Hernán Torlasco.
No cabe duda de que la transformación digital es el salvavidas para sobrevivir en el competitivo mercado de hoy. Independientemente del sector industrial al que se pertenezca o el servicio o producto final que se ofrezca, las empresas actuales son juzgadas permanentemente por las tecnologías que poseen y brindan a sus clientes, y no invertir en ellas podría llevarlas incluso a desaparecer.
Mike Gregoire, CEO de CA Technologies, explica este fenómeno acuñando el concepto “Built to Change” o la capacidad que tienen las organizaciones de reaccionar y adaptarse automáticamente a la dinámica cambiante del mercado. Las empresas “Built to Change” se enfocan en la agilidad del negocio, lo que les permite promover una mejora rápida y continua en la experiencia del cliente. Todo esto potenciado con un desarrollo tecnológico fuerte que las obliga a innovar y crecer, algo crucial en la actualidad.
Escuchando a los clientes
Si hay un sector que ha sabido aprovechar las tecnologías disponibles en este ámbito es, sin duda, el bancario. Las constantes exigencias de los consumidores han impulsado a las entidades financieras a desarrollar, cada vez con más dedicación, tecnologías que faciliten la vida de sus usuarios y les permitan realizar prácticamente cualquier transacción desde donde se encuentren.
La banca, a tiempo, supo escuchar a sus clientes y reconocer que estos ya no solo acudían al banco a girar o depositar dinero en las cajas, o a solicitar un préstamo hipotecario; operaciones tradicionales que hasta algunos años debían hacerse obligada y personalmente en las sucursales. Los clientes de hoy quieren transferir a terceros, comprar en línea tanto en sus países como en el extranjero, solicitar un crédito de consumo y pagar las cuentas de servicios básicos; todo al instante y desde sus computadores o dispositivos móviles.
Abrirse a la transformación digital
Para hacer esto posible, los actores del sector han encontrado la manera de flexibilizar los procesos de negocio y crear productos que estimulen a los consumidores y permitan responder con rapidez a sus exigencias y necesidades. En este camino han apostado por desarrollar nuevas plataformas en línea y aplicaciones propias, diseñadas para simplificar y optimizar los procesos que los clientes llevan a cabo a través de las mismas; además de implementar herramientas que permiten operar de manera segura y eficaz.
En estos años, las entidades bancarias han entendido que la tecnología transforma la manera de hacer negocios, de relacionarse, de organizar el tiempo; y que invertir en promover la transformación digital mejora en un 75% la satisfacción de los clientes y en un 77% la experiencia de los mismos; un 40% más de lo normal, de acuerdo a cifras de una encuesta que CA encomendó a Coleman Parkes.
La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) reafirma esto. Según la institución, la banca electrónica local es un modelo que ha logrado madurar en términos de adopción tecnológica. Iniciada a fines de los noventa, en el año 2000 ya alcanzaba al 20% de los cuentacorrentistas y a fines de esa década al 100%.
No podemos negar que las innovaciones que la banca ha implementado en los últimos años han sido notorias y acordes a los tiempos. Por ello, invitamos a otras industrias a seguir este ejemplo, salir de la zona de confort y abrirse a la transformación digital.