Dra. May Chomali, directora ejecutiva del Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS).
Especialistas chilenos y chilenas y el gobierno de Ecuador impulsarán una colaboración en salud digital que busca promover la adopción de nuevas tecnologías de información y comunicación en ambos países.
Esto tras la firma de un acuerdo entre el Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS) –entidad integrada por cinco universidades nacionales– y la vicepresidencia general del país sudamericano.
De esta forma, las dos naciones se comprometieron a iniciar esfuerzos bilaterales por los próximos 24 meses en múltiples campos vinculados con la innovación y el desarrollo tecnológico del sistema sanitario, entre ellos, aportar a una definición en estándares para la interoperabilidad en salud y la formación de capital humano avanzado.
“Los temas de transformación digital, innovación y sobre todo de fortalecimiento en todas las herramientas que puedan contribuir a la salud son hitos importantes. Recibir las mejores prácticas de países hermanos nos da una prioridad aún más alta en nuestra agenda de actividades para poder seguir mejorando en nuestros procesos”, dijo Cristhina Rosero, secretaria general de la Vicepresidencia de Ecuador.
El Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud, creado por las universidades de Chile, Católica, de Valparaíso, de Talca y de Concepción, nació al alero de la Corfo en 2017 con el propósito de apoyar el cierre de brechas para la transformación digital de la salud, entre ellos aspectos vinculados con el capital humano y aspectos técnicos para la interoperabilidad de datos.
Hoy, dependiente de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), colabora con diversas iniciativas a nivel nacional, como el proyecto de receta electrónica, y a nivel regional, con una alianza con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la promoción de la TIC’s en nueve países de América Latina.
La Dra. May Chomali, directora ejecutiva del centro chileno, dijo que ambas entidades definirán una agenda conjunta para materializar proyectos durante los próximos dos años, tras la firma virtual del convenio entre los equipos ubicados en Santiago y Quito. La especialista recalcó que la alianza es parte de los objetivos a nivel regional de CENS.
“En este sentido, estaremos en todos los lugares donde nos necesiten, ya sea en Chile, Ecuador u otro país. Coincidimos con las autoridades ecuatorianas en un evento internacional sobre innovación, donde conocieron nuestro trabajo y se interesaron por tener nuestra colaboración. Nuestro único fin es impulsar la transformación digital para beneficio de las personas, sin importar dónde habiten”, dijo la Dra. Chomali.
El acuerdo establece un compromiso de colaboración en diversas áreas estratégicas y de interés común del campo de la salud digital, fomentando la cooperación tecnológica en fomentar la adopción de estándares para la interoperabilidad de los distintos componentes y niveles del sistema sanitario; la formación de capital humano avanzado en TIC’s en salud; el desarrollo de metodologías para validar clínica y técnicamente soluciones de innovación; incentivar la innovación y el emprendimiento en el campo y promover buenas prácticas de calidad, entre otros puntos.
Del mismo modo, CENS y la Vicepresidencia de Ecuador pondrán a disposición recursos humanos capacitados para llevar adelante distintas acciones de colaboración tecnológica, con un flujo periódico de información y actividades.
La pandemia fue un punto de inflexión para la adopción de nuevas tecnologías en la salud en todo el mundo, aunque en el caso latinoamericano esta evolución podría ser menos fluida de lo esperado. Un informe del Banco Mundial, por ejemplo, estimó que Chile es uno de los países de ingreso medio y alto menos preparados para para aprovechar las oportunidades que ofrecen las tecnologías de información,
En línea con este análisis, CENS estimó que, si bien hubo avances de contingencia durante la crisis, estos se ralentizaron en paralelo a un retorno a la normalidad.
Según la Dra. May Chomali, el sector salud es posiblemente uno de los más atrasados en materia de transferencia y adopción tecnológica, una evolución que a su juicio podría ayudar a mitigar impactos sanitarios derivados de fenómenos como el calentamiento global, el cambio en la pirámide poblacional o las enfermedades crónicas no transmisibles.
