Tres jóvenes socios y amigos, ingenieros civiles industriales de la Universidad Católica, tras un recorrido laboral por diversas empresas, deciden juntarse el año pasado y crear Chita, empresa que llega al mercado chileno para ofrecer liquidez online “más rápida que nunca” y anticipar las cuentas por cobrar de forma simple. De ahí su nombre Chita, siendo éste el animal terrestre más veloz sobre la faz de la tierra (también conocido como guepardo).
Se trata de Felipe Morel y los hermanos Patrick y Christian Real, quienes desde hace un tiempo, buscaban emprender y se sentían atraídos por el mundo Fintech. Percibían que en diversas industrias se habían producido emprendimientos disruptivos gracias al mundo online -por ejemplo, en el sector automotor con Uber, y en el del arriendo de viviendas con Airbnb-, pero que eso no sucedía con la industria financiera.
Además -dicen-, sentían que se evaluaba a la gente y su capacidad de crédito igual que en los años ’80, con mucho papeleo, revisión del historial y patrimonio, sin aprovechar los beneficios de Big Data, con la cual se logra algo refinado y buena parametrización para obtener perfiles de riesgo.
Otro tema que visualizaron es que del total de empresas en Chile, solo el 5-7% accede al factoring ya sea por costos o desconocimiento”. Las Pymes, sin duda, eran un interesante nicho que podía estar siendo poco cubierto por el sistema financiero.
“Todas estas ideas nos daban vueltas, hasta que supimos de Gosocket, que era una red de muchos usuarios, la cual giraba en torno a la facturación electrónica, y a la cual se podía acceder fácilmente. Además, una de sus aplicaciones era Anticipos, solución de pagos anticipados de facturas electrónicas”, dice Felipe Morel.
Al poco tiempo, ya eran socios. Junto a Gosocket y el aporte de unos inversionistas con gran capacidad de fondeo, se lanzaron al mercado. Su primera y simbólica operación fue el 4 de noviembre de 2016. “Para lanzarnos hicimos una alianza en donde Gosocket, pone la mesa (un ambiente con facturas para más de 500 mil empresas), y nosotros la comida”.
Tras cinco meses de funcionamiento, han anticipado cerca de 2.500 facturas equivalentes en montos a US$ 3 millones. Tienen 100 clientes y para fin de año esperan llegar a 300. “Nuestro crecimiento mes a mes, ha sido exponencial. Cuando esto ‘agarre vuelo’ el factoring se habrá democratizado en el país”, agrega Patrick Real.
Sus valores claves son rapidez, transparencia y tasas competitivas para el público al cual nos enfocamos. Antes, si de promedio una Pyme desde que pedía el financiamiento hasta que lo tiene en su cuenta bancaria, tardaba una semana, hoy, junto a Chita y Gosocket, se puede lograr todo en un solo día, incluso en un par de horas.
