Widefense elaboró un listado con algunas técnicas a tener en cuenta al momento de elaborar una password.
“La información corporativa y los datos personales están cada vez más expuestos a las constantes amenazas informáticas que día a día emergen. Es por ello que hay que considerar una serie de medidas y criterios para protegerlos y evitar, de esta manera, sorpresas desagradables o situaciones críticas”, afirma Kenneth Daniels, Gerente General para Chile y Centroamérica de Widefense.
En este contexto, el ejecutivo entregó una serie de pasos para construir contraseñas seguras e inteligentes en el tiempo:
1. Combine letras en mayúscula, minúsculas, números y caracteres especiales del teclado como, por ejemplo, @$%(/&=). De esta forma, tendrá una clave robusta.
2. Si usa un nombre, no ocupe por ningún motivo el suyo, ni el de sus seres queridos o el de la empresa donde trabaja. Tampoco utilice datos como su RUT, dirección, teléfono o fecha de nacimiento.
3. Otro camino es emplear una frase conocida o preferida por Ud. y eliminar sus vocales. Por ejemplo: “me gustas cuando callas porque estás como ausente”. Entonces quedaría como “mgstscndcllsprqstscmsnt”, es decir, se transforma en una clave fácil de recordar y difícil de adivinar.
4. Considere un mínimo de ocho caracteres al momento de definir una contraseña. Mientras sea más extensa, mayor es la dificultad de adivinarla.
5. Defina una password diferente para cada ocasión: ya sea para ocupar el computador, e-mail, Facebook, Twitter, banca online, foros, etc. Un tremendo error es usar la misma contraseña para todo.
6. Cada cierto periodo de tiempo, cambie sus respectivas contraseñas y así sucesivamente.
7. Considere también el uso de espacios en las contraseñas que defina.
8. Utilice la originalidad al momento de construir una contraseña. Evite caer en la tentación de usar estándares como “ABC123”, “admin”, “password” o “12345”.
9. No cree claves empleando teclas contiguas de su teclado como las sucesiones: “qwerty”, “poiuy”, “asdfg”, “ñlkjh”, “zxcvb” o “mnbvc”.
10. Si bien tener una contraseña para cada aplicación que se usa se puede transformar en un largo listado de claves difícil de recordar, se recomienda escribirlas y almacenarlas en algún lugar seguro, donde no se puedan perder y donde nadie pueda acceder a ellas, salvo su titular.
