Uno de los grandes enemigos del desempeño del computador es el sistema de almacenamiento; los clásicos Discos Duros (HDD) que han sido utilizados a lo largo de la historia están llegando a su ocaso debido a dos factores principales: la obsolescencia y la disminución de precios en nuevas alternativas de almacenamiento.
Estas variantes de almacenamiento son las Unidades de Estado Sólido (SSD), pero ¿cuál es la gran diferencia entre un HDD y un SSD? Son diversas:
1.- Almacenamiento/Costo: Los HDD siguen siendo una opción rentable en términos costo/beneficio porque ofrecen alta capacidad a bajo costo. Pero los SSD se han estado acercando rápidamente a la curva, lo que hace presagiar la futura obsolescencia de los HDD. Se estima que al año 2020 el costo por GB será el mismo entre un HDD y un SSD.
2.- Consumo energético: Un HDD al tener piezas mecánicas y un disco girando constantemente puede consumir importantes cantidades de energía, mientras que un SSD consume alrededor de 0,11 Watts en modo de reposo y en torno a 1 Watt en modo activo, transformándolo en un componente amigable con la batería del computador y con el entorno.
3.- Temperatura: El consumo de energía eléctrica reducido, por ende, genera menos temperatura. Un SSD se mantiene “cool” en el ambiente de estrés que puede generar un PC gamer, generando menos calor al no poseer partes móviles. Por otro lado, un HDD, se puede dejar llevar por el calor de la batalla y perder el combate por su exceso de temperatura.
4.- Ruido: Al no tener partes móviles, los SSD, son los “ninjas” de la tecnología. Generan casi nada de ruido en comparación al HDD que, con sus partes móviles, son un cúmulo de sonidos que quebrantan la paz de arduas jornadas de trabajo que profesionales audiovisuales y de diseño deben realizar.
5.- Resistencia: Al tener partes móviles, los HDD son más propensos a dañarse en largo plazo. Los SSD son los monjes budistas de los discos; inamovibles, incansables e insuperables.
6.- Arranque: Por muy avanzada que sea la tecnología de un HDD, aún este disco debe buscar entre sus ficheros magnéticos los archivos para el arranque y puesta en marcha del sistema operativo, pudiendo tardar hasta 120 segundos en arrancar. Sin embargo, el SSD utiliza en promedio solamente 20 segundos para arrancar el sistema operativo del PC debido a la facilidad y el acceso a la información almacenada dentro de este. Las diferencias también resultan significativas al abrir 50 archivos o aplicaciones. En esta tarea un HDD puede tardar seis minutos, mientras que un SSD lo lleva a cabo en tan solo un minuto.
7.- Transferencia de datos: Como decíamos, el arranque del disco depende de la transferencia rápida de datos. Un SSD puede alcanzar velocidades extremas de hasta 2700MB y 1600MB por segundo en lectura y escritura, respectivamente, pudiendo ser hasta 40 veces más rápido que un HDD convencional.
8.- Magnetismo: Uno de los problemas más grandes de los HDD son los objetos magnéticos que pueden alterar y/o corromper la información almacenada. Con los SSD no existe esa posibilidad ya que utilizan electricidad y no magnetismo para la escritura y lectura de datos.
Kingston y HyperX ofrecen varias alternativas de almacenamiento. El balance entre almacenamiento/costo/desempeño es la constante que ambas marcas ofrecen en su variada gama de productos que serán un gran aporte para el usuario más exigente.
Una opción para usuarios que buscan siempre el máximo rendimiento puede ser la SSD HyperX FURY RGB, diseñada para los gamers que buscan cargar sus videojuegos más rápido conforme iluminan y mejoran sus equipos con más colores e iluminación LED. FURY RGB SSD brinda una experiencia visual mejorada para videojuegos, overclocking de PC y sistemas armados DIY (Hazlo tú mismo) con velocidades de hasta 550MB/s en lectura y 480MB/s en escritura, además de una barra de iluminación visualmente asombrosa que ofrece efectos de iluminación RGB dinámicos y personalizados.
Compatible con las placas madre RGB que soportan iluminación RGB y múltiples dispositivos RGB, FURY RGB SSD también se pueden conectar en serie para sincronizar los efectos RGB en los componentes internos del sistema.
Para aquellos usuarios que buscan hacer por primera vez la migración de disco duro a SSD, una buena alternativa es la SSD A400 de Kingston, que ofrece enormes mejoras en la velocidad de respuesta, y que brinda lapsos de arranque, carga y de transferencia de archivos increíblemente más breves en comparación con las unidades de disco duro mecánico. Este componente ofrece velocidades de lectura y escritura de hasta 500 MB/s y 450 MB/s1, respectivamente.
Adicionalmente, Kingston también posee el SSD UV500, un componente que mejora de forma sorprendente la capacidad de respuesta de distintos sistemas, con increíbles velocidades de inicio, carga y transferencia, en comparación con discos duros mecánicos.
Potenciada por un controlador Marvell Dean y combinada con tecnología 3D NAND Flash, la SSD UV500 garantiza velocidades de lectura y escritura de hasta 520MB/s y 500MB/s, respectivamente. Además, admite encriptación AES de 256 bits basada en hardware, la más segura del mundo actualmente, y que hasta el momento no ha sido vulnerada.
Por su parte, la Unidad de Estado Sólido A1000 PCIe NVMe es el primer SSD PCIe NVMe de consumo de nivel de entrada de Kingston que utiliza 3D NAND y que brinda el doble de desempeño de SATA a un precio muy similar a éste. El factor de forma de M.2 2280 (22mm x 80mm) de una sola cara hace del A1000 la solución ideal para notebooks y sistemas con espacio limitado. La unidad PCIe NVMe cuenta con una interface Gen 3.0 x2, un control Phison 5008 de 4 canales y 3D NAND Flash. Brinda el doble de desempeño que las unidades SSD SATA con velocidades de lectura/escritura1 de hasta 1500MB/s y 1000MB/s, brindando capacidad de respuesta excepcional y latencia ultra baja.
En tanto, para entornos más corporativos una alternativa puede ser la SSD KC1000 NVMe PCIe de Kingston. Al ser del tipo SSD M.2 NVMe PCIe, es más de dos veces más rápida que una SSD SATA y más de 40 veces más veloz que una unidad de disco duro de 7200RPM, la SSD KC1000 está fabricada para usuarios avanzados, ofreciendo un incremento máximo en el desempeño de latencia baja para las aplicaciones que demandan diversos recursos, incluyendo la edición de videos en alta resolución, la visualización de datos, los juegos y otros ambientes de carga de uso intensivo de datos en donde las soluciones tradicionales de almacenamiento no son capaces de rendir óptimamente.