Didier de Saint Pierre, Director Ejecutivo de Enlaces: “La tecnología en la educación aumenta las habilidades esenciales del siglo XXI”

La educación en Chile está tras un cambio. En los próximos dos años el capital destinado a tecnología en esta área será superior a todo lo invertido por Enlaces, Centro de Educación y Tecnología del Ministerio de Educación, en sus 15 años de historia: más de US$200 millones, pasando de la tasa actual de 26 alumnos por computador, a una de 10 estudiantes por PC. Poco a poco, nos estamos acercando a la ?densidad tecnológica? en las escuelas, a una velocidad creciente y sólo comparable a la con que hoy transitan los países desarrollados. ¿Cómo apoyan las TI esta transformación? ¿De qué manera impactan el aprendizaje y, a partir de ahí, las posibilidades de desarrollo como país?

Publicado el 31 May 2008

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La educación en Chile está tras un cambio. En los próximos dos años el capital destinado a tecnología en esta área será superior a todo lo invertido por Enlaces, Centro de Educación y Tecnología del Ministerio de Educación, en sus 15 años de historia: más de US$200 millones, pasando de la tasa actual de 26 alumnos por computador, a una de 10 estudiantes por PC. Poco a poco, nos estamos acercando a la ‘densidad tecnológica’ en las escuelas, a una velocidad creciente y sólo comparable a la con que hoy transitan los países desarrollados. ¿Cómo apoyan las TI esta transformación? ¿De qué manera impactan el aprendizaje y, a partir de ahí, las posibilidades de desarrollo como país?

¿Qué aportes se generan a nivel país al fomentar las prácticas innovadoras en educación?
Creo que hay un consenso general respecto a que en los tiempos modernos, si un país quiere ampliar su riqueza y llegar a ser desarrollado, la mejor inversión que puede hacer es en educación. Está claro que las competencias relevantes de una Sociedad de la Información están más en ciertas destrezas de las personas en el ámbito de diseño, innovación y creación de empresas, que en habilidades manuales y productivas, como en el siglo pasado. Y esas destrezas -particularmente en países como los nuestros- requieren de una educación especial para competir en un mundo global. Creemos que en el tema educación, Chile tiene la posibilidad de hacer algo distinto y tomar varias posiciones de ventaja. Y para eso debe preguntarse: ¿qué educación deben tener nuestros niños? Quienes seguramente realizarán en el futuro un trabajo totalmente nuevo, en un mundo en permanente cambio.

¿Esos son los beneficios que tienen los estudiantes al acceder a herramientas de innovación en TI?
Creemos que las nuevas tecnologías pueden contribuir significativamente al desarrollo de este tipo de habilidades y destrezas, pero las TI por sí solas no lo hacen, porque los cambios no ocurren sólo al instalar computadores en las escuelas. Debe existir un diseño que integre estos recursos al currículo y que lo transforme de acuerdo a esta nueva realidad.

Y la tecnología contribuye mucho a lograr eso….
Efectivamente, a través de los dispositivos más simples, como un computador con un proyector, y hasta la televisión puede ser utilizada por un profesor capaz de aprovechar estos recursos. Nosotros estamos apostando a un modelo ‘uno a muchos’, es decir, pensando en un computador con un proyector y buenos software educativos, incluso con simuladores, de manera que el alumno se conecte con experiencias de aprendizaje distintas. Es decir, si tiene que recorrer el cuerpo humano, que lo haga convertido en un glóbulo rojo a través de una aplicación especialmente desarrollada para eso.

¿La experiencia de qué países deberíamos seguir en este sentido?
Estamos aprendiendo de todos los países que tienen cosas que decirnos al respecto. Mi impresión es que en Chile, al igual que en muchos lugares del mundo, estamos teniendo una conversación que es muy de punta a nivel global, porque no hay ninguna nación que hoy tenga totalmente resuelto este tema. Los ingleses están apostando a determinadas estrategias, que combinan recursos tecnológicos con definiciones curriculares. Y lo mismo en países como Estados Unidos, Finlandia y Corea. No es sólo la tecnología, sino que las TI dentro de un proyecto educativo país.

¿Qué ejemplos concretos se pueden citar en Chile?
En Enlaces tenemos una línea de innovación y desarrollo, en el marco de la cual hace cinco años estamos apostando al desarrollo de modelos de informática educativa, que involucran una metodología pedagógica basada en el uso de tecnologías. Y ahí tenemos proyectos fascinantes en el ámbito de la ciencia con el uso de simuladores, donde los niños aprenden sobre tópicos como aparato digestivo, radiación nuclear y energía cinética, a partir de ver simulaciones y de interactuar con éstas. También con pizarras interactivas, microscopios digitales y dispositivos como Palm. Lo interesante aquí es que aprenden visualizando conceptos abstractos, que de otra manera les sería muy poco interesante estudiar y, además, aprenden en un proceso de construcción del conocimiento grupal, generando discusiones muy enriquecedoras.

¿Se generan ventajas en las salas con estos recursos?
Así es. El uso de tecnología en la educación, junto con programas educativos, aumenta las denominadas habilidades esenciales del siglo XXI. Estas son, por ejemplo, el trabajo en equipo y colaborativo y el desarrollo del pensamiento estratégico, a través del uso de videojuegos en la sala de clases. Justamente ahora estamos desarrollando videojuegos para aprendizaje, que creo serán la estrategia del futuro. Debemos preguntarnos por qué un niño es capaz de jugar durante seis horas frente a la pantalla de un computador y, sin embargo, le cuesta resistir 45 minutos de clases atento. Definitivamente, tenemos que ser capaces de trasladar eso al proceso de aprendizaje.

¿Qué criterios primaron en la reciente convocatoria de Enlaces para proyectos de innovación?
Apostamos a apoyar propuestas innovadoras de estrategias y prácticas de integración educativa de TIC, y en ese marco otorgamos $200 millones a 15 proyectos presentados por universidades públicas y privadas de todo el país. Fueron seleccionados de un total de 50 propuestas y para eso definimos algunas prioridades, por ejemplo, las áreas temáticas que nos interesaba desarrollar, como los videojuegos, la formación inicial docente, además de la incorporación de tecnologías en las mallas curriculares de las escuelas de pedagogía y áreas de educación donde históricamente se dificulta el aprendizaje de ciertas materias abstractas.

Dentro de los proyectos seleccionados, ¿cuáles se proyectan como los más relevantes?
Todos lo son en alguna medida, por eso los estamos financiando, pero sin duda tenemos muchas expectativas sobre las implicancias que pueda tener el uso de videojuegos en la sala de clases y también en lo relevante que puede llegar a ser la inclusión de la tecnología en las mallas curriculares de las carreras de educación, de manera que los futuros profesores aprendan usando las TI Aquí todos, docentes y alumnos, deben cambiar el foco; unos para enseñar y otros para aprender. Es la manera de avanzar.

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Redacción

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