La situación mundial actual demuestra la falta de profesionales TI en la industria, razón principal que impulsa la expansión de la empresa chilena de tecnología Kibernum. Actualmente, la compañía trabaja para enfrentar el desafío de cubrir con el mejor talento TI la demanda en las empresas de Estados Unidos, que requieren de desarrolladores, sin salirse de sus presupuestos y según los tiempos y horarios que ellos manejan.
Kibernum, que cuenta con más de 30 años en el mercado TI, instalando capacidades flexibles en sus clientes, ha percibido el aumento en la brecha de talento que coexiste con el acelerado crecimiento de la industria y ha implementado el sourcing global en todos sus productos, para responder a sus clientes y las demandas con respecto al talento. En esta tarea, se han enfocado especialmente en Estados Unidos, pues se trata del mercado principal de desarrollo de software en occidente.
Marcelo Solari, CEO de Kibernum, explicó que “el mercado hoy cuenta con una alta demanda de talento TI y este es escaso. Es por esto, que en Kibernum hemos implementado el sourcing global, que busca derribar toda frontera para, a partir del trabajo remoto, responder a las demandas de nuestros clientes con el mejor talento en el mundo. Esto ha sido la llave que nos ha permitido penetrar en el mercado norteamericano, principalmente en Texas, uno de los estados más relevantes en tecnología hoy”.
La expansión en Estados Unidos es parte de la perspectiva global de Kibernum para abordar a los talentos en el mundo, contando con presencia física en algunos países, como en Colombia, o bien a través de partners en países más alejados, como es el caso de China.
Actualmente, la empresa se ha planteado un plan de crecimiento en el país norteamericano, para los próximos cuatro años, con una expansión a otros estados, conquistando en primer lugar sus costas, especialmente San Francisco y toda el área de Silicon Valley, junto al potencial que esto involucra. También tienen planes para la costa este, donde se ubican los mercados de Nueva York y Boston, como grandes polos de desarrollo tecnológico.