S i bien hace algunos años hablábamos exclusivamente de trasladar todo a la nube, Leonardo Torres, Director Regional de Negocios Cloud de Sonda, explica que ahora hay muchos clientes que están pensando en volver algunas cosas que tienen en la nube a un servidor local. “Esto es una tendencia, tanto a nivel local como mundial. Y surge la pregunta: ¿Cómo es posible retroceder si inicialmente era todo cloud? Sin embargo, no se trata de una regresión, sino de realizar una convergencia de costos y beneficios”.
Al respecto, coincide Héctor Urrutia, Consumption Sales HPE, señalando que “se ve una suerte de ‘rebalanceo’, donde precisamente lo que se busca es tener los mejores beneficios que entrega cada uno de los vendors y nubes”. Y esta tendencia ya se ve en Chile: según una encuesta de IDC (Q3 de 2022), el 47% declara tener más de una nube.
Ahora, advierte el ejecutivo, el hecho de que un cliente tenga varios proveedores no es sinónimo de que los procesos de negocio se mantengan “cross” entre nubes, es decir, esa interoperabilidad hoy día está pendiente. Muchos cuentan con una nube en particular porque esta tiene una fortaleza, por ejemplo, en un CRM o ERP y lo consumen como servicio, pero la tendencia apunta a la interoperabilidad.
Leonardo Torres, SONDA. Héctor Urrutia, HPE. Nicolás Álvarez, HUAWEI CLOUD. Rodrigo Cáceres, GTD. Álex Ponce, SIXMANAGER. Leonardo Ramos, NOVENTIQ.
Para Nicolás Álvarez, Director de Ecosistemas de Huawei Cloud, “hay una tarea pendiente en ayudar a los clientes a conseguir esto de mejor manera: entender qué cargas de trabajo operan mejor aquí y allá, y que entre éstas se puedan comunicar, porque la mayoría está apostando por estrategias multicloud. Por eso, es necesario saber ser compatibles o trabajar en comunidad con otras marcas e integradores”.
La ruta y ¿una vuelta atrás?
Según una encuesta de 2022 de Gartner, el 90% de las empresas ya tiene una estrategia multicloud, lo que implica que utiliza más de un servicio de nube. Además, el 98% de las compañías que usan la nube pública ha adoptado una estrategia multicloud. Pero, ¿cómo se llega a este camino?
Según explica Rodrigo Cáceres, Líder Comercial Cloud GTD, la ruta se inicia por distintas razones: en algunos casos porque se planificó originalmente una estrategia de no depender de un único proveedor de servicio cloud; por temas regulatorios, la necesidad de tener la soberanía de los datos dentro de la infraestructura; o un proceso regional en que se necesita tener igual latencia de acceso en todos los sitios, y no todas las nubes tienen un data center en el lugar. Es así como se empiezan a tomar decisiones estratégicas de cómo montar una mirada de multinube. También hay otros casos en que sólo se da por algo contingente, por ejemplo, la compra o fusión con una compañía, que ya viene con otra nube distinta y finalmente deben terminar haciendo interoperación entre clouds.
Además, agrega Álex Ponce, Gerente Comercial de SixManager, “he observado muchos casos en que viene una directriz de la sede central y deben adoptar cloud de cierta forma, y a partir de eso comienza una travesía en que pueden ver los beneficios, pero les cuesta llegar ahí. Es difícil encontrar una empresa que tenga absoluta claridad de por qué lo quiere hacer; hay que guiarlas”.
De hecho, parte del CAF -guía que ayuda a las organizaciones a adoptar servicios en la nube de manera efectiva y eficiente- en sus primeros puntos, es determinar cuál es la real motivación de la organización que quiere ir a la nube o a multicloud, explica el ejecutivo de Sonda.
A juicio del ejecutivo de Gtd, “un elemento clave para poder avanzar en una estrategia multicloud es tener el equipo técnico capacitado y eso es difícil, porque hoy los profesionales de tecnología son escasos. Algunas empresas quieren tener la capacidad interna para no depender de un proveedor, pero cuando llegan a tener varios proveedores distintos no les da la capacidad, entonces una estrategia multicloud planificada también debe incluir herramientas para automatizar el despliegue de instancias, servidores, servicios, aplicaciones, etc., a nivel de cualquier nube”. También es esencial facilitar el movimiento de aplicaciones.
En este sentido, construir paquetes de aplicaciones, microservicios y contenedores ayuda mucho, de manera de sacar el máximo partido de cada uno de los servicios de los proveedores, con eficiencia en costos.
