Fadel: “Debemos hacer que la educación alcance a la tecnología, sino tendremos muchos problemas sociales”

Publicado el 19 Ene 2017

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¿Qué deberían aprender nuestros alumnos para estar mejor preparados para el siglo XXI? ¿Estamos enseñando y evaluando los elementos correctos? Estas son algunas de las preguntas que plantea Charles Fadel, académico del Centro para el Rediseño Curricular de la Universidad de Harvard, en su nuevo libro “La Educación en cuatro dimensiones”. En el contexto de su participación en el Congreso del Futuro, el experto en habilidades del siglo XXI presentó en Chile esta obra, traducida al español por el educachile, portal educativo del Ministerio de Educación y Fundación Chile.

El académico afirmó que la educación actual no está respondiendo a los desafíos actuales de la sociedad ni a los futuros, caracterizados por el avance acelerado de la tecnología, el cambio climático, la inequidad e intolerancias religiosas.

“Durante la Revolución Industrial, la tecnología se adelantó a la educación y sufrimos como sociedad porque no estuvimos preparados para los cambios que enfrentamos. Hoy, en medio de la revolución tecnológica, debemos hacer que la educación alcance a la tecnología, sino tendremos muchos problemas sociales”, afirmó Fadel. En su libro, el experto plantea que para que esto ocurra, es necesario repensar la educación desde sus contenidos. Esto implica pasar de un curriculum basado exclusivamente en los conocimientos a uno que también un incluya las habilidades, actitudes y el metaaprendizaje, es decir, la reflexión sobre la forma en que aprendemos.

Según el académico de Harvard, “nuestra meta es que la educación sea pertinente para los tiempos modernos, no solo en el conocimiento, sino cómo este se usa y se relaciona con el mundo, esto incluye elementos como el carácter, liderazgo y ética. Además, incluye cómo reflexionamos y nos adaptamos”.

El especialista explicó que este cambio de paradigma en el curriculum, puede avanzar desde los cambios en la política pública sobre curriculum nacional, pero también desde acciones localizadas impulsadas por las propias escuelas y sus docentes. Por ejemplo, la clase de matemáticas puede ser una muy buena oportunidad para formar en creatividad, pensamiento crítico o indagación. Lo propio ocurre en historia, que puede ser un espacio para comprender cómo nos insertamos en los grandes procesos sociales en curso.

“En un mundo fluido y cambiante, debemos ser versátiles y adaptables, concluyó Fadel.

El libro “Educación en cuatro dimensiones” se encuentra disponible en www.educarchile.cl

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Redacción

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