La premisa del mundo empresarial actual es aumentar la productividad, el mercado así lo exige:
los consumidores están empoderados y son menos leales a las marcas, si tienen una mala experiencia pueden fácilmente cambiar y optar por la competencia. ¿Cómo hacen frente las compañías a este escenario? Sin duda, tienen que ser más eficientes, y para lograrlo como organización deben permitir a cada persona ser más productiva y cumplir sus objetivos, independientemente de dónde se encuentre o cuál sea el dispositivo que tenga en sus manos.
Además, los mismos colaboradores han cambiado. De acuerdo a cifras de PwC, la generación Millennials en 2020 representará el 50% de la población laboral en el mundo, un segmento que está transformando los hábitos de trabajo en las empresas, para el que la tecnología y la posibilidad de trabajar colaborativamente es parte de su ADN.
La tecnología está, solo basta aprovecharla
Según la OCDE, en su documento “El Futuro de la Productividad”, esta consiste en “trabajar de forma más inteligente”, no en “trabajar más intensamente”, pues “refleja la capacidad de producir más mejorando la organización de los factores de producción gracias a nuevas ideas, innovaciones tecnológicas y nuevos modelos de negocio”.
Y las innovaciones tecnológicas están al alcance de la mano, más aún con el cloud computing, que ha ayudado a democratizar el uso de herramientas antes restrictivas solo para grandes corporaciones.
Mantenerse conectado con los contactos, poder programar una reunión rápidamente, enviar un correo electrónico, iniciar una sesión de mensajería, realizar una videoconferencia o tener acceso a los documentos más actualizados almacenados en la nube, de manera de trabajar en conjunto en tiempo real sin poner en riesgo la seguridad, es posible hoy con unos pocos clicks, pues la oferta tecnológica está desarrollada para permitir llevar la tan ansiada colaboración a las empresas.
Independientemente de su ubicación y dispositivo, los colaboradores hoy pueden obtener acceso y trabajar o desarrollar sus ideas con las versiones más actualizadas de los archivos y herramientas que necesitan para efectuar su labor. No se trata de que el objetivo sea simplemente controlar a los empleados, sino de conseguir que estos centren su foco en actividades productivas que tienen resultados, lo que finalmente repercutirá en la productividad y competitividad general de la organización.
La nube como pilar
La forma en que trabajamos ha cambiado significativamente con los años. Hoy la nube está en todas partes, y las características de este modelo han permitido que el trabajo colaborativo pase a ser protagonista. Y es que cloud, junto a las tecnologías móviles, han logrado impulsar la colaboración empresarial, transformando para siempre el escenario laboral.
El flujo de información ha cambiado, la posibilidad de compartir e intercambiar abiertamente la información permite tomar decisiones de manera más rápida, independientemente de si los colaboradores están ubicados en distintos puntos geográficos, pues la plataforma con la que trabajan es la misma, allí comparten ideas y conocimiento. Si su empresa aún no goza de estas ventajas, es hora de darles la bienvenida: el apoyo tecnológico y las herramientas de productividad cloud permiten indudablemente adoptar esta forma ágil de trabajar, propiciando un trabajo colaborativo fluido desde cualquier lugar y momento.
