Las operadoras de telecomunicaciones están poniendo mayor atención en cómo mejorar la calidad de su red al igual que en reducir sus costos de crecimiento y mantenimiento, ante la intensa competencia que enfrentarán en el naciente mercado de 3G, el cual trae un sinfín de innovadores servicios para los usuarios. En comparación con una red tradicional, la red de IP brinda mayor ancho de banda y mayor índice de utilización, lo que facilita la entrega de estos nuevos servicios multimedia y es por ello que se ha convertido en una importante elección para muchas operadoras.
El escenario competitivo para éstas y los proveedores de servicios de nuestra Región está constantemente cambiando. Ante este panorama es vital que las operadoras trabajen por mantener su competitividad al ofrecer servicios tradicionales a un óptimo costo y, al mismo tiempo, preparar su infraestructura para realizar una adecuada transición hacia una amplia variedad de multiservicios. Para lograr todo esto se hace necesario el realizar una evolución eficiente hacia las tecnologías IP.
Este avance hacia “all IP” es un cambio fundamental para una industria que ha estado entregando servicios de telefonía tradicionales desde hace más de 100 años. La arquitectura “all IP” es una visión de la industria sobre el futuro de las redes, que ofrece diversos modos de acceso, que se integran de forma transparente en una capa de red basada en el protocolo IP.
Normalmente la evolución hacia “all IP” comienza en el núcleo de la red y continúa hacia las partes de acceso. La arquitectura “all IP” es una sola, independientemente del camino y el ritmo. La migración dará paso a múltiples servicios basados en esta tecnología, donde todo el transporte y control de señal está manejado por este estándar y soportando numerosos métodos de acceso con este tipo de conectividad.
Actualmente, las oportunidades y retos para las operadoras de telecomunicaciones son diversas, pero existen tres grandes tendencias que nos sumergen en la, ya en marcha, evolución hacia el “all IP”. La primera de ellas es el rápido despliegue de la banda ancha, tanto móvil como fija. En segundo término, para ofrecer y dar soporte a las necesidades de los nuevos servicios multimedia, se hacen necesarias redes de transporte de gran capacidad. A esto se añade que es necesario tener en cuenta aspectos básicos de cara a los consumidores tales como la calidad, la seguridad y la interoperabilidad.
Un ejemplo clarificador es que Ericsson ha migrado hasta el primer semestre del 2007 casi todas sus redes instaladas en el Cono Sur de Latinoamérica a Arquitectura de Capas (Mobile Softswitch), las cuales están ya preparadas para el mundo IP. Esto deja ver la intención de las operadoras por entregar mejores e innovadores servicios a sus clientes, y optimizar sus recursos.
Esta transformación coincide con el despliegue de infraestructuras de banda ancha, donde nuestra Región y en especial Chile, ha hecho un esfuerzo importante con índices de penetración de ADSL que crecen rápidamente. Esto se suma a las futuras implementaciones IMS (IP Multimedia Subsystem), con el cual se mejora globalmente la experiencia del usuario con servicios de voz y multimedia, sobre cualquier tipo de tecnología de acceso de banda ancha. “Full Service Broadband” de Ericsson es una visión que aborda el tema de banda ancha, el cual significa: cualquier servicio, en cualquier lugar y en cualquier pantalla. Los usuarios quieren un acceso rápido a contenidos e información, no sólo en su PC de escritorio, sino en todas partes y en cualquier dispositivo. La movilidad y la velocidad se convierten en ingredientes esenciales al experimentar la banda ancha.
En una primera instancia este acercamiento a la opción “all IP”, que ya se está realizando en la mayoría de los operadores, ha proporcionado beneficios en lo que se refiere al ahorro de costos de infraestructura, a una mejor escalabilidad, a una mayor flexibilidad y a la simplificación de la operación y mantenimiento. Pero muy pronto esta modernización de las infraestructuras, el desarrollo de una estructura de control y la evolución de servicios multimedia, junto con la exigencia de más y mejores servicios por parte del usuario, serán los factores que impulsen la nueva era multimedia.
