Luego de más de un año con el azote de una pandemia a nivel mundial, muchas organizaciones mutaron sus procesos manuales o físicos a tecnológicos. La computación en la nube incrementó su participación en diferentes áreas del mercado, como en la gran mayoría de los servicios, usando versiones públicas y privadas.
Juan Maldonado, Subgerente de Arquitectura de Zenta, explicó que la nube privada es utilizada mayoritariamente por organizaciones gubernamentales, de salud o financieras, que buscan aumentar el control de su entorno computacional. En tanto, el uso de las Clouds públicas se encuentra en grupos más heterogéneos, donde el principal motivo de uso yace en su bajo costo, escalabilidad y confiabilidad del servicio.
En ese sentido, muchas organizaciones están comenzando la aventura de la nube, Maldonado señala que, “es recomendable partir con un modelo de nube pública por su bajo costo, ya que el modelo de pago es ‘pay as you go’. Es decir, se paga únicamente por lo que se consume. Así, las organizaciones en crecimiento, pueden gestionar mejor las necesidades de inversión en IT. Otro de los puntos es que permite escalar rápidamente los recursos de infraestructura a nivel mundial, unos de los patrones más comunes de crecimiento es utilizar servicios PaaS o Serverless que permitan reducir el esfuerzo de administración, así los equipos solo se preocupan por el desarrollo del software y agregar valor al negocio”.
Las principales desventajas de la nube privada tienen que ver con su alto costo en comparación con la pública, ya que requiere un constante mantenimiento de hardware y software y, finalmente, la evolución de sus datos es menor, debido a su alto coste de inversión. Por otro lado, la pública cuenta con servidores compartidos y una red con otros clientes que podría generar complicaciones al momento de cumplir con las políticas de privacidad y confidencialidad. Además, el funcionamiento adecuado, así como las mismas copias de seguridad, dependen de los proveedores.
Como todo servicio, existen ventajas y desventajas, solo depende del tipo de uso que se requiera, sin embargo, la nube sigue creciendo exponencialmente, tanto así, que durante el 2021 se espera que la inversión de organizaciones en este tipo tecnología aumente en un 23% respecto al 2020. Pero no quedará solo en eso, según las predicciones de los analistas el futuro de la nube es el modelo distribuida, uno que interconecta los datos desde distintas ubicaciones geográficas algo que la actual no logra hacer, debido a que cuenta con una central determinada, de esta forma la nube comenzará su proceso de descentralización.