Dentro de los desafíos de la Agenda Digital Imagina 2013-2020, presentada por el Presidente Sebastián Piñera en mayo pasado, se espera que las TIC representen un 10% del PIB del país, mientras que la penetración de Internet alcance un 80% para 2020. Sin duda, retos que plantean un camino positivo pero que requieren varios pasos para llegar a la meta, como por ejemplo una institucionalidad base y la educación de los usuarios.
¿Cómo evalúa la Agenda Digital 2013-2020?
Antes que todo debo reconocer que esta iniciativa del gobierno nos tiene muy contentos, ya que contar con una agenda digital es fundamental para el desarrollo del país. En segundo lugar, creo que las agendas se construyen en base a una hoja específica de ruta y en forma dinámica, puesto que el mundo digital actual exige una permanente revisión y nueva contribución, independientemente del gobierno de turno.
Para concretar lo anterior, País Digital tiene la misión de monitorear, medir y desarrollar este programa, haciendo que la sociedad entienda que a medida que tengamos una mayor cultura digital, seremos un país más competitivo. Y si somos más competitivos vamos a ser más felices, pues tendremos nuevas oportunidades.
¿Cuáles son las principales falencias que contiene?
La principal falencia apunta a la forma en que vamos a ser capaces de coordinar los diferentes estamentos para el éxito de esta agenda, puesto que en este momento son sólo sueños y, por lo tanto, se deben transformar en realidad. Y para ello hay que entender cuál es la institucionalidad que permite que esta agenda tenga un real esfuerzo y concreción de lo que ahí está planteado.
¿Qué aspectos involucra una cultura digital?
Una cultura digital se divide en cuatro importantes aspectos. En el primer lugar se encuentra la infraestructura, que gracias a la relación público-privada que tenemos en Chile, es muy robusta y, por ende, es la que está más resuelta. El segundo se refiere a los dispositivos móviles, en donde se debe buscar la forma de que todos los chilenos accedan a ellos, mediante el apoyo de proveedores de tecnología y del Gobierno, muchas veces con un subsidio a la demanda. El tercer aspecto apunta a la educación, ya que aunque tengamos la infraestructura y los equipos tecnológicos necesarios, muchas veces la gente no sabe utilizarlos y, por lo tanto, no obtiene su máximo rendimiento. En este contexto, es fundamental que a nivel de país entendamos que la cultura digital permite una mejor calidad de vida y una sociedad más colaborativa.
El cuarto elemento, en tanto, es lo que llamamos “machine-to-machine”, un avance para que todos los puntos anteriores puedan funcionar óptimamente.
¿Cómo se crea conciencia de que la educación es clave para acceder a las TI?
Hay que partir de la base de que existe una parte de Chile que entiende la tecnología, que la usa y que la vive día a día, mientras que hay otra que no la conoce y tampoco tiene acceso. Entonces, en este sentido es fundamental que ésta última la conozca y se motive a usarla, a través de diferentes instancias de entrenamiento, ya que es la única manera de entender sus bondades.
A modo de ejemplo, el gran tema de los adultos mayores es la soledad, por lo que la tecnología se transforma en el mejor mecanismo para evitarla y así distraerse con las redes sociales u otras herramientas digitales.
En definitiva, son procesos culturales que a veces demoran más tiempo de lo que uno quisiera, pero hay que trabajar en ello como País Digital, como industria y, sobre todo, como Gobierno.
¿En qué lugar se ubica Chile respecto de países más desarrollados, y a nivel regional?
Con los países más desarrollados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la diferencia no radica en la agenda propiamente tal, sino que en la capacidad de poner en marcha cada uno de los contenidos expresados en ésta. También en la institucionalidad que éstos ya tienen desarrollada para concretarlos.
En relación a los demás países de la Región, Chile se posiciona muy por delante gracias a su infraestructura, pero aún quedan puntos por reforzar.
¿De qué forma se pasa de la Internet de entretenimiento a la Internet productiva?
Definitivamente con colaboración, ya que la mayoría de las personas ocupan los equipos móviles para conectarse a las redes sociales, lo cual representa sólo el 1% de la capacidad. En esta materia, debemos lograr poner nuestros esfuerzos en ocupar estos mismos instrumentos para aumentar la productividad, mediante relaciones con empresas y la optimización de mecanismos, como por ejemplo que los padres puedan ver las notas de sus hijos a través del sistema, así como que los usuarios puedan hacer todo tipo de trámites por Internet. Esto permitirá que la sociedad se mueva, se agilice y que, por ende, seamos parte de un país más inteligente.
A su juicio, ¿hace falta un Ministerio de Tecnología en Chile?
Creo que es muy importante que la institucionalidad del país mejore en el uso de la unión entre la ciencia, la tecnología y la economía, ya que si bien el Secretario de Desarrollo Digital ha efectuado un esfuerzo importante en el tema, lamentablemente no ha logrado coordinarse óptimamente con los segmentos influyentes en el tema.
Y por ello es que estoy totalmente de acuerdo con que un ministerio tenga un trabajo más focalizado en la materia.
