Como ya sabemos, la inteligencia generativa -popularmente dada a conocer por ChatGPT- tiene hoy la capacidad de “crear”, a diferencia de su par tradicional, la que se enfocaba solo en “seguir patrones”, para dar soluciones a problemáticas. Por lo tanto, mientras la inteligencia artificial menos avanzada permitía a los abogados automatizar tareas repetitivas como la revisión de documentos, la generativa nos permite hoy interactuar con ella para potenciar nuestra creación de contenido.
Potencial de la IA generativa en el Derecho
Los potenciales usos de la IA generativa en el Derecho son múltiples. Los abogados pueden usar esta herramienta para realizar el due dilligence de fusiones y adquisiciones; para la redacción de informes y para realizar análisis complejos de diferentes grupos de documentos, en un tiempo mucho más acotado. ¿Esto significa que reemplazará a los abogados? No, porque siempre deberá haber un profesional que revise la información, se asegure de que es correcta y que está siendo utilizada de forma responsable. Por ejemplo, es el abogado el que debe preocuparse de que la data se maneja con el cuidado que debe tener la información de los clientes.
Es así cómo, a pesar de todo este potencial, 87% de los abogados consultados por la encuesta de LexisNexis dijo estar preocupado por las implicancias éticas que podría traer consigo el uso de la IA generativa en el Derecho. Ante esto, avanzar hacia una regulación es fundamental. Esta es una urgencia, debido a que las tecnologías suelen avanzar más rápido que las leyes y por eso debemos empezar hoy para, por lo menos contar con una base de su uso ético. Para alcanzar ese objetivo, debemos sin duda, impulsar un trabajo conjunto entre el sector público, privado y académico.
El momento de la inteligencia artificial generativa y su trabajo colaborativo con el Derecho ya comenzó. Ante esto, los abogados -de todas las generaciones y especialidades- debemos prepararnos para desarrollar habilidades digitales, lo que nos permita trabajar en conjunto con las nuevas tecnologías.
Es por eso que ser colegiado es un imperativo cada vez más acuciante. Es el Colegio de Abogados la institución que permite hoy a los abogados capacitarse y mantenerse vigentes, ya que es ahí donde encontramos la mezcla perfecta: innovación y la experiencia de quienes lo componen.
La inteligencia artificial generativa nos espera.