Para dotar de inteligencia a una ciudad (concepto de Smart City) es necesario implementar las soluciones y herramientas que hoy ofrecen las Tecnologías de Información y Comunicación.
Según Huawei -cuyas soluciones inteligentes están presentes en más de 60 ciudades en el mundo- esto significa, por ejemplo, integrar sistemas avanzados de medición, control y comunicación, con el fin de mejorar la seguridad de las personas, la calidad de los servicios públicos, los negocios de las empresas y la protección del medioambiente.
“Estamos seguros de que la calidad de vida de las personas puede mejorar notablemente si las soluciones TIC se utilizan en el contexto de una Smart City”, indica Marcelo Pino, Gerente de Asuntos Corporativos de Huawei.
Para ello, el ejecutivo explica que se necesita invertir en infraestructura que soporte, por ejemplo, sistemas de almacenamiento en la nube que permitan alojar y compartir la información en forma rápida y eficaz. Además, se hace necesario instalar sistemas de videovigilancia que operen sobre una red inalámbrica de banda ancha eLTE, que permita transmitir grandes volúmenes de voz, datos e imágenes en alta resolución y tiempo real.
“De esta manera, las instituciones públicas y privadas pueden operan en forma coordinada y colaborativa, beneficiando a miles de personas en términos de seguridad y calidad de vida”, añade el ejecutivo.
Desde la seguridad al control de tráfico
Los beneficios de una ciudad inteligente son múltiples. Existe la posibilidad de proporcionar Internet gratuito a escuelas, centros de salud, plazas públicas y bibliotecas, lo que ayuda a reducir la brecha digital. También es factible monitorear el transporte y administrar los tiempos de desplazamiento, disminuyendo la congestión vehicular.
En relación con la seguridad, es posible tener a distintas instituciones interconectadas, lo que mejora la administración de los recursos y hace más eficaz la labor de las autoridades, que pueden ver en tiempo real lo que está sucediendo en la ciudad. Esto último no solo aplica para el combate de la delincuencia, sino también para enfrentar emergencias nacionales o desastres naturales.