El miércoles 8 de noviembre ChatGPT sufrió un ataque cibernético que colapsó sus servicios durante un par de horas.
El ataque afectó principalmente a los usuarios web, aunque muchos también se vieron imposibilitados de acceder a través de la aplicación.
La startup de IA Generativa de OpenAI, respaldada por Microsoft, asegura que el fallo afectó también a los servicios Labs y Playground, aunque solo durante un periodo de tiempo reducido que no evitó su plena operatividad.
OpenAI sospecha que podría tratarse de un ataque a gran escala DDos, es decir, una táctica maliciosa mediante la cual los hackers pretenden inundar una plataforma con tráfico de red y dejarla completamente inoperativa. Así, no solo se vio afectado el chatbot, sino también las herramientas utilizadas por los desarrolladores para entrenar la IA.
Los grupos SkyNet y Anonymous Sudan publicaron en sus respectivos canales de Telegram comentarios adjudicándose el ataque a ChatGPT, que es la segunda gran falla del sistema desde que comenzó a comercializarse.