“Sin embargo, pese a las recomendaciones internacionales, en la región carecemos, por ejemplo, de interoperabilidad entre los sistemas de información de los diferentes niveles de atención. Tampoco hemos sido capaces de incorporar herramientas tecnológicas para realizar medicina preventiva a gran escala en la atención primaria, ni de permitir que la información del paciente viaje con él en todo su proceso asistencial”, dijo la facultativa chilena.
Para acelerar los avances, organismos como la Organización Mundial de la Salud alientan a los estados a fomentar esfuerzos y políticas públicas destinadas a incentivar la transformación digital de la salud.
Para los firmantes del acuerdo bilateral ambas naciones comparten “dolores” similares en términos de acceso y calidad de las atenciones en salud, derivados de sistemas de salud fragmentados, donde la información no agrega valor a los procesos y no contribuye a una mejor toma de decisiones.
Rodrigo Cargua, coordinador técnico de innovación para el fortalecimiento del sistema de salud de la Vicepresidencia de Ecuador, dijo que en su país tienen importantes brechas de alfabetización digital y desafíos para incentivar el cambio cultural a nivel de los equipos de los centros de salud; y listas de espera y sistemas de información que compartan datos entre distintos estamentos para agilizar la obtención de horas.
“Ecuador viene trabajando en temas de transformación digital, y es importante desde el punto de cambiar el paradigma y mejorar la calidad de la atención en salud, que todos los usuarios que reciben atención en nuestros países tengan una acceso equitativo, un mejor acceso a la información, con seguridad y cobertura, por ejemplo, con telemedicina”, señaló el representante del gobierno ecuatoriano.
La estrategia mundial sobre salud digital 2020-2025, lanzada por la OMS, tiene precisamente como visión la mejora de este servicio en todos sus aspectos, acelerando el fomento y la adopción de nuevas tecnologías centradas en las personas, y que resulten adecuadas, accesibles, asequibles, escalables y sostenibles para prevenir, detectar y responder a epidemias y pandemias
En este contexto, la salud digital es reconocida como un aporte a los sistemas tradicionales, pero también como una oportunidad para desarrollar la salud pública, a fin de poder reducir brechas en el acceso y la calidad de las atenciones, de acuerdo a las Naciones Unidas.
El Programa General de Trabajo de la OMS 2019-2023 estableció que la salud digital permitirá dar cumplimiento a la denominada meta de los tres mil millones: “cobertura sanitaria universal para 1000 millones más de personas; mejor protección frente a emergencias sanitarias para 1000 millones más de personas; y mejor salud y bienestar para 1000 millones más de personas”.
“La evidencia respecto a los beneficios del uso de tecnología en ese sector es hoy lo suficientemente reveladora como para no empujar este desafío como una política pública de largo plazo. Las plataformas existen y la población tiene el acceso y competencias para usarlas productivamente. Pese a esto, como región estamos muy lejos de otros países que han sido capaces de trasladar al mundo real las potencialidades de estas innovaciones”, dijo la Dra. Chomali.
Rodrigo Carguas añadió que los países de América Latina comparten problemas similares en sus sistemas sanitarios y que podrían ser enfrentados de mejor forma con la adopción de las tecnologías de información y comunicación. En este sentido, citó como referencia las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para el diseño de políticas públicas en la materia.
En su análisis, la definición de estándares de interoperabilidad y capacidad de ancho de banda son aspectos relevantes en términos técnicos. Mientras, en el plano de las capacidades humanas, la retención y preparación del talento para asumir esta transformación continúa siendo una tarea pendiente. “La transformación digital ayuda a acercar a la población a una atención de mejor calidad mediante la tecnología”.
La Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible afirma que la expansión de las tecnologías de la información y las comunicaciones y la interconexión mundial brinda grandes posibilidades para acelerar el progreso humano, superar la brecha digital y desarrollar las sociedades del conocimiento. Pese a ello, advierte los desafíos que esto podría significar para los países de ingresos medios y bajos.