Hablar de innovación es hablar de un concepto ampliamente difundido y sobre el que hay gran consenso respecto de su relevancia en el desarrollo de las compañías. Sin embargo, ¿cuán innovadoras son realmente las empresas en Chile? ¿Qué porcentaje de sus recursos están dispuestas a invertir en tecnología? En Grupo Falabella, el área de Desarrollo Tecnológico es la encargada de impulsar la innovación en TI al interior de la compañía. Basándose en su experiencia como líder de esta unidad, Andrés Arancibia responde a estas interrogantes señalando que el nivel de innovación en Chile está íntimamente ligado a las necesidades del negocio, una relación muchas veces compleja, sobre todo cuando los beneficios de la tecnología no siempre son cuantitativamente medibles y cuando el ensayo y error forman parte fundamental del proceso.
¿Cómo se asume esta área al interior de la compañía hoy día?
Definitivamente, como un área que debe, a través de la tecnología, agregarle valor al negocio, ya sea haciendo más con lo mismo o explorando nuevas oportunidades en torno a tecnologías que no se están utilizando dentro del grupo. De esta forma, nuestro objetivo es incorporar tecnología siempre que el negocio lo necesite y que la inversión en este sentido tenga relación con resultados posibles de ser cuantificados. Lo que hacemos entonces es motivar un proceso de transferencia tecnológica, donde observamos lo que ocurre en el mercado y definimos cómo podemos aplicar eso a nuestra realidad específica.
¿Cómo funcionan en la práctica como área?
Todo se inicia con un proceso de investigación de lo que está ocurriendo en el ámbito tecnológico a nivel mundial, principalmente en el área del retail; una práctica tan cotidiana como leer el diario todos los días o revistas especializadas. Cuando detectamos una tecnología que puede servir en la compañía la investigamos y, luego de una aprobación formal, pasamos a la etapa de laboratorio (prueba tecnológica), donde evaluamos su viabilidad técnica y esfuerzo de incorporación. Luego de esto, si llegamos a acuerdo con las áreas de negocio, pasamos a una etapa piloto (prueba de concepto). Suele ocurrir que, si no encontramos un correlato entre una determinada tecnología y el negocio, ésta se queda congelada hasta que aparece una oportunidad para presentarla.
¿Cuál es el valor concreto que ha traído la tecnología al retail?
Sin duda, el crecimiento que ha experimentado el retail en los últimos 15 años ha sido en gran medida gracias a la incorporación de tecnología, que permite coordinar a millones de clientes con miles de productos en cientos de tiendas.
¿Cuáles son las principales trabas para la innovación tecnológica?
Como en todo ámbito, la disponibilidad de recursos es limitada y, por ende, es sin duda una de las principales barreras para la innovación. Particularmente, en nuestro caso, no contamos con un presupuesto específico para este ítem. Lo que hacemos entonces es ir avanzando en la medida en que el negocio enfrenta nuevas necesidades que podemos satisfacer a través de la tecnología. Esto, porque la tecnología al interior de las empresas debe agregar valor al negocio y eso hay que demostrarlo con números.
A veces puede suceder que cierta tecnología que se propone aporta valor al negocio, pero es un valor potencial, es decir, no es tan fácil de medir en el corto plazo y es ahí donde los recursos para la innovación se ven limitados.
El nivel de innovación está íntimamente ligado a las necesidades del negocio, lo que muchas veces implica una relación compleja, principalmente cuando los beneficios de la tecnología no siempre son cuantificables y nos enfrentamos a un escenario de incertidumbre respecto a un resultado exitoso.
¿Cómo se puede vencer esto?
A esto se agregan dificultades derivadas de nuestra limitada capacidad para comunicar (‘marketear’) las ideas, porque como ingenieros nos movemos en un ámbito que no tiene mucha relación con las habilidades sociales, y nos topamos con la necesidad de convencer a las áreas de negocios, las que requieren de respuestas concretas, en lenguaje de negocio y no técnico, que no siempre estamos en condiciones de dar.
Un ejemplo de esto es lo que ocurre cuando se busca implementar etiquetas de radiofrecuencia y nos enfrentamos a la pregunta: ¿cuánto se va a ahorrar la compañía con esta implementación? La respuesta no es fácil porque hay que determinar una serie de factores como el tiempo que pierde un vendedor en buscar una etiqueta o las oportunidades de venta que se pierden por un producto mal rotulado. Medir eso en números concretos es algo difícil.
Sin embargo, también hemos desarrollado proyectos donde la medición es mucho más fácil, como cuando implementamos telefonía IP en Sodimac y el tema no estaba aún muy difundido, por lo que había muchas dudas sobre su efectividad. Pese a eso, el tiempo nos dio la razón y ahorramos cerca de un 10% en gastos de comunicaciones a la compañía.
Se debe poner especial énfasis en alinear las TI al negocio en función de las variables que a éste le hacen sentido (habitualmente económicas), ofertando un portfolio de iniciativas de innovación de donde el negocio pueda seleccionar.
¿Qué proyectos y nuevas aplicaciones han implementado desde esta área?
Hemos trabajado principalmente en temas como movilidad, implementando en las tiendas tecnología con equipos de radiofrecuencia para consultar códigos de precios. Se trata de algo muy sencillo, en apariencia, pero que ha implicado cerca de dos años de gran trabajo. Otro espacio es el del OpenSource, donde gracias al uso de la plataforma LAMP (Linux, Apache, MySQL y PHP) desarrollamos aplicaciones en tiempos récord y con muy bajo esfuerzo, principalmente para prototipos y pruebas de tecnología. Desde aquí comenzamos a entrar al mundo de la colaboración mediante el uso de la mensajería instantánea interna. De ahí saltamos a herramientas de portal y webconference, potenciando el concepto dentro del grupo.
Junto con esto, desde el año pasado estamos investigando el uso de etiquetas de radiofrecuencia, como una necesidad concreta del negocio. Como área conocíamos esta tecnología, habíamos realizado laboratorios con el fin de entenderla, y cuando surgió la necesidad aprovechamos la coyuntura para presentarla como solución. Hemos investigado también las web sociales 2.0, donde estamos buscando valor para las áreas de marketing y desarrollando aplicaciones para los dispositivos blackberry, que permiten dar mayor movilidad.