Regulaciones con olor a revolución

El reloj corre rápido y a fin de año todas las compañías que transan sus papeles en Estados Unidos tendrán que cumplir con las exigencias del acuerdo Basilea II, la ley Sarbanes Oxley (SOX) y los nuevos aires del riesgo operacional.

Publicado el 30 Sep 2005

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El reloj corre rápido y a fin de año todas las compañías que transan sus papeles en Estados Unidos tendrán que cumplir con las exigencias del acuerdo Basilea II, la ley Sarbanes Oxley (SOX) y los nuevos aires del riesgo operacional.

Pocas veces en la historia la palabra transparencia había sido más utilizada en nuestro país que en los últimos meses. Transparentar se ha convertido en el verbo obligatorio para todas las instituciones, incluidas las empresas privadas.

La globalización de la economía mundial ha generado acuerdos internacionales como el de Convergencia Internacional de la Medición de Capital y Estándares de Capital, conocido como Basilea II y la denominada Sarbanes Oxley que buscan la transparencia de los mercados.

En virtud de estos acuerdos, y a partir de 2006, todas las compañías nacionales que transan sus papeles en Estados Unidos estarán obligadas a presentar sus resultados financieros ante la Securities and Exchange Comision. El objetivo es uno solo: minimizar las posibilidades de entregar información adulterada, incompleta o errónea. Si no lo hacen, se expondrán a sanciones económicas y restricciones legales que pondrían en peligro su operación en el país del norte.

La ecuación es simple: Riesgo = Amenazas x Vulnerabilidades x Activos. Sin embargo, para cumplir con las regulaciones internacionales es precisa una revolución tecnológica que está teniendo lugar ante nuestros ojos.

Administrar la información será la clave

El manejo de la información es la herramienta clave para dar cumplimiento a las nuevas disposiciones. La clave del éxito para las compañías estará en su capacidad para administrar adecuadamente su caudal de información -variada, dispersa y multifactorial- para definir de manera precisa las características del riesgo asociado a cada operación que realiza.

Así las cosas, la presión sobre la plataforma de tecnología de información será muy intensa. Las compañías deberán garantizar toda la información existente en sus dependencias, incluyendo la que reside en notebooks, computadores personales y, todavía más complejo, deberá respaldar todos los correos electrónicos que tengan relación con su negocio.

Almacenamiento en línea

Las tradicionales capacidades de ‘almacenamiento en línea’ y respaldo adquieren una preponderancia única. Sarbanes Oxley (SOX) exige que todas las organizaciones tengan los archivos de negocios respaldados en un formato digital que no pueda ser modificado con fines que pudieran ser cuestionables.

El desafío para los proveedores de TI es ciertamente muy complejo por cuanto deberán trabajar en conjunto con sus clientes para el desarrollo de nuevas prácticas de control interno e incrementar la eficacia de la plataforma transaccional, eliminando los riesgos de pérdida de información y utilizando prácticas eficientes de riesgo operacional.

Se estima que del presupuesto de inversión en TI, cerca del 60% corresponde a la administración de datos y, por lo tanto, además de cumplir con la regulación internacional, aplicar esta tecnología es una oportunidad para capitalizar la información con fines de negocios.

Octubre de 2005

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Redacción

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