que genera la incorporación de tecnología en el sector productivo. Pretendemos que los empresarios y los inversionistas perciban que es rentable y factible innovar en estas áreas. En este sentido, este programa actúa como una punta de lanza que busca generar cambios de estrategia y motivar.
