Ciudades digitales: Tecnología y conectividad al servicio de los ciudadanos

En octubre del año pasado, la Municipalidad de Recoleta fue galardonada con el Premio Iberoamericano de Ciudades Digitales 2006, que la Asociación Hispanoamericana de Centros de Investigación y Empresas de Telecomunicaciones (Ahciet) convoca anualmente. La distinción no acaparó mayormente la atención de los medios de comunicación, sin embargo, fue el ?espaldarazo? para una verdadera competencia por llevar el llamado concepto de ?ciudad digital? a los municipios chilenos. La carrera la lidera en la actualidad Recoleta, seguida por otras como Peñalolén, Salamanca y Mejillones, sumadas a pequeños proyectos levantados en comunas como Graneros, La Compañía y Codigua. Todo un fenómeno que pretende poner la tecnología y las ventajas de Internet al servicio de la ciudadanía; construcción de la Sociedad de la Información cuyo objetivo final es mejorar las condiciones de vida de las personas.

Publicado el 31 Aug 2007

En octubre del año pasado, la Municipalidad de Recoleta fue galardonada con el Premio Iberoamericano de Ciudades Digitales 2006, que la Asociación Hispanoamericana de Centros de Investigación y Empresas de Telecomunicaciones (Ahciet) convoca anualmente. La distinción no acaparó mayormente la atención de los medios de comunicación, sin embargo, fue el ‘espaldarazo’ para una verdadera competencia por llevar el llamado concepto de ‘ciudad digital’ a los municipios chilenos. La carrera la lidera en la actualidad Recoleta, seguida por otras como Peñalolén, Salamanca y Mejillones, sumadas a pequeños proyectos levantados en comunas como Graneros, La Compañía y Codigua. Todo un fenómeno que pretende poner la tecnología y las ventajas de Internet al servicio de la ciudadanía; construcción de la Sociedad de la Información cuyo objetivo final es mejorar las condiciones de vida de las personas.

En palabras sencillas, según explica Idalides Terán, Regional Business Manager de D-Link LatinAmerica, una ciudad digital es una “localidad interconectada por medio de una plataforma digital, a través de la cual se brindan servicios a la comunidad, y que tiene por objetivo primordial acortar la brecha tecnológica entre sus habitantes”. Se trata entonces de ‘hacer eco’ de la creciente interacción humana que ya se da a través de la red, para dar paso a la comunidad conectada, donde la interacción se produce entre los ciudadanos y su gobierno local. “Es un concepto que puede variar desde lo más básico del gobierno electrónico municipal -ingrediente fundamental- hasta el soporte de programas de alfabetización digital, apropiación de tecnología, de salud, de educación, de información (noticias locales), de empleo, de actividades e intereses comunales”, explica Alfonso Mazzarelli, Business Development Manager de Cisco Chile.

Una ciudad digital es entonces una infraestructura tecnológica destinada a facilitar la relación entre los ciudadanos y los procesos municipales, pero es sin duda mucho más que eso. Para Eduardo Griffa, Director de Marketing y Comunicaciones de Ericsson para el Cono Sur, el concepto tiene más que ver con “acercar las Tecnologías de Información a los ciudadanos y crear un espacio virtual de interacción de diversos actores sociales a través de medios electrónicos y TI… Es un proyecto de largo plazo que requiere un trabajo multidisciplinario e importantes inversiones, pero que, sin duda, entrega grandes ventajas a los ciudadanos”.

Democracia, acceso y tecnología

Las ciudades digitales utilizan los beneficios de las Tecnologías de Información y Comunicaciones para movilizar una serie de servicios que mejoran el desarrollo social, económico, educativo y cultural de los ciudadanos, ése es -coinciden los expertos- su principal activo.

Para Istal Rubio, Director Product Manager Continente Americano de OvisLink, “el modelo de ciudad digital implica una evolución y modificación de la actividad de la ciudad, derivado de un uso intensivo de tecnologías y, sobre todo, la posibilidad de abrir la comunicación y la relación bidireccional entre el ciudadano y el resto del mundo”. Eduardo Griffa coincide en que “el principal beneficio para las personas es que una ciudad digital ayuda a disminuir la brecha digital, pero además aporta para obtener comunidades mejor educadas y con una mayor calidad de vida, empresas más competitivas, y un gobierno más eficiente y centrado en el ciudadano”.

La tecnología actúa entonces como movilizador desde y hacia el gobierno local, y su éxito dependerá de la adecuada integración de servicios públicos, administrativos, bienestar social, salud, cultura y entretenimiento. “En esta verdadera red pública de servicios, las personas pueden interactuar con la comunidad y son parte esencial de los desarrollos y crecimientos de la misma”, explica Istal Rubio. Juicio que Alfonso Mazzarelli resume como una ‘puesta al día’ de la vida ciudadana; “es sacar a las comunidades del riesgo del retraso en su desarrollo e integrarlas a la forma de interacción vigente: la red”.

Entre los múltiples beneficios de las ciudades digitales los expertos destacan el ejercicio del gobierno electrónico, que mejora la cercanía y transparencia del quehacer de las municipalidades; y la aplicación de tecnologías a la educación, que permiten desde la divulgación de contenidos y programas educativos hasta el acceso instantáneo a reportes de desempeño de los alumnos; a la salud, con servicios que posibilitan un diagnóstico más temprano y preciso a amplios segmentos de la población con mayor eficiencia y agilidad; y a la seguridad ciudadana, como la videovigilancia y la coordinación en línea de organismos como Carabineros, Bomberos y servicios de salud.

