No hay duda de que, producto de la pandemia, la telemedicina ha tenido un aumento explosivo. Sin embargo, este incremento es parte de una transformación mucho más grande que ha acelerado la crisis en la industria de la salud. De acuerdo con el estudio de Accenture, Technology Vision 2021, 81% de los ejecutivos de la industria sanitaria a nivel mundial afirma que aceleró la transformación digital de sus organizaciones como consecuencia de la crisis, mientras 93% sostiene que está actualmente innovando con urgencia.
Además, según el informe, el 87% de los directivos del sector salud está de acuerdo con que las estrategias de negocio y de tecnología se están volviendo inseparables. Sin embargo, pocas organizaciones sanitarias lo enfocaban así antes de la pandemia. Ahora tienen que hacerlo. La tecnología está remodelando las industrias y, en consecuencia, el liderazgo de la salud exige un liderazgo tecnológico. En el mundo actual, con una rápida afl uencia de nuevas tecnologías la arquitectura importa más que nunca.
El 73% de los ejecutivos de la sanidad afirma que su arquitectura tecnológica se está convirtiendo en crítica para el éxito general de su organización.
¿Hacia dónde deben avanzar las inversiones?
La industria de salud debe invertir en tecnologías digitales básicas -social, móvil, analítica y la nube-, que son la base de la organización sanitaria postdigital. Así también, es fundamental avanzar en la adopción de nuevas tecnologías como Inteligencia Artificial, Blockchain y la Realidad Aumentada. Actualmente, la mayoría de las instituciones de salud están funcionando con sistemas legados y el caso de las organizaciones de salud chilenas no es la excepción. Las nuevas tecnologías impactan en la velocidad, escala y fl exibilidad de la experiencia de los pacientes y los colaboradores, con nuevas soluciones digitales. Para esto es importante priorizar la privacidad de los datos, el diseño de los productos y servicios, y la gobernanza continua. En el centro de todo esto deben estar las personas y su bienestar.
El informe establece que otra gran oportunidad para la industria de la salud son los gemelos digitales, los cuales permiten a las organizaciones de la salud crear modelos vivos de instalaciones, cadenas de suministro, productos médicos e incluso partes del cuerpo y órganos. Con los gemelos digitales, se puede modelar el mundo físico en un formato digital. Los gemelos digitales pueden reunir, visualizar y contextualizar datos de todos sus activos físicos y productos, tendiendo un puente entre sus operaciones físicas y las capacidades digitales. En el ámbito clínico, los gemelos pueden modelar escenarios futuros, como simulaciones quirúrgicas, o ayudar en la educación médica, la investigación y la prestación de cuidados.
En ese contexto, 66% de los ejecutivos de la industria sanitaria a nivel mundial espera aumentar sus inversiones en los próximos tres años en gemelos digitales.
Sin embargo, la adopción de nuevas tecnologías no es suficiente sin la preparación de los colaboradores para trabajar en conjunto con ellas. En este contexto, entre los ejecutivos del sector sanitario, 84% afirma que debe formar a su personal en ese sentido.
Así también, la pandemia transformó totalmente cómo se hace el trabajo y desde dónde. La industria de la salud se vio muy afectada, ya que las organizaciones han tenido que estar en primera línea, al tiempo que algunos empleados pasaban a trabajar a distancia. El sector respondió inmediatamente, poniendo en marcha la colaboración virtual y de atención virtual para satisfacer la demanda que se disparó de la noche a la mañana. De esa forma, 55% de los ejecutivos de la salud dijo que invirtió durante la pandemia en herramientas de colaboración y capacidades para apoyar a su personal remoto. El futuro del trabajo es híbrido (digital y presencial) y la industria de la salud lo sabe.
La pandemia ha puesto una oportunidad a la industria de la salud para reforzar la humanización de sus servicios. La tecnología y los datos, utilizados de forma responsable, junto con el ingenio humano, pueden permitir que el sector se centre realmente en el bienestar de los pacientes. La industria puede hacerlo con la ayuda de la tecnología para crear experiencias verdaderamente personalizadas y relevantes (tanto digitales como físicas), adaptadas a las necesidades de cada persona.