Contar con un plan claro para modernizar las aplicaciones es clave, de otra manera la estrategia multinube se convertirá en una trampa para las empresas. Así lo destaca Leonardo Ramos, Director de Desarrollo Empresarial de Google Latam en Noventiq, quien agrega que sin una estrategia de salida muchas terminan gastando en un año lo que gastarían en cinco en un data center on premise.
Los proveedores coinciden en que este punto es esencial: la sostenibilidad en el tiempo de la operación multicloud. Para Rodrigo Cáceres es fundamental pensar en la arquitectura y en balancear cargas entre el mundo on premise y cloud, de manera de no enfrentar un salto en el consumo cloud y poder gestionar ese control. Agrega que el 12° Informe Anual sobre el Estado de la Nube de Flexera 2023, reveló que un 87% de los encuestados tiene una estrategia multinube, mientras un 72% ha adoptado un enfoque híbrido que combina tanto nubes públicas como privadas.
Según el ejecutivo de SixManager, es cierto que en el último tiempo se ve cómo muchos clientes comenzaron a devolverse al mundo on premise o mantener un balance entre éste y la nube, lo que tiene que ver con el control. “Se empezaron a desplegar servicios cloud, pero la seguridad quedó en un segundo plano. Entonces, muchos clientes que tenían temas complejos de manejar, como la banca, comenzaron a bajar de la nube a un ambiente controlado ”, afirma.
Gobernando las nubes
“Un aspecto fundamental hoy es cómo gobernar los distintos parámetros cuando hay un ecosistema de distintos tipos de nube, además de on premise, porque a veces hay profesionales que sólo conocen algunas nubes o tienen diferentes profundidades de conocimiento. Muchas nubes requieren varias certificaciones y aprendizajes, y conseguir el personal que maneje todo eso es muy costoso o difícil”, explica Leonardo Torres.
“Vemos que los clientes hoy son los líderes de las áreas de negocios que necesitan lanzar algún tipo de servicio y quieren usar cierta nube, mientras el área de tecnología, por otra parte, ha decidido usar otra nube. Es decir, no hay congruencia y empiezan a generarse islas, y esa es otra forma como finalmente se llega a multinube, con dificultades de gestión porque las unidades no se han alineado, lo que implica un reto en el tema de gobierno corporativo y de data”, detalla el profesional de Gtd.
Según enfatiza el ejecutivo de Huawei, “eso es algo común que termina siendo el famoso ‘Shadow IT’, a veces se convierte en una especie de ‘guerra’ interna en las organizaciones, resultando en multiclouds forzados. Si bien los beneficios de las multinube son muchos, especialmente en términos de flexibilidad, ya que las áreas usuarias pueden elegir la solución que les guste y comprarla directamente, surgen retos: ¿Cómo me aseguro que esto funcione y se integre? ¿Cómo lo gobierno ahora?”. En este sentido, Rodrigo Cáceres sugiere que es posible establecer un gobierno efectivo utilizando herramientas que gestionen políticas, como tagging de recursos. Además, destaca la importancia de colaborar para establecer un Centro de Excelencia o una Cloud Business Office que pueda administrar estas políticas. De esta manera, se logra un gobierno más efectivo.
¿Las empresas están preparadas para dar el salto multicloud?
Para Nicolás Álvarez, depende de cuál es el estado de madurez de la empresa, si tiene los procesos establecidos y una estrategia de FinOps (práctica de gestión financiera cloud) clara. “Algunas viven hoy un estadio donde si saltan a multicloud, enfrentarán un desgobierno de datos, infraestructura y costos. Depende también de qué cosas van a transformar en multicloud: es muy distinto mover el e-mail a tu ‘core’ de negocio”, señala.
Asimismo, a juicio del ejecutivo de HPE, en todas las industrias hace falta esa modernización. “Una de las debilidades de los programas de rápida adopción de nubes es que la mayor parte están enfocados en el ‘lift and shift’ (enfoque que implica migrar sin cambios significativos o rediseños en su estructura) y no en la modernización de aplicaciones, que es lo que nos podría ayudar a bajar las barreras de salida, mejorar los costos y poder explotar las mejores bondades de cada cloud”.
En efecto, ahí viene una etapa que, para el profesional de Sonda, implica transformar a la organización: aplicación y procesos, para que puedan generar nuevos servicios y eso ya es una fase muy madura. Muchas veces la adopción de la nube se hace por iniciativa de las áreas de innovación o transformación, sin embargo, sin una forma estructurada.
En este sentido para Héctor Urrutia, “hace falta tener frameworks o guías que brinden prácticas, ya sea FinOps o DevSecOps, etc., de manera de evitar riesgos y errores comunes, además de herramientas que den visibilidad en el proceso de negocio, de las aplicaciones en todas las nubes, con un panel de control que nos permita ver cuál es el estado de salud de éstas, cómo se están consumiendo, cuánto estoy pagando, etc.”. “Y es clave tener un plan a largo plazo, porque si voy a adoptar un enfoque multinube solo porque tengo múltiples cloud y ese plan no está acorde a la madurez o a los objetivos reales de la empresa, hablar de multicloud sonará bien, pero no será funcional para la organización”, resalta el ejecutivo de Noventiq.
