Filosofía de gestión BPM: El desafío de un nuevo paradigma

Publicado el 30 Sep 2012

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Que el mundo de los negocios es cada vez más dinámico es una realidad incuestionable; y que las empresas deben comportarse en función de ese ritmo, con el objetivo de ser cada vez más efectivas y eficientes que las demás compañías que compiten por el mismo mercado, es la única forma de no quedarse en el camino. Esto, pues la globalización de los mercados, la apertura económica, los tratados de libre comercio y el entorno de competencia en que se mueven los negocios exigen empresas y organizaciones que sean capaces de enfrentar su futuro con los más altos parámetros de eficiencia y eficacia.

Frente a esto, las empresas se han visto en la necesidad de mejorar sus técnicas de gestión y enfocarse en la búsqueda de aquéllas que les permitan alinear sus objetivos de negocios, con la estrategia de largo plazo de cada organización, y que estos lineamientos no pierdan validez ni importancia en el tiempo y que fortalezcan e impacten positivamente a la compañía.

Los procesos, un activo fundamental

En respuesta a esta necesidad aparece la gestión de procesos de negocios o BPM (Business Process Management), como una técnica estratégica capaz de generar y controlar cambios de forma ágil, oportuna, confiable y de calidad, con miras al logro de los objetivos estratégicos establecidos por dichas empresas.

Es así como gracias a la implementación de soluciones BPM, la gestión empresarial ha evolucionado a tal punto que hoy en día se considera que los procesos son un activo fundamental en el desarrollo de toda organización, razón por la cual las compañías deben adaptarlos, optimizarlos e integrarlos, apoyándose en soluciones de negocio conformadas por plataformas, sistemas de información y aplicativos. Estos deben responder ante los cambios que produce el entorno, facilitando más productividad y una mayor y mejor colaboración con socios comerciales y clientes de valor, evitando así riesgos innecesarios que disminuyen la rentabilidad y los beneficios de las mismas.

Con el paso del tiempo y un importante historial de experiencias exitosas a nivel mundial, hoy en día podemos afirmar con certeza que BPM ha pasado de ser una técnica, para transformarse en una verdadera filosofía de gestión empresarial. Sus principios toman como eje los procesos para garantizar el éxito, articulando la estrategia como uno de los tres grandes pilares de la gestión de procesos de negocios: la estrategia, los procesos y las personas, con el propósito de generar valor, y garantizando el consecuente incremento en el ROI.


Foco en medidas cualitativas

Es por todo esto que en Chile, muchas de las empresas interesadas en su perdurabilidad a través del tiempo han ido adoptado BPM como la técnica para mejorar su eficiencia, a través de la gestión sistemática de sus procesos de negocios. Sin embargo, el desafío que se presenta es seguir la tendencia mundial y avanzar hacia el entendimiento de ésta como filosofía de gestión; es entender que las iniciativas de gestión de los procesos deben enfocarse más en las medidas cualitativas y no sólo en aquéllas de corto plazo como la reducción de costos. Esto, desde el convencimiento de que BPM se perfila como el nuevo paradigma o modelo que satisface necesidades tangibles e intangibles de las compañías y abre nuevos segmentos de mercado para otras firmas que se enfoquen en temas de gestión empresarial, con modelos de negocios donde los procesos sirvan a los propósitos estratégicos.

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Redacción

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