Fernando Mantovani, Director General de Robert Half.
Las máquinas dominarán al mundo. A lo largo de las décadas, esta idea ha formado parte del imaginario colectivo de la sociedad y en la actualidad sigue vigente, ante la expansión de la digitalización. Y aunque se usa en diversos ámbitos, cobra una relevancia especial cuando se trata del mercado laboral. Hoy el mundo se enfrenta a un período de grandes transformaciones y el mercado laboral no está ajeno a ese fenómeno. El desafío de una mayor productividad con más eficiencia es un concepto al que todos aspiran y para alcanzarlo se produce una combinación de personas y tecnología. Sin embargo, el desarrollo de esta ha llevado a un punto en que los procesos de producción consideran un uso cada vez mayor de las máquinas y RPA, es decir, software de Automatización Robótica de Procesos (Robotic Process Automation), sembrando una gran interrogante sobre cuál será el impacto de la digitalización en el mercado laboral. Un dilema que parece muy sombrío, pero que también está lleno de oportunidades.
¿Hacia dónde vamos con la digitalización?
La digitalización se ve como un peligro para el mundo laboral, amenazando con dejar a miles de personas sin trabajo. Sin embargo, Fernando Mantovani, Director General de Robert Half para Sudamérica, le resta dramatismo a la situación, argumentando que “estamos viviendo momentos de grandes cambios y nuevas tendencias que han aparecido estos últimos años”.
A juicio del ejecutivo, “la digitalización es un paso natural en las empresas y el mercado laboral debe adaptarse a él. En la llamada Industria 4.0, destacan la interconectividad, la automatización, el Aprendizaje Automático y los datos en tiempo real, donde la tecnología asume un papel fundamental para la competitividad, con un desarrollo constante de la digitalización y la automatización de procesos, muchos de ellos protagonizados por software que reemplazan con mucha eficiencia las labores que han hecho las personas durante muchas décadas”.
Las principales preocupaciones
Una encuesta reciente realizada por Robert Half en diversos países, incluyendo a Chile, abordó, entre otros aspectos, el aumento del ritmo de la digitalización y la adopción de nuevas tecnologías en muchas empresas durante la pandemia. Ejecutivos de Chile, Brasil, Bélgica, Francia y Reino Unido, que tienen influencia en el proceso de reclutamiento de la empresa donde trabajan, o un rol de gestión de equipo, fueron consultados sobre su mayor preocupación con relación a sus equipos durante la segunda mitad de 2021 y en todos los países coincidieron en que la retención de los mejores profesionales es lo que más les preocupa. En Chile esa fue la primera opción para el 29% de los encuestados, en los tres países europeos la cifra llegó al 25%, mientras que en Brasil alcanzó un 12%.
Otra gran preocupación que reveló la encuesta de Robert Half fue la necesidad de recapacitación o mejora de las competencias de los trabajadores para satisfacer las necesidades empresariales en constante evolución. Aunque Chile mostró el porcentaje más bajo (23%), no se alejó demasiado de Bélgica, Francia y Reino Unido (24%, respectivamente) y Brasil (27%).
“La transformación hacia lo digital y la automatización son vistas como una amenaza por los trabajadores. Sin embargo, con el avance de RPA, los profesionales están llamados a desempeñar funciones más específicas, donde la clave estará en la capacidad de pensar y actuar de manera estratégica”, asegura el ejecutivo. “Las empresas deben centrar su preocupación en cómo retener talento, ofreciendo oportunidades de reinvención y reconversión, con las cuales los trabajadores puedan desarrollar tareas más estratégicas y de enorme valor, tanto para las organizaciones como para sus carreras”, analiza.
¿Cómo prepararse para la automatización?
El inevitable avance de la tecnología y las transformaciones de las empresas con innovaciones cada vez más sorprendentes han levantado desafíos en distintos sectores a partir de casos donde la automatización ha terminado con tareas que hasta entonces eran manuales. En esta línea, hay una realidad que no se puede dejar pasar: la automatización de ciertos procesos al interior de las compañías llegó para quedarse. Y con la pandemia, el ritmo de la digitalización y adopción de nuevas tecnologías en las empresas aumentó. Según los ejecutivos chilenos consultados por la encuesta de Robert Half, el impacto que esta situación ha provocado en ellos y sus equipos se refleja en la capacidad para trabajar de forma remota o con más flexibilidad (72%), seguida por una mayor productividad personal (36%) y una mejor comunicación y colaboración con sus equipos (29%).
“Con leves matices, la tendencia que observamos en Chile también se repite en los otros países del mundo donde hicimos el análisis”, sostiene Fernando Mantovani. “Desde esa perspectiva, el país se encuentra muy alineado con lo que sucede en otras latitudes y esto lo mantiene muy bien aspectado de cara a lo que viene”, asegura.
Entre las otras opciones que arrojó la encuesta, una mayor digitalización y adopción de nuevas tecnologías son vistas como una posibilidad para implementar una toma de decisiones más rápida y basada en datos (22%), el desarrollo de mejores capacidades de gestión (19%) y mejores habilidades de estrategia y planificación (17%), entre otros factores.
Para el principal ejecutivo de Robert Half en la Región, “el desafío está centrado en asumir que la digitalización y automatización son procesos transformadores, que incidirán en el mercado laboral, abriendo oportunidades de crecimiento profesional para los trabajadores. Un camino es la capacitación y el desarrollo de programas que les permitan asumir tareas más complejas”. Las empresas tienen entonces la misión de estructurarse y hacer un plan de transformación claro, preciso y transparente para los trabajadores. “Este plan debe ir más allá de la transformación en el ámbito técnico y de negocio, pues hay que ver el impacto en las personas y en sus labores”, analiza Fernando Mantovani. “Hay situaciones en que estas tres líneas de trabajo no conversan 100% y lo ideal es tener un programa que sea muy coherente en esas tres posiciones: la tecnología, los procesos y la gente. Asimismo, es muy importante entender que la automatización es un desafío en conjunto, en el que las organizaciones deben capacitar correctamente a sus trabajadores”, afirma.
A nivel de recomendaciones para que los trabajadores se preparen para la automatización, el profesional apunta a la educación, agilidad, comunicación constante, adaptación, actualización y disposición como factores clave para este proceso transformador. “Los trabajadores, con el apoyo de las empresas, tienen que perfeccionarse en el ámbito académico, aprendiendo nuevas herramientas y conocimientos que les permitan dar saltos de calidad, haciéndose cargo de nuevas tareas y responsabilidades. Además, se requieren personas con habilidades blandas para adaptarse a los cambios y promover ambientes de mucha comunicación y actualización de información que permitan el desarrollo de una dinámica laboral distinta”, asevera.
Es muy importante que los empleados no vean a la tecnología como una amenaza, sino “como una transformación de la fuerza de trabajo, en la cual poco a poco irán apareciendo nuevos puestos con mayor foco en la investigación y la explotación de la información”, concluye el ejecutivo.