La empresa chilena M-Risk desarrolló una innovación tecnológica para organizar, de manera digital y en una plataforma de nube, miles de documentos asociados a la gestión socio-ambiental, financiera y de gobernanza en proyectos de la gran minería. El software permite centralizar y dar trazabilidad a la información necesaria para elaborar reportes de sostenibilidad, ante una nueva regulación dictada por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
La norma 461, que entrará en vigencia este año, fortalece la actual disposición en la materia y establece nuevas exigencias sobre sostenibilidad y gobierno corporativo.
Creado por M-Risk, el software es una solución de carácter modular, distribuido en 11 áreas de desempeño operativo, en los cuales los usuarios pueden programar actividades, dar seguimientos a compromisos y almacenar y acceder a información en tiempo real.
Según Erika Arredondo, Gerenta de Marketing de M-Risk, una de las principales contribuciones de esta tecnología a la industria, es aportar a su transformación digital y migrar desde las planillas electrónicas a una plataforma con mejor trazabilidad y almacenamiento centralizado.
El software de M-Risk opera con protocolos de seguridad y privacidad certificados, otorgando accesos para usuarios internos o proveedores, quienes son los que nutren la información vinculada a la sostenibilidad de la compañía y sus tres áreas de impacto: socio-ambiental, financiera y gobernanza.
La plataforma organiza y gestiona datos de diversa índole en sus 11 módulos, que van desde permisos ambientales hasta políticas internas de equidad de género, como paridad de dotación y en remuneraciones.
La ejecutiva de M-Risk señaló el objetivo del nuevo software: “Nuestro propósito es contribuir a que las empresas pongan a la sostenibilidad en el centro de su negocio, no solo asegurando la viabilidad de sus proyectos, sino contribuyendo a la sociedad en su conjunto. Queremos que la sostenibilidad sea parte fundamental de la cultura e identidad de nuestros clientes”.
Cabe mencionar que la norma 461 de la CMF fue dictada en noviembre pasado, en simultáneo a la realización de la cumbre para la acción climática de Naciones Unidas COP-26, en Glasgow, Escocia.
Su objetivo es actualizar el marco regulatorio local a estándares internacionales y que las empresas reporten las políticas, prácticas y metas adoptadas en materia medioambiental, social y de gobernanza (ASG).
