Francisco Del Real.
¿Cómo evaluaría el accionar de las empresas para hacer frente a temas de seguridad en pandemia?
El Covid-19 trajo consigo un proceso que nadie imaginó, en donde las compañías tuvieron que moverse a ámbitos en que, si bien es cierto, alguna vez pensaron estar, no contaban con un plan para hacerlo.
En este sentido, enfrentaron tres grandes pilares. El primero tiene que ver con la conectividad de los colaboradores desde un lugar distinto a la oficina, ya que cuando se habla de teletrabajo se tiende a pensar que es desde casa, pero es un concepto mucho más amplio que eso, en donde las personas pueden realizar sus actividades desde cualquier lugar, dispositivo, así como conectarse desde una red disponible. Este es el desafío de la ubicuidad (integración de dispositivos inteligentes a nuestro entorno).
El segundo se refiere a servicios y procesos para que la gente que está conectada desde distintos sitios pueda realizar estas actividades, y ejecutar la función que hacía antes en un lugar controlado, ahora en un lugar distinto. Y esto, las empresas lo están afrontando a través de aplicaciones, servicios y procesos en nubes públicas y privadas. El último pilar, en tanto, es la visibilidad, control y, fundamentalmente, prevención, ya que antes funcionábamos en un ambiente controlado y único, que hoy es híbrido y abierto.
Cuando miramos así, indudablemente que el acercamiento hacia la ciberseguridad debe ser redefinido. Y Check Point Infinity Vision apunta a eso: es una solución preventiva, simple y consolidada, con visibilidad 360, que permite en forma fácil y modular expandirse a los nuevos desafíos que presenta esta transformación digital acelerada.
¿Qué otros aspectos considera relevantes para optar por un modelo de seguridad Zero Trust?
Como profesional con vasta experiencia en la materia, considero que el tema de costo es clave, ya que este ítem era mirado hasta hace un tiempo como una herramienta tecnológica necesaria obligatoria, pero que tenía cero impacto en el negocio; siendo un gasto más que una inversión. La perspectiva de Zero Trust y el momento que estamos viviendo hoy vino justamente a cambiar ese paradigma, haciendo que la ciberseguridad comience a formar parte de los proyectos de inversión de las compañías. Pero la verdad es que la tendencia indica que nos moveremos en ámbitos que serán digitales, por lo que evidentemente se debe contar con estructuras que soporten eso de forma segura. Y si seguimos el camino tradicional en que salía al mercado a buscar un producto, elegía el proveedor, lo compraba y lo implementaba, lo que estoy haciendo finalmente es agregar complejidad. Los desafíos actuales tan acelerados nos llevan a tener que anticiparnos, ya que la forma en cómo acostumbrábamos a hacer las cosas, hoy está cambiando. Un ejemplo claro de esto son las VPN, que permiten que nos conectemos en forma segura desde un punto a otro, pero eso es solo conectividad. El real desafío es permitir que personas usuarias con distintos roles, dispositivos y desde diferentes lugares, puedan interactuar de manera segura con nuestros servicios y aplicaciones. Sin duda, una problemática bastante mayor que solo conectar.
¿Aquí es donde comienza a cobrar real sentido esta estrategia?
Sí. Porque Zero Trust apunta básicamente a la integración de la ciberseguridad en los proyectos tecnológicos y de negocio de las empresas, y también porque quita complejidad a la infraestructura.
En esta materia, cuando miramos la ciberseguridad como un producto tecnológico, se tiende a comprar una caja o software para sumarla a una cantidad de soluciones que ya se tienen, y que no necesariamente se comportan bajo esta visibilidad 360, puesto que pueden funcionar muy bien individualmente, pero no en comunidad. Por lo tanto, para resolver las problemáticas y desafíos que hoy están imperando en el mercado, si no se hace bajo una modalidad de Zero Trust, se debe comprar obligatoriamente demasiadas cosas que finalmente producen elevados gastos en dinero, tiempo y energía tratando de administrar todo eso. Y realmente el objetivo final es disminuir la brecha de vulnerabilidad que se pueda tener en términos de ciberseguridad.
¿Cómo aborda Check Point la implementación de redes Zero Trust?
Check Point es una de las compañías que ya desde hace mucho tiempo viene indicando que el acercamiento hacia la ciberseguridad debiera ser más holístico, y este nuevo proceso que nos está tocando vivir, no hizo más que acelerar esa estrategia y apuntarla hacia las necesidades que nos trae esta nueva forma de hacer las cosas.
En este sentido, bajo el concepto de Infinity Vision, es que hemos anunciado la integración de todas las tecnologías que generaban un número importante de productos, en tres grandes pilares que componen esta propuesta de Zero Trust en Check Point, y que apuntan a resolver los desafíos que nos tocará enfrentar de una manera más económica, segura y flexible.
¿En qué consiste Infinity Vision, y cómo Check Point le aporta valor?
Infinity es la visión bajo la cual Check Point agrupó todos sus productos y tecnologías que estaban imbuidas en el desarrollo de estos últimos 26 años. Los clasificó en tres grandes pilares: Quantum Security Gateways, que tiene que ver con la solución completa de todo lo que es el networking tradicional (redes y data center); segundo, Harmony, solución global que permite a los usuarios conectarse desde cualquier rol, lugar y dispositivo en forma fácil, flexible y rápida; y finalmente CloudGuard, que es todo lo relacionado con la ciberseguridad en estas plataformas de multinube, donde se mueven los clientes.
El valor de Check Point es su vasta trayectoria dedicada exclusivamente a la fabricación de soluciones de ciberseguridad, siendo reconocidos por las principales firmas de investigación de mercado a nivel mundial. Puedo decir que una vez más se anticipa en presentar tecnologías de avanzada y adecuadas a las reales necesidades de nuestros clientes, basadas como siempre en el pilar de la prevención.
¿Cuáles son los desafíos que como experto en la materia visualiza en este sentido?
Lo primero que veo es la expansión y migración de las compañías hacia ambientes híbridos donde cloud fundamentalmente tomará protagonismo.
Se nos viene 5G, por lo que todo lo que llamamos Internet de las Cosas (IoT) hará que tengamos demasiados dispositivos conectados, y el espacio a cubrir en términos de ciberseguridad será mucho más amplio que el actual.
Por último, la digitalización de procesos, donde mucho de lo que hacemos será digital, abrirá otro gran espacio de interacción tecnológica. La expansión hacia espacios abiertos también ha hecho que las amenazas se muevan, avancen y se hagan cada vez más sofisticadas y complejas, por lo que las herramientas tradicionales que conocemos, lamentablemente ya no nos ayudarán a enfrentar el tema. Es el momento de rehacer nuestra mirada de ciberseguridad, y buscar socios con visión y adecuación a estos nuevos tiempos. Producto por producto es solo costo y complejidad; hoy se requiere de nuevas estrategias.