Seguridad, conectividad y costos
Los proveedores coinciden en que hay un posible freno a la aceleración del proceso de modernización, en que las empresas están buscando -cuando ya están en el mundo multicloud- cómo hacer que esta operación sea eficiente antes de tomar una decisión de vuelta atrás. En opinión de Leonardo Ramos, algunas todavía tienen problemas de seguridad local, por lo que extrapolarlos a la nube y sumar retos frena a migrar o terminar de rehacer un sistema multicloud.
Hoy si bien todas las nubes hablan de responsabilidad compartida, no todas tienen los mismos controles. Por eso es clave partir bien desde el inicio: primero, tengo que ser capaz de tener mis políticas claras, saber cómo haré la gestión de autenticación sobre esa nube o manejaré la seguridad a nivel de resiliencia de los entornos de las aplicaciones.
Otro tema, además del financiero y de ciberseguridad, es la conectividad, que muchas veces se deja de lado, olvidando que mover los datos entre nubes implica que van a otro país o quizás dentro de Chile, pero con otra dinámica de conexión. “Hay clientes que no analizan esto y una vez que empieza ese proceso de migración se encuentran con el problema de que el ancho de banda no es suficiente para soportar las cargas de trabajo y la aplicación tendrá una latencia que no va a funcionar, y tienen que hacer inversiones adicionales”, explica Nicolás Álvarez, agregando que “varios proyectos pueden terminar siendo no viables por temas de conectividad”.
Por eso, hay empresas que hacen pruebas de concepto para evitar encontrarse con sorpresas cuando ya está todo montado, probando si realmente el ancho de banda funciona para lo que realmente quieren.
Recomendaciones
En general, en términos de costos lo que se espera de multicloud es tener mejores retornos de inversión, para lo cual nuestros invitados recomiendan bajar las barreras de salida. Por ejemplo, tener la data en diferentes hyperscalers puede ser una buena estrategia.
Esto, además de los beneficios propios de flexibilidad que da este enfoque, así como la menor gestión de riesgos o la posibilidad de aprovechar una variedad de servicios o aplicaciones de nube que cumplen con los estándares o son especializados por industria, son aspectos que inciden positivamente en el ROI de un proyecto transformacional como éste. Una de las principales ventajas, a juicio del ejecutivo de Gtd, es la posibilidad de procesar cargas -lo que anteriormente se hacía onsite con una inversión importante- y consumirlas al minuto, por ejemplo, plataformas de Big Data. “Esa elasticidad de poder consumir rápidamente recursos que financieramente no podías tener en un corto plazo o que sería a un costo muy alto, tiene una gran ventaja”, detalla.
Y así también con distintas tendencias tecnológicas, como por ejemplo, IA o plataformas de IoT. Los hyperscalers ahora tienen módulos que son de Edge, que permiten conectar dispositivos de cualquier empresa, por ejemplo, en terreno, sin invertir en herramientas de gestión o provisionamiento de acceso a esa información.
“Además, los clientes deberían buscar un proveedor con experiencia multicloud, más que solo en una nube, que tengan un framework de adopción; herramientas multi nube con observabilidad para no sólo ver dónde se está consumiendo y el estado de salud, sino que puedan tener autorremediación, de manera de poder aplicar Inteligencia Artificial en las operaciones (AIOps) y adelantarse a incidentes”, sostiene Héctor Urrutia.
Asimismo, según un estudio de HP e IDC, el 74% de los clientes pide a sus proveedores de multinube integridad, definida como la responsabilidad y cumplimiento de los requerimientos contractuales, por lo que es clave mantener las promesas, así como también lo es -agregan los proveedores- tener un “alma agnóstica” en la asesoría de cara al cliente, independiente de soluciones, para ofrecer lo que le conviene al negocio, en cada momento y etapa de madurez.
“La empresa debe buscar el mejor camino para modernizarse. Hace unos años hablábamos de transformación digital, hoy de ‘reconfiguración digital’ del negocio, es decir, de optimizar lo que se tiene. Es necesario trazar esta ruta con el cliente para que efectivamente pueda entender en qué momento una nube le puede dar más valor que otra o cuál se adapta más a su necesidad de negocio y asesorarse con un equipo multidisciplinario porque tiene que validar networking, seguridad, infraestructura, etc. Ese es el camino real”, concluye el profesional de Noventiq.