En Chile existe un alto grado de concientización sobre la necesidad de lograr una mayor penetración de la banda ancha en todo el país. De hecho, la mayoría de los actores involucrados, tanto en el sector público como en el privado, tienen la disposición de trabajar en esta materia, por lo que se han conseguido importantes avances.
Prueba de ello es la aplicación por primera vez de un Simce TIC, en el cual uno de los puntos a medir es la brecha existente entre el alumnado en materia de acceso y comprensión de las Tecnologías de Información. Independientemente de los resultados obtenidos, representa un avance importante el entender la necesidad de medir la educación de nuestros estudiantes en esta materia. Sólo así podremos entregar medidas completas de alfabetización digital.
También es bueno resaltar la calidad de las redes en la Región Metropolitana, con acceso a velocidades comparables a las de países más avanzados; el liderazgo en innovación tecnológica de las grandes empresas chilenas y los avances por parte del Gobierno en comunicación y modernización, acercando al ciudadano al Estado.
Sin embargo, pese a estos avances, la penetración de la banda ancha en nuestro país se ha estancado en el último tiempo, perdiendo, incluso, el liderazgo que manteníamos en Latinoamérica, siendo ahora superados por Argentina y Uruguay. La tasa de penetración en la Región Metropolitana supera al promedio obtenido en regiones por un 75%, mostrando una clara realidad: tenemos dos Chile, el conectado y el no conectado, brecha que es urgente superar para lograr la democratización de la información y posicionarnos como nación líder en la era digital.
¿El desafío?
Entonces, ¿qué es lo que falta en nuestro país para seguir avanzando en esta materia, si tenemos la conciencia y las voluntades necesarias para seguir liderando e, incluso, lograr acercarnos a los promedios que mantienen los países miembros de la OCDE?
Si bien no existe una fórmula mágica o solución única, el trabajo y coordinación público-privada es la base para alcanzar los objetivos planteados. Algunos componentes a resaltar serían el despliegue de mayor infraestructura de comunicación a nivel nacional, programas de difusión y educación digital, y la disponibilidad de dispositivos fijos y móviles que cubran el amplio abanico de necesidades de los usuarios.
Actualmente se están concertando diferentes actividades, mesas de trabajo y coordinación de los actores responsables, sin embargo, como industria seguimos creyendo que para dar el siguiente paso debemos generar la institucionalidad necesaria y responsable de la ejecución del plan, que nos permita acompañar a un Chile desarrollado al año 2020 e insertarlo definitivamente en la Sociedad del Conocimiento, compromiso que tanto el Ejecutivo como los privados asumimos como propio.