Ángel Morales, Director Ejecutivo de UDD Ventures: “Es una buena época para que cada Pyme se comience a pensar a sí misma como una empresa de tecnología”

El contexto actual de pandemia, sin duda ha planteado nuevos y exigentes retos al mundo empresarial, pero también ha sido un impulso para que muchas más Pymes, emprendedores o compañías comiencen a experimentar un proceso de transformación cultural, de digitalización de sus procesos y de cambio de paradigma en la forma de hacer negocios y consumir.

Publicado el 30 Abr 2020

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Ángel Morales.

¿Cómo observa el contexto actual a nivel local y cómo afectará a Pymes y startups?
La situación actual a nivel global es compleja y lo seguirá siendo el resto del año al menos. Nadie estaba preparado para una crisis sanitaria a gran escala. Las repercusiones que está teniendo en el mercado a nivel nacional e internacional, marcarán un antes y un después frente a las proyecciones que se tenían a fines de 2019. La actual crisis sanitaria tiene al segmento Pyme como uno de los más afectados, principalmente en temas como no poder abrir sus puertas con normalidad, la restricción en sus flujos financieros, y la logística. Las Pymes generalmente tienen estructuras pequeñas, viviendo con la venta del día o la semana, por lo cual el impacto es bastante diferente al que tiene una gran empresa. En relación a los emprendimientos tecnológicos, la realidad puede variar un poco. Por ejemplo, estos generalmente no dependen de un lugar físico para operar, sus procesos son ágiles y digitales, se pueden adaptar de manera más fácil a los cambios, por lo cual suelen enfrentar estos escenarios de mejor manera. Ahora bien, a pesar de lo flexibles que puedan ser los emprendimientos digitales, hoy igual están sufriendo en mayor o menor medida el shock de demanda interna que estamos viviendo en Chile.

¿Cuál es el mayor desafío hoy?
El mayor desafío, en primera instancia, es superar la crisis sanitaria para que el mercado vaya recuperando su ritmo de crecimiento. Una vez que la crisis se pueda tener bajo control y poco a poco se comience a retomar la normalidad, digamos hacia fin de año, la mecánica comercial comenzará a recuperarse. Creo firmemente que los patrones y hábitos de consumo (y de trabajo) cambiarán más allá del eventual control sanitario. En tal sentido, la innovación debe tomar un papel protagónico en los próximos meses, en la manera de definir cómo y de qué forma trabajar, producir, estudiar, moverse en la ciudad y como ser ciudadano en esta nueva normalidad. Generar nuevas diná- micas comerciales basadas en confianza y relaciones no transaccionales, diseñar nuevas formas de consumir, optimizar los procesos y producir de manera ágil, será “pan de cada día” en este nuevo escenario.

¿Cómo se percibe la transformación digital como respuesta ante estos retos?
La crisis del Coronavirus de cierta forma dio un empujón casi “obligatorio” para que las empresas comenzaran a acercarse a metodologías de trabajo propias de una nueva economía. Formas de trabajo enlazadas a modelos operativos propios del mundo digital, como lo es el teletrabajo, generan una estructura novedosa y actual que con el pasar de los días toma más fuerza y se vuelve una opción real para seguir siendo productivos, pero de forma remota. Integrar tecnología a los procesos no es transformación digital, generar una cultura en torno a nuevas metodologías de trabajo y utilizar estos recursos de manera eficiente para que una organización cumpla sus objetivos y optimice sus resultados es transformación digital.

Veo con optimismo el aprendizaje de este período. Es necesario poder acercar la transformación digital a todas las organizaciones nacionales, de esta forma podrán generar nuevas propuestas de valor al mismo tiempo que se convierten en empresas de datos.

¿Qué tan avanzadas están las Pymes locales en este camino y qué pasos les quedan?
El Gobierno desde el año 2019 está trabajando con el programa “Digitaliza tu Pyme”, proyecto cuyo objetivo era que más del 25 mil Pymes y emprendedores fueran beneficiadas con el fin de que aprendieran y adoptaran tecnologías digitales para las necesidades de sus negocios. Sin duda fue un buen primer paso, pero esto no se remite solamente al uso de tecnología en sus procesos, si no que deben estar todos alineados en torno a una nueva estrategia de la empresa. Estos cambios toman tiempo y es necesario que se puedan reforzar con procedimientos, metas y continua capacitación. El camino que queda por delante es de integración y adaptación. Los trabajadores más jóvenes por temas generacionales pueden ser más afines a la tecnología, y a una cultura más abierta.

