En la actualidad, una de las tendencias más destacadas en la industria de la seguridad es el cambio evolutivo desde las primeras tecnologías de videovigilancia en la década de los 50’ hacia los sistemas basados en red. Esta migración de los antiguos dispositivos analógicos hacia equipos digitales más nuevos brinda una gran cantidad de beneficios económicos y funcionales para las empresas que necesitan ofrecer una mejor protección, tanto a sus empleados como a sus bienes.
Gracias a la utilización de los avances en los microprocesadores y otras TI, el monitoreo, la grabación y el análisis de las imágenes de video pueden quedar a disposición de los responsables de solucionar los problemas, siempre que lo requieran y desde cualquier lugar. Las cámaras de alta calidad ahora pueden conectarse en cualquier lugar donde haya un puerto disponible, y los usuarios disfrutar así de la flexibilidad y administración de los sistemas informáticos y telefónicos actuales. También se puede acceder a los videos en vivo y los que ya están grabados desde cualquier computador que esté conectado a una red LAN o a Internet usando tecnologías ya conocidas, como Ethernet e IP.
Según una consultora de la industria, J.P. Freeman and Co. Inc., en el 2003 había más de 20 millones de cámaras analógicas instaladas en los EEUU solamente. A pesar de estas cifras impresionantes, las cámaras en red surgieron como la categoría de producto con mayor crecimiento, lo que determina un claro indicador de que la adopción de sistemas Ethernet basados en IP es inminente. Según las proyecciones para el 2007, éstas conformarán más de la mitad del mercado de las cámaras de seguridad.
Los sistemas de vigilancia IP en red son indicados para casi todos los mercados verticales, ya que a través de esta tecnología se puede aumentar la seguridad y reducir los costos de funcionamiento de los sistemas CCTV tradicionales. También se están utilizando por primera vez en otras aplicaciones para resolver problemas y brindar mayor control del operador.
Evolución de los sistemas de videovigilancia
El diseño de los sistemas CCTV no ha cambiado demasiado en los últimos 20 años. Sin embargo, los sucesos que ocurrieron en los últimos años generaron la necesidad de contar con sistemas de vigilancia más sofisticados. Ha quedado en evidencia que las tecnologías CCTV tradicionales analógicas ya no pueden cubrir las necesidades actuales ni los futuros requerimientos.
Los sistemas de videovigilancia modernos pueden soportar:
• Redes de convergencia, en donde la infraestructura TI es parte de la red CCTV.
• Integración de sistemas CCTV, de control de accesos, biométricos y de automatización de edificios.
• Necesidad de monitoreo remoto.
• Monitoreo y grabación de eventos, en forma segura y con la capacidad de ser compartidos, con utilización de métodos de acceso del tipo base de datos.
• Soluciones versátiles para cubrir los requerimientos de seguridad en varios niveles.
• Coexistencia de fuentes de video analógicas y digitales para maximizar las infraestructuras existentes.
• Tasa de frame flexible y opciones de resolución para optimizar y conservar el ancho de banda del backbone.
• Inteligencia mejorada para el personal de emergencia.
En la actualidad, hay una gran variedad de productos de videovigilancia muy avanzados que fueron desarrollados siguiendo las últimas tendencias y que están preparados para cubrir las necesidades actuales y futuras. Algunos de estos desarrollos innovadores incluyen cámaras digitales IP con conexión directa, redes de gran ancho de banda, redes inalámbricas LAN, dispositivos de comunicación handheld (PDA, celulares o SMS) con características de videovigilancia, soluciones de almacenamiento masivo, mayor calidad en el procesamiento de la imagen y aplicaciones XML habilitadas para web.
El paso hacia las redes de video
Para comprender cabalmente los beneficios de la implementación de sistemas de videovigilancia en red, es importante entender las tecnologías Ethernet LAN, la universalidad del Protocolo Internet (IP), y el papel que cumple cada uno de estos factores. Hoy en día, casi todas los PCs para el hogar o la oficina incluyen un puerto Ethernet o un software que utiliza sistemas de direccionamiento IP. Dependemos de estas dos tecnologías para intercambiar correo electrónico, acceder a la web y compartir documentos. Estas se encuentran muy extendidas porque utilizan estándares universales y escalables, que funcionan bien y que cada vez con mayor fuerza soportan equipos y desarrollos aprobados por la industria, de bajo costo y alto desempeño. Es natural que una aplicación como la videovigilancia, que está experimentando un incremento explosivo, se encuentre migrando hacia las infraestructuras en red, ya que éstas ofrecen estabilidad, mayor control y flexibilidad. Las redes Ethernet/IP proporcionan una plataforma y una estrategia adecuadas para el crecimiento y ofrecen una administración mejorada.
Estándares Ethernet
Las redes Ethernet existentes son capaces de operar a velocidades de 10 Mbps y 100 Mbps, y también de 1 Gpbs y 10 Gpbs; todas pueden utilizar el cableado de par trenzado sin blindaje, o UTP (Unshielded Twisted Pair). Si se la compara con la de los anteriores sistemas Ethernet coaxiales de finales de la década de los 80’, el cableado UTP simplifica mucho la administración.
Hay un fuerte paralelismo entre el cambio de los primeros sistemas de redes de datos coaxiales al cableado en estrella UTP que se aplica directamente a las necesidades de videovigilancia actuales. De hecho, hay beneficios económicos y administrativos similares que no deberían ser dejados de lado a la hora de considerar cómo implementar tecnologías de seguridad.
En la actualidad, la mayor parte de las redes Ethernet son sistemas de 100 Mbps (100Base-T) y 1 Gigabit (1000BaseT); los estándares para equipos electrónicos y cableados de 10 Gigabit (10GbaseT) deberían estar aprobados ya desde comienzos de este año. La disponibilidad de las redes 10G puede tener un efecto importante en las potencialidades de los sistemas de videovigilancia futuros, ya que esta capacidad de ancho de banda extendida permitirá que el video de alta calidad coexista con los flujos de datos y voz en las redes empresariales. Las aplicaciones de video y VoIP justifican potencialmente la instalación de sistemas de cableado 10Gbase-T de alta capacidad, ya que demandan un desempeño cercano al tiempo real y no toleran errores ni latencia en la red.
Las redes Gigabit Ethernet son excelentes plataformas para los sistemas de seguridad modernos. Hay muchos métodos para la construcción de redes de vigilancia, incluso para lograr la migración de sistemas existentes a plataformas digitales conservando la inversión de capital.
Protocolo IP
La importancia del protocolo IP para las redes y los sistemas de videovigilancia reside en su universalidad como método común para conectar dispositivos específicos, ya sean PCs, máquinas expendedoras o cámaras de seguridad. En una aplicación de videovigilancia, esto significa que las cámaras pueden ser visualizadas y controladas desde cualquier lugar por cualquier persona que tenga acceso a la red y una autorización correspondiente. El protocolo IP trabaja junto con el TCP (Transmission Control Protocol) y ambos se implementan a través de un software que se ejecuta en cada dispositivo conectado. El protocolo TCP/IP asegura la identificación de los distintos dispositivos, la detección de errores, y la retransmisión de los mensajes corrompidos cuando sea necesario. Es una tecnología madura y estable, muy utilizada en la industria informática, pero que recién empieza a usarse en la industria de la seguridad.
Cuando se dice que una cámara de seguridad es IP, generalmente significa que puede ser conectada directamente a la red LAN Ethernet y que usa un esquema de direccionamiento IP para comunicarse con otros equipos a través de una red de videovigilancia digital.