S egún Patricio Santander, Docente de la Escuela de Informática y Telecomunicaciones de Duoc UC sede Viña del Mar, “la gran gama de productos disponible actualmente en el mercado, permite utilizar este tipo de soluciones de seguridad casi en cualquier ambiente. Inicialmente implementadas para la seguridad en empresas, en la actualidad las podemos ver en hogares, colegios, jardines, condominios, zonas residenciales, parcelas, etc.”.
Un mercado en permanente evolución. Así podría definirse el sector de la videovigilancia, donde la transición a sistemas de tipo digital, así como la disponibilidad de equipos que registran en mejor calidad las imágenes y, principalmente, la integración de distintos sistemas y tecnologías bajo el paraguas de la videovigilancia, han permitido contar hoy con soluciones que benefician a distintos mercados, como el de retail, transporte, minería, energía, comercio, banca e infraestructura, entre otros, incluyendo no solo grandes empresas, sino también Pymes.
Para Pymes, por ejemplo, explica el Docente, es posible encontrar cámaras que permiten una excelente visualización y grabación de video tanto de día como de noche, cámaras que permiten vistas de hasta 360º, dispositivos que solo se activan al detectar movimiento -lo que reduce significativamente el almacenamiento de los videos-, y cámaras que incluyen parlantes para poder disuadir a los intrusos llamando su atención y enviando mensajes desde los dispositivos móviles.
Y es que, en materia de integración, que es uno de los avances más marcados que ha tenido este mercado, hoy ya no solo se trata de video, sino que se han sumado otras opciones y este puede estar asociado a comunicaciones, megafonía, sistemas de instrucción, sistema de lectura de placa patente, control de acceso, etc.; posibilitando que el operador del sistema vaya dejando atrás un rol más bien reactivo o de mero observador.
De esta manera, es posible ver una tendencia a integrar intercomunicadores y altavoces, dando como resultado que, además del registro de video y todas las potencialidades de gestión sobre este, hoy exista la posibilidad de interactuar y generar alertas ante cualquier situación.
Patricio Santander agrega que, incluso, podemos ver sistemas integrados en drones, que permiten realizar funciones de búsqueda, análisis de terrenos, asistencia en incendios, catástrofes, etc. También es factible, al identificar un rango de temperatura riesgoso con una cámara térmica configurada para hacerlo, detectar un posible foco de incendio.
Uno de los mercados claves
De acuerdo al Docente de Duoc UC, “cuando pensamos en empresas más grandes saltamos de las aplicaciones de seguridad a las de análisis de comportamiento de clientes, en entidades como la banca, el retail y el transporte, donde se pueden efectuar funciones personalizadas avanzadas, como el conteo de personas, tiempo de espera, trayectorias de clientes o bien determinar adónde va la gente cuando entra a la tienda”.
En retail, por ejemplo, que resalta como uno de los segmentos que más utiliza herramientas de videovigilancia, es posible determinar los sitios más visitados en las góndolas de los supermercados. Y no solo eso: la analítica, una tendencia que se ha integrado con fuerza a este sector, provee una herramienta altamente útil para que los retailers puedan mejorar las ventas, así como la disponibilidad de los productos.
También es un aliado a la hora de permitir tomar medidas para optimizar el uso de los recursos; como reasignar personal según se requiera, evitando así posibles retrasos en las cajas. Esto, ya que es posible, por ejemplo, analizar el comportamiento de los consumidores, establecer rangos de edad y género de las personas que transitan de una tienda, medir los flujos de clientes que circulan por los pasillos o el largo de las filas de espera en una caja. Toda esta es información que permite hacer gestión y tomar medidas, como planificar mejor los espacios para transitar, o emitir alertas si hay mucha espera en una fila.
Las aplicaciones son variadas. Hay incluso soluciones que, en base al reconocimiento facial, permiten detectar cuando un “mechero” (delincuente que se especializa en robo de ropa) entra a una tienda, pues asocia la imagen de esta persona con la base de datos del retailer correspondiente y genera una alerta cuando esta ingresa al lugar. En esta misma línea de identificar a quienes ingresan a un establecimiento, el retailer podría identificar a un cliente y, en base a la información que se maneje de este y sus gustos, preferencias o patrón de compras habitual, ofertar una promoción en los carteles por los que está pasando, de manera de aumentar las ventas.
En retail también es posible comenzar a observar el uso de la tecnología de heatmaps o mapas de calor, la cual permite determinar el flujo de los clientes en una tienda o en lo que respecta a las góndolas. De este modo, la empresa puede tener claridad sobre la interacción de los consumidores con los productos; información que sin duda puede orientar las decisiones comerciales o de marketing. Respecto a los retos que enfrenta este mercado, el Académico de Duoc UC explica que “el uso de estos dispositivos también requiere una correcta instalación y manipulación, la cual no siempre se realiza. Debemos siempre tener presente la implementación de contraseñas para acceder a la visualización de las cámaras, lo cual muchas veces no se hace; no analizamos el riesgo de realizar esta acción”. Por esta razón, la asesoría de un proveedor experto, sin duda, será clave para contar con una implementación adecuada.
El auge de la Inteligencia Artificial
Una de las tendencias que marcarán este sector es la Inteligencia Artificial, que permite comprender mejor el comportamiento de las personas y el entorno, facilitando la toma de decisiones y resolución de problemas. Las tecnologías de Aprendizaje Profundo, adelantan los especialistas, comienzan a tomar relevancia, usando software de reconocimiento de patrones para aprender sobre diferentes tipos de comportamientos a través de las múltiples cámaras, pudiendo alertar cuando alguna situación salga de lo común en base a los patrones que se van determinando, permitiendo responder rápidamente antes de que surja una situación de peligro.