A un año del 27F, ¿aprendimos la lección tecnológica?

Ya se cumple un año del terremoto del 27 de febrero de 2010, que dañó seriamente las edificaciones del país y dejó un gran número de víctimas fatales. El desastre ocasionó complejas fallas de infraestructura que nadie tenía presupuestadas y las empresas tuvieron serios problemas con la recuperación de su información. Ese hecho disparó la siguiente interrogante en las compañías: ¿Cómo estamos preparados ante una catástrofe? Luego vino todo un cuestionamiento sobre qué tecnologías implementar para cubrirse ante posibles desastres.

Publicado el 31 Mar 2011

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Ya se cumple un año del terremoto del 27 de febrero de 2010, que dañó seriamente las edificaciones del país y dejó un gran número de víctimas fatales. El desastre ocasionó complejas fallas de infraestructura que nadie tenía presupuestadas y las empresas tuvieron serios problemas con la recuperación de su información. Ese hecho disparó la siguiente interrogante en las compañías: ¿Cómo estamos preparados ante una catástrofe? Luego vino todo un cuestionamiento sobre qué tecnologías implementar para cubrirse ante posibles desastres.

Pero, un año después, ¿aprendimos la lección? ¿Realizamos como país los cambios necesarios para asegurar la continuidad operativa y la rápida recuperación tras un desastre natural? Al analizar los ámbitos de la economía que han mostrado una mayor preocupación en realizar mejoras luego del 27F, vemos que, en primer lugar, se ubica la banca y el sector financiero, ya que gran parte de sus operaciones se nutre de información sensible tanto para sus clientes, como para ellos. Luego viene el retail, que debe ponerse en marcha rápidamente y contar con una coordinación nacional tras cualquier evento. En el rubro de las telco se detecta inquietud en los servicios de telecomunicaciones a usuarios finales, como banda ancha y telefonía móvil, y, por otro lado, existen grandes sistemas donde los datos y la facturación resultan vitales para su existencia.

Entre los sectores más rezagados, apreciamos que la industria chilena, en general, se ha ido quedando atrás en la incorporación de tecnologías que aseguren su operación. Asimismo, hemos observado que el Gobierno probablemente le dará un fuerte impulso a la inversión en tecnología durante el 2011, ya que en el 2010 tuvo que encarar la emergencia, procurar que la población tuviera casa, salud y bienes básicos tras el terremoto.

Los recursos a nivel empresarial, que en un principio estaban destinados a otros proyectos como infraestructura TI y de datos, se tuvieron que reorientar a la reparación de maquinarias dañadas para que las industrias comenzaran a operar con normalidad luego del terremoto. Este año las iniciativas de mejoramiento de las áreas de tecnología deberían retomarse, con especial foco en asegurar la protección de esos datos.

El segundo paso: Backup y recuperación

Un área sensible en la cual se deberá operar es el backup y recuperación. Al ocurrir el terremoto muchas empresas tenían sus datos guardados pero, al momento de recuperarlos, se vieron en dificultades. ¿Qué ocurre en este ámbito? En un momento está todo funcionando muy bien, pero, ¿qué pasa si se cae el sistema? ¿Cómo respaldo? ¿Dónde están los datos? ¿Están adentro de la oficina, en un data center? ¿Qué características tiene este centro de datos? ¿Es bueno, es malo, me permite operar y recuperar rápido? Un tema es hacer backup y otro es recuperar. Las personas creen que hacer backup es poner todo en un disco, pero cuando ocurre una catástrofe viene el gran drama: ¿Cómo se recupera? ¿Cómo se busca? La banca ha gastado millones de dólares en sistemas de cinta y robot, y la tasa de éxito en recuperación es muy baja, pues la cinta se perdió o se dañó.

Para desarrollar este ámbito es fundamental la consultoría, para incorporar mejores prácticas en la implementación de proyectos relacionados con manejo de la información: desde que el dato nace hasta que reposa. Asimismo, será una tendencia en esta área, la puesta a punto de proyectos relacionados con cloud computing, cuya oferta y preparación hacia las empresas, se encuentra en una etapa inicial. Actualmente las compañías están en un período de optimización de su propia infraestructura TI para que trabaje como cloud, para luego hacerla operar hacia una nube más extendida.

Cloud computing significa disponer de una infraestructura eficiente para ofrecer servicios de manera más flexible. En este sistema el gerente de informática posee una batería de infraestructura según sus requerimientos. Si necesita una aplicación, la instala en la nube, sin tener que estar inventando los sistemas cada vez que sea necesario. Las empresas se han llenado de infraestructura de diferentes tipos; ya no tienen un sólo tipo de servidor, sino varios; lo mismo con el storage y las redes. Estos son tan complejos que su administración y operación les consume no sólo tiempo, sino también presupuesto. El 70% del mismo se va en luz y mantenimiento, y a los CIOs sólo les queda un 30% para innovar. La innovación va ligada a la productividad; ellos portan una gran carga, que deja poco espacio para la innovación. De esta forma, la consultoría ayuda a las empresas a optimizar su infraestructura y analizar de qué manera pueden sacarle más provecho a lo que tienen, de modo que la tasa de rendimiento de sus equipos sea más alta y rentabilicen su inversión.

Tenemos la suerte de ser un país pequeño, con pocos millones de habitantes; eso ayuda a que las catástrofes sean menos complicadas de manejar; en un país con 500 millones de personas, el tema es distinto. A esto se añade que Chile ha tenido una mirada positiva respecto a las nuevas tecnologías y eso provoca que estemos relativamente mejor que otros países, aun cuando esa brecha se acorta. Al ver las cifras de uso de banda ancha y tecnología, se observa a Uruguay en primer lugar, Argentina se ubica bastante cerca y, hasta hace seis años Chile estaba en los primeros lugares, pero podría perder su posición si se descuida.

Los otros países crecen y se modernizan, por ende se requiere avanzar rápido en tecnología aplicada. Al final del día debe traducirse en productividad; sin este factor no sirve de nada la tecnología, que está al servicio de las empresas y personas para que las acciones sean eficientes, rápidas y económicas. Ahora viene la etapa de usar bien el cloud computing y llevar a cabo aplicaciones innovadoras de la tecnología, y en ese punto se notará la gran diferencia con los otros países.

Evaluar hoy día cuáles son los mejores sistemas de backup y recovery, y actuar pensando en el futuro, sin que el presente nos atrape desprevenidos y mal parados ante una eventual catástrofe, son algunas de las grandes enseñanzas que deja el 27F. Realice un backup, proteja y recupere datos de manera eficaz con las soluciones existentes.

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Redacción

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