Actualmente se habla mucho de cómo las organizaciones tenemos que avanzar ágilmente para no morir por la inercia o ser desplazadas por algún nuevo actor que, de forma disruptiva, nos elimine de nuestro negocio. Ante este escenario, surge una pregunta clara: ¿Estamos haciendo algo concreto al respecto?
Según explica Marcelo Blechman, Socio de Olivia, empresa experta en procesos de transformación organizacional, “innovar no pasa solo por proponérselo y pedirle a los colaboradores que pongan nuevas ideas sobre la mesa para ver si logramos hacer las cosas un poco mejor.
Se trata de transformar nuestra organización desde la base y a partir de una estrategia de innovación”.
La estrategia surgirá de la intención real de transformación que implica romper con los viejos paradigmas de cómo se vienen haciendo las cosas internamente hasta hoy y, a la vez, tener una mirada amplia hacia afuera.
Observar las tendencias de la industria en la que estamos inmersos pero también -por qué no- de otras industrias y obtener aprendizajes. Armar grupos internos, que piensen en nuevas soluciones, las prototipen y estas se experimenten en micro ambientes para ver si son luego aplicables al negocio en general.
El primer paso
Si bien la tarea no será fácil, rápida, ni tampoco económica, puede significar un gran cambio al interior de la organización y dar frutos a mediano plazo, que compensarán con creces lo invertido. Marcelo Blechman a su vez aclara que “el primer paso es estar realmente seguros de querer realizar una transformación cultural que abrace la innovación y que la estrategia de nuestro negocio se base en esta premisa. No hay transformación, si no hay una claridad sobre el tipo de cultura que debemos tener para lograrla”.
Hoy muchas empresas están dando pasos con algunas iniciativas o tácticas que en el fondo responden a pedidos puntuales de algunas gerencias o áreas que claman por cambiar la forma como se hacen las cosas. Pero pocas veces viene desde arriba y con una mirada holística de la organización. Para Alejandro Goldstein, Socio de Olivia, “el problema es que estas iniciativas, al no estar dentro de un contexto estratégico mayor que engloba la visión de la empresa, quedan en compartimientos estancos que rara vez darán soluciones verdaderamente innovadoras al mercado con un gran impacto en el negocio”.