RFID: Las promesas de la revelación tecnológica del 2006

Para nadie es un misterio que el 2006 y el 2007 serán los años de la masificación de las tecnologías inalámbricas. En primer lugar, Wi-Fi; en segundo, Wi-Max; y en tercero, la incorporación a los procesos productivos y logísticos de RFID (Radio Frequency Identification), catalogada por Gartner Group como una de las tecnologías emergentes con más potencial, que se prepara para irrumpir fuertemente en Latinoamérica durante los próximos años, como ya lo ha hecho en Estados Unidos y Europa. Aunque en Chile esta tecnología está recién asomándose, los entendidos aseguran que para el 2012 estará totalmente masificada, desplazando al hasta hace algunos años revolucionario código de barras.

Publicado el 31 Dic 2005

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Para nadie es un misterio que el 2006 y el 2007 serán los años de la masificación de las tecnologías inalámbricas. En primer lugar, Wi-Fi; en segundo, Wi-Max; y en tercero, la incorporación a los procesos productivos y logísticos de RFID (Radio Frequency Identification), catalogada por Gartner Group como una de las tecnologías emergentes con más potencial, que se prepara para irrumpir fuertemente en Latinoamérica durante los próximos años, como ya lo ha hecho en Estados Unidos y Europa. Aunque en Chile esta tecnología está recién asomándose, los entendidos aseguran que para el 2012 estará totalmente masificada, desplazando al hasta hace algunos años revolucionario código de barras.

Desde que Wall Mart anunció que todos los productos que comercializaría en sus góndolas incluirían un dispositivo RFID, los grandes fabricantes de TI aceleraron sus investigaciones respecto a la factibi-lidad técnica de utilizar esta tecnología y sus aplicaciones más inmediatas. Hoy, esta gran cadena norteamericana lleva varios meses operando con RFID en reemplazo del código de barras; un puntapié inicial para que esta tecnología se masifique y se convierta en un estándar en todo el mundo.

El sistema de identificación por ra-diofrecuencia consiste en una antena y un transmisor-receptor, que lee la información de un producto y la transmite de forma inalámbrica a un dispositivo que la procesa. Para que este circuito integrado funcione, cada objeto posee un pequeño tag que a su vez contiene un microchip, simple y económico. La gran diferencia con el código de barras es que no necesita estar a la vista, ni de un láser para ser leído, sino simplemente estar dentro de un área determinada.

Aunque el retail es el primer gran motor de esta tecnología, las aplicaciones en supermercados y tiendas en general son sólo el comienzo. Según los expertos, la gran revolución de esta tecnología es su capacidad para saber dónde está la gente y entregar a ésta múltiples servicios.

Totalmente identificados

Los costos de implementación de RFID, todavía altos, son según Her-nán Benavente, Gerente de Servicios de STG Chile, la razón más importante de porqué esta tecnología aún no se ha masificado en Chile. Como señala el ejecutivo de STG, “falta todavía para que se utilice intensiva e integradamente en toda la cadena logística”, una de las primeras y más importantes aplicaciones que los entendidos en la materia proyectan para RFID en nuestro país.

Pero este sistema de identificación automática puede ‘prender’ mucho más rápido de lo que todos esperan, especialmente por la importancia que hoy en día tiene la captura de datos eficiente. En opinión de Darío Morchio, Gerente General de Intermec, “los procesos de captura de datos son necesarios en un mundo donde la información tiene un papel fundamental en los negocios. Y la captura de datos vía RFID permite velocidad, seguridad, eventualmente descentralización y automatización de procesos críticos”.

A juicio de Mario Venegas, Gerente de Soluciones Logísticas de Binaria, las tecnologías de transmisión de datos por redes inalámbricas que utilizan tecnología de radiofre-cuencia para conectar a los trabajadores móviles con los sistemas centrales se encuentran en franco crecimiento. “Ya no sólo las bodegas y los centros de distribución están utilizando esta tecnología, sino que las plantas productivas han encontrado en el código de barras y la radiofrecuencia un medio para notificar en línea la producción de un determinado producto terminado o semi-elaborado”, explica.

El interés por los sistemas RFID en Chile es creciente y empresas como Intermec proyectan que al menos un 30% de los negocios que se concretarán durante el 2006 estarán relacionados con esta incipiente tecnología. Como asegura Darío Morchio, “la oferta se está definiendo gracias a la incorporación de estándares como Generación 2 y hay una clara integración a otras tecnologías de captura de datos como los terminales Wi-Fi”. Asimismo, según Mario Venegas, “durante el 2005 hubo importantes avances en aplicaciones específicas, como la incorporación de sistemas para administrar bodegas tipo WMS, con base de desarrollo en Chile”.

Hernán Benavente,
STG CHILEDarío Morchio,
INTERMECMario Venegas,
BINARIA

Más ahorro y productividad

Un reciente estudio realizado por el Instituto de Tecnología de Ma-ssachussets acerca del impacto de la tecnología de identificación por radiofrecuencia en los procesos productivos, indica que al utilizar etiquetas RFID las empresas de bienes de consumo pueden lograr ahorros de más de un 80% en algunos procesos y hasta un 100% de ganancias en productividad. Según esta investigación, RFID puede reducir el tiempo que se tarda en completar el proceso de recepción, mejorar la calidad de los envíos en los procesos de transporte y disminuir los costos totales de almacenamiento.

Como asegura Mario Vene-gas, las principales ventajas de esta tecnología es que permite llevar a cabo una operación en línea y en tiempo real, reduciendo errores en la operación de manipulación de mercadería al poder validar y registrar al instante la identificación o el movimiento de un determinado producto. Para Darío Morchio, los beneficios más importantes están por el lado de la velocidad y automatización del proceso de captura de datos y en opinión de Hernán Benavente, su gran valor es que hace posible almacenar información en los tags y leerlos simultáneamente sin intervención humana. Estas características, a juicio del ejecutivo de STG, “permiten obtener un historial del producto -en el caso de tags activos- a un bajo costo, lo que da la posibilidad de tener una real trazabilidad de éste. En definitiva, es una tecnología más automatizada y rápida, que da la oportunidad de almacenar información dentro de un mismo chip, independientemente de otros sistemas”.

Frente al desarrollo de RFID, el mer-cado chileno está expectante. Mejoras en la cadena de suministro y distintas aplicaciones para el retail son sólo las primeras expectativas que rodean a esta tecnología, la cual promete una verdadera revolución en identificación de objetos y personas. Como indica Mario Venegas, “poco a poco el mercado y las personas están entendiendo que la tecnología de identificación por radio-frecuencia, al igual que Internet, no es una moda, sino un medio para descubrir nuevas potencialidades y darle valor agregado a los procesos”.

Enero de 2006

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Redacción

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