Tatiana Molina, Gerente General de AmCham Chile: “La IA es la oportunidad de dar un salto cuántico en la evolución humana”

Recientemente se creó el Consejo Empresarial de Inteligencia Artificial, agrupación de empresas socias de la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio (AmCham Chile), reunidas con el propósito de compartir y difundir aspectos relacionados con IA y su aplicación en el mundo de la empresa, una tecnología que, a su juicio, es mucho más que automatizar procesos: es un cambio de paradigma en la forma en que los negocios se desarrollan.

Publicado el 30 Jun 2018

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¿Cómo observan el desarrollo de la IA en el país?
La Inteligencia Artificial (IA) es un cambio de paradigma en la forma en que los negocios se desarrollan y en cómo los procesos productivos se conectarán aún más para dar soluciones a las personas. Es parte de la era de la transformación digital en un mundo cada vez más globalizado y con exigencias antes impensadas. Está revolucionando el mercado del retail, la gestión en salud, el mundo financiero y la optimización de servicios y recursos. Chile está en una posición privilegiada, sobre todo al considerar que empresas como IBM, Microsoft, Amazon y Google están presentes en el país. Son organizaciones que lideran el desarrollo y la discusión a nivel mundial en IA, a la vez que ven en Chile una plataforma interesante para negocios conectados con los retos de esta materia, lo que representa una gran oportunidad de mejorar la competitividad del país. Por ejemplo, y según cifras de Accenture, la Inteligencia Artificial podría agregar a Chile US$63.000 millones al año 2035. Sin embargo, hoy existen aceleradores y desaceleradores que pueden promover o entorpecer su adopción: los talentos requeridos, la conversión de puestos de trabajo, la cultura organizacional necesaria para abordar la incorporación de IA, los modelos de negocios y el marco regulatorio que la promueva, etc.

¿En qué sectores se puede esperar un mayor desarrollo?
Chile tiene enormes oportunidades en IA, desde la perspectiva de la eficiencia en los procesos productivos y la maximización de las capacidades de una organización para conocer y satisfacer a sus “stakeholders”. Algunos ejemplos son ámbitos como el financiero, minero y de retail. Otro sector con un gran potencial es la salud en la aplicación de diagnósticos y procesos que mejorarán la eficiencia en la gestión, impactando en la calidad de vida de pacientes. También se producirán cambios en la industria automotriz, optimización de procesos de riego en la agroindustria, industria del turismo y área de RRHH, teniendo como ejemplo la metodología del Design Thinking, ya que los profesionales del futuro tendrán a su disposición herramientas que potenciarán nuevas habilidades. La IA es un amplificador de las capacidades humanas, a la vez que conlleva la oportunidad de dar un salto cuántico en la evolución humana.

¿De qué forma impactará en el ámbito del trabajo?
La IA está reinventando los negocios, pero el factor humano seguirá siendo clave en su desarrollo. Se requerirá una reconversión del trabajo. Es probable que ya no existan ciertos empleos, pero se crearán otros en torno a personas que tendrán funciones de transformadores, maximizadores, desarrolladores, innovadores y creativos del mundo laboral del siglo XXI. Hace algunos años no existía el rol del Community Manager, Data Scientist o de personas expertas en la gestión de People Analitycs en el área de RRHH. Por eso, la IA tiene que ser asumida como un mundo de posibilidades donde todos debemos ser protagonistas.

¿Cuál es el “talón de aquiles” de la IA?
Su rapidez, ya que va asociada a cambios muy veloces y un primer desafío es superar el desconocimiento y visualizar las oportunidades. La sociedad tiene que ponerse al día sobre sus avances. Un elemento crítico se refiere a los cambios en los procesos de formación de talentos, habilidades y competencias, y a mejorar nuestra capacidad para interiorizar y comprender la utilidad e impacto de la IA. Otro elemento importante es promover un ambiente regulatorio propicio para su adopción y velar por abordar el debate ético en este tema. Vivimos una Cuarta Revolución Industrial que exige nuevas leyes, pensamientos y enfoques para enfrentar este cambio de paradigma. Esta es una nueva forma de pensar, de ver los negocios y el desarrollo de la sociedad moderna, siendo clave fomentar el diálogo, además de espacios de discusión y análisis con diversos actores en esta materia.

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Redacción

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