¿Qué nivel de preparación tiene el ambiente Pyme para el teletrabajo?
La llegada del Coronavirus aceleró brutalmente la adopción del teletrabajo como única vía posible, sobre todo para las comunas que vivieron cuarentena total. Nadie nunca está del todo preparado para un “tsunami” sanitario como lo ha sido el Covid-19. Obviamente el teletrabajo es para un sector de la economía, porque una peluquería o panadería requiere de su punto de producción para la prestación y venta del producto/servicio. Según una encuesta realizada por la consultora de RRHH, Randstand, a más de 200 personas, la implementación del home-office en las empresas chilenas llegó a un 72% durante la tercera semana de marzo. De estas, 53% lo puso en marcha desde el inicio de la fase 4 de la expansión del virus, es decir, desde el 16 de marzo; mientras que en la fase 1 solo un 3% de las empresas lo autorizó, lo que equivale a un crecimiento de 17 veces v/s a inicios de ese mismo mes. Un aumento exponencial en solo un mes.

¿El teletrabajo será una tendencia más allá de la pandemia?
Yo creo que esta es una prueba de fuego para muchas organizaciones que aún veían lejano el teletrabajo. Esta modalidad de trabajo es una práctica habitual para emprendedores digitales, puesto que no dependen de un espacio físico fijo para producir, y esa lógica hoy la están viviendo las empresas de “ladrillo y cemento” a la fuerza, y con muy buenos resultados.

Creo que sería muy positivo que las startups pudieran compartir con la empresa tradicional sus metodologías de trabajo, propias de la economía digital que estamos viviendo.

¿La crisis es una oportunidad para acelerar la transformación digital de las Pymes?
Primero recordar que digitalización es una cosa y transformación digital es otra, pero definitivamente la actual crisis es un claro incentivo para que muchas más Pymes, emprendedores, grandes corporaciones, sector público, ONGs, etc., comiencen a experimentar un proceso de transformación cultural, de digitalización de sus procesos y de cambio de paradigma en la manera en que hacemos negocios y consumimos. ¿Saben cuál es la gracias de Amazon? Que Amazon siempre se pensó como una empresa tecnológica que podía entrar a la industria de la venta de libros, retail, o producción de series de televisión.

Toda crisis plantea oportunidades, ¿qué aprendizaje pueden obtener las Pymes?
Diría que oportunidades son varias: implementación de nuevas tecnologías, desarrollo de metodologías de trabajo ágiles, nuevas formas de trabajo en equipo y nuevas formas de conectar con sus clientes y proveedores. Respecto al aprendizaje, diría que el acercamiento al teletrabajo y lo que este conlleva marcará un antes y un después. Pero, por sobre todo, esta es una buena época para que cada Pyme se comience a pensar a sí misma como una empresa de tecnología, de datos, más allá del rubro productivo en el cual se encuentre.

¿Cómo vislumbra el nuevo ciclo económico tras la pandemia?
La pandemia ha impactado fuertemente a la economía local y mundial. Organismos internacionales han consensuado en que esta crisis es igual o peor a la de 1929. Se produjo una reducción del consumo doméstico, sumada a la disminución de la producción en sectores no fundamentales y a la preexistencia de una desaceleración económica que ya venía mostrándose en 2019, coincidente con la crisis social.

Muchos economistas pronostican una recesión técnica para el país, previendo que el PIB en Chile puede llegar a caer un 4% este año. Lo positivo es que todo indica que respondería a un shock temporal, por lo que la recuperación posterior de la economía debería ser rápida, impulsada en el caso de Chile por el crecimiento que debiese experimentar la economía china en 2021.

Antes de la crisis sanitaria, el crecimiento de Chile se proyectaba en torno a 1% considerando los hechos de incertidumbre que se mantuvieron hasta inicios de 2020.

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Redacción

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