En la actualidad, Chile es una plaza interesante para el mundo Fintech debido a diversos factores. Entre ellos, se destaca la estabilidad económica y política, lo que proporciona un ambiente propicio para el desarrollo y crecimiento de estas empresas. Asimismo, desde los gobiernos han sido proactivos en la creación de regulaciones y políticas que favorezcan el crecimiento del sector, estableciendo un marco legal que promueve la innovación y fomenta la competencia en el mercado financiero, como la Ley Fintech, aprobada hace unos meses.
En la misma línea, nuestro país cuenta con un ecosistema emprendedor activo y en crecimiento, apoyado por programas gubernamentales como Start-Up Chile, que brindan apoyo financiero y logístico a nuevas empresas, incluidas las Fintech.
Todo esto acompañado de una infraestructura tecnológica sólida y en constante crecimiento, lo que permite a las empresas Fintech desarrollarse y expandirse con mayor facilidad. La alta penetración de Internet y la adopción de dispositivos móviles en el país han creado un ambiente propicio para el desarrollo de soluciones Fintech, facilitando el acceso a servicios financieros a través de plataformas digitales.
Esto ocurre ya que, a pesar de los avances en el acceso a servicios financieros, aún existe una parte importante de la población chilena que no tiene acceso a servicios bancarios tradicionales. La aparición de soluciones Fintech ha permitido que más personas tengan acceso a servicios financieros, en especial aquellas que antes estaban excluidas o desatendidas por el sistema. En esa línea, la popularización de las Fintech y sus servicios ha generado un mayor interés en la educación financiera, lo que puede ayudar a los consumidores a tomar decisiones financieras más informadas y mejorar su bienestar económico.
El impacto en el sector financiero
Como consecuencia, la presencia de empresas Fintech ha impulsado la innovación en el sector financiero, con el desarrollo de productos y servicios novedosos que atienden a las necesidades de diferentes segmentos de la población. Esto puede resultar en una mejora en la calidad de vida de estos individuos y en el crecimiento económico a largo plazo, implicando una mejora en la calidad y variedad de productos ofrecidos a los consumidores.
En ese sentido, el crecimiento de este ecosistema ha impulsado la adopción de tecnologías digitales en el sector financiero y en otros sectores, lo que puede llevar a una mayor eficiencia y productividad en la economía en general.
Actualmente, es posible encontrar productos Fintech no solo en bancos o en startups dedicadas a esto, sino que, desde otras empresas, lo que se presenta como un valor adicional dentro de su Core Business. En este sentido, para las empresas de telecomunicaciones esto presenta una posibilidad de diversificar su oferta de servicios mediante la desagregación o “delayering”, siendo uno de los caminos más atractivos para innovar de forma competitiva y con gran potencial, el Fintech, permitiendo a las Telcos ofrecer servicios financieros a sus clientes y aprovechar las oportunidades de negocio que ofrece este sector. Esta opción es considerada como la más inmediata, fácil y de mayor longevidad para esta industria.
La interacción entre empresas Fintech y entidades financieras tradicionales ha generado una mayor colaboración y aprendizaje mutuo, lo que puede acelerar la adopción de innovaciones en el sector financiero. La transformación de Chile en una plaza interesante para el mundo Fintech ha sido en su mayoría positiva y puede generar beneficios a nivel económico y social, así como impulsar el desarrollo y la adopción de más tecnologías digitales en el país.