Por Marcelo Solari, Gerente General de Kibernum Chile.
En los últimos años, especialmente por la pandemia, el mundo se digitalizó vertiginosamente.
En las empresas, mucho del trabajo se volcó hacia soluciones digitales, herramientas colaborativas y repositorios en la nube. Muchas también lograron que sus empleados adoptaran estas tecnologías bastante rápido y desde entonces sabemos que se destinan mayores recursos a las áreas TI para el desarrollo de nuevos negocios, y así mejorar su oferta de productos y servicios que se traducen en mayor rentabilidad.
También los usuarios finales se enfrentaron a nuevos procesos: tuvieron que renovar sus equipos tecnológicos y adaptarse a distintas formas de realizar las actividades de la vida diaria, desde el trabajo hasta la entretención y obtención de bienes y servicios.
En el estudio del Observatorio de Capital Humano Digital: “Transformación digital con las personas en el centro”, de Kibernum junto a Visión Humana, encontramos que aunque las personas están más cómodas con la tecnología, aún queda mucho por hacer para resolver algunos procesos y brechas como algunos miedos y temas de seguridad cibernética, por ejemplo al hacer trámites, compras, o acceder a información.
La instancia consideró la participación de dos mil adultos pertenecientes a las principales ciudades de todas las regiones del país y presentó resultados para comprender mejor la cultura digital que se vive actualmente en Chile. Gracias a ella, sabemos que la tecnología se ubica como el tercer sector que más contribuye al bienestar de los chilenos (58%), solo detrás de las universidades (59%) y alimentos (58%).
A pesar de que hoy sabemos que a la gente le resulta más natural el uso de tecnología para el día a día, el sector que presenta mayores desafíos para su aplicación es el mundo del trabajo. Por ello creemos que nuestra responsabilidad como industria TI, es que el desarrollo de nuestras propuestas de valor se enfoque en orientar al mundo público, privado y la sociedad civil, a que la tecnología puede ser una herramienta que cambie la experiencia de la gente no solo en el nivel de consumo, sino para su vida en general.
Como industria, debemos resolver el cómo hacer que la gente se digitalice y comience a implementar la tecnología no solo como medio de entretenimiento y comunicación sino que sea un elemento que cambie su vida y la simplifique. Tenemos que trabajar por esta transformación cultural, generar planes de formación y tomar ciertas decisiones en torno al estilo de vida en el mundo de hoy. Esta es una invitación al sector a sumarse a desarrollar estrategias y caminos más objetivos hacia la digitalización, centrándonos en cómo la gente usa, percibe y disfruta de esta transformación.