La experiencia de Recoleta

“Recoleta Digital” es el slogan y la bandera de lucha de un ambicioso proyecto que con escasos recursos, pero mucho ingenio han logrado levantar en la comuna de Recoleta. El objetivo principal es facilitar a los vecinos la comunicación con la administración local. “El proyecto nació con la idea de reducir la brecha digital que existe en términos del acceso a las herramientas tecnológicas y hoy día tenemos proyectos en el área de salud, educación y servicios comunales”, comenta Gonzalo Cornejo, Alcalde de la Municipalidad de Recoleta.

Entre sus múltiples proyectos destacan el Software Gremm, a través del cual se accede en línea a una especie de libro de clases virtual que opera en 19 colegios municipalizados de la comuna y en el que padres y apoderados pueden conocer la asistencia, notas y anotaciones de sus hijos; la Ficha Vecino, que opera a través de la página web de la municipalidad (www.recoleta.cl) y donde la comunidad puede realizar todos sus requerimientos municipales, operaciones de emergencia o desarrollo comunitario; y el Consultorio Virtual, en el que los vecinos pueden acceder a través de Internet a los horarios de los médicos y reservar un turno de atención, entre otros múltiples servicios.

Idalides Terán,
D-LINKAlfonso Mazzarelli,
CISCOEduardo Griffa,
ERICSSONIstal Rubio,
OVISLINKGonzalo Cornejo,
MUNICIPALIDAD DE RECOLETA

Junto a esta oferta de servicios digitales, el proyecto de Recoleta se sustenta en el acceso a Internet, para lo cual han habilitado con Wi-Fi espacios geográficos claves dentro de la comuna como el Liceo Juanita Fernández Solar y el recientemente inaugurado Paseo de las Artes, un proyecto que busca recuperar el Barrio Bellavista como foco de desarrollo cultural.

La clave para todo este proyecto está en la capacitación de los usuarios, sin la cual nada tendría sentido, según explica el Alcalde Cornejo. “La brecha digital ha demostrado ser mucho más profunda que la brecha económica. Nuestro objetivo entonces es acercar a la comunidad a las ventajas de la tecnología y ayudarla a entender que aprender a usarla no es algo tan difícil”, señala. Para esto, han creado el Centro de Capacitación e Imaginación (Ccima) que desde el año 2001 imparte cursos de alfabetización digital a los vecinos.

El futuro que nos espera

El camino hacia la masificación de las ciudades o mejor dicho municipios digitales, ya ‘ha tomado cuerpo’ en Chile, alcanzando incluso a pequeños poblados como Graneros, La Compañía y Codigua, donde los beneficios de la tecnología se hacen aún más evidentes frente al aislamiento y el centralismo de la capital. En este sentido, los expertos destacan la importancia de aunar fuerzas entre el Estado, la empresa privada y los ciudadanos. “Muchos piensan que uno de los principales obstáculos para la consolidación de las ciudades digitales es la infraestructura, pero lo más complejo es aunar fuerzas, porque la infraestructura tecnológica está disponible, pero nada se puede hacer si no se le da un real valor a su utilización. Todo esfuerzo que realice una comunidad para convertirse en una ciudad digital debe realizarse en base a un trabajo conjunto, con el respaldo y compromiso de las diferentes áreas: académica, empresarial, Gobierno y entidades sociales”, explica el ejecutivo de Ericsson.

Respecto de los costos que implica la adopción de tecnología, el ejecutivo de OvisLink destaca la existencia de diversas organizaciones internacionales sin fines de lucro que ayudan a desarrollar este tipo de proyectos. “Estas entidades entregan las herramientas guía para que los municipios puedan llevar sus proyectos adelante con un simple click en Internet. Existe, por ejemplo, el Manual de Cómo Hacer una Ciudad Digital, la Guía para los Alcaldes, blogs y foros que cubren los aspectos más importantes en el desarrollo de un proyecto”, asevera. En este sentido, la comuna de Recoleta ha demostrado que la falta de recursos no es un impedimento para concretar este tipo de proyectos, que sin duda implican grandes inversiones. Gonzalo Cornejo, su Alcalde y precursor, explica la estrategia que sustenta su iniciativa: “para nosotros lo fundamental han sido las alianzas entre la municipalidad y la empresa privada, que ha visto la seriedad con la que trabajamos y esa confianza nos ha permitido acceder a una plataforma tecnológica de primer nivel, sin afectar el presupuesto de otras áreas del municipio”.

Con todo, la tendencia mundial nos marca el camino, con importantes iniciativas gubernamentales en países como Canadá, donde el apoyo del gobierno central ha sido clave para la construcción de ciudades digitales; o Estados Unidos, país en que la participación de las empresas tecnológicas y la sociedad civil han colaborado enormemente. El fenómeno de las ciudades digitales se ha extendido y ha evolucionado -concluye Eduardo Griffa- también bajo el amparo de programas como el Plan de Acción e-Europe 2005 y en la Región con Ahciet que, a través de la Red Iberoamericana de Ciudades Digitales, busca difundir y acercar a los ciudadanos a la Sociedad de la Información.

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Redacción

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