El 2008 el Hospital de Rancagua inició un proyecto -liderado en el área clínica por la Dra. Heidy Leiva-, a través del cual buscaba integrar los módulos de gestión, donde la información es de vital importancia para el desarrollo de cada centro de responsabilidad. Todo esto, con el objetivo de modernizar a la institución y lograr, hacia el 2012 -fecha en que inaugurará sus nuevas dependencias-, una administración sin papeles. En este contexto, concretó la adquisición de un nuevo servidor, proporcionado por Covenco, que en la actualidad le permite sustentar eficientemente toda la información y operaciones de sus más de 300 usuarios. Una inversión que en la práctica ha implicado mejorar sustancialmente los tiempos de respuesta y desarrollar una serie de nuevas aplicaciones. Sobre estos avances, entrevistamos a Sally Santoni, Jefa del Departamento de Informática; y Cristián Gutiérrez, Administrador de Sistema; ambos del Hospital de Rancagua.
Desde la creación del Departamento de Informática del Hospital de Rancagua -en 1996-, las necesidades de la institución han ido cambiando de manera sustancial, producto del aumento de los requerimientos y los servicios entregados a los usuarios. “En ese tiempo -recuerda Santoni-, el hospital incorporó servidores a partir de un proyecto a nivel nacional, que se llamó ‘Salud IBM’, en el que cualquier centro hospitalario podía postular para adquirir hardware de alto rendimiento, con lo cual iniciamos las primeras aplicaciones en una plataforma AIX”.
Con este primer servidor la institución trabajó hasta fines del año pasado, en medio de reclamos y caídas de un sistema que había sido adquirido cuando los usuarios concurrentes apenas superaban los 60, lejos de los más de 300 que operan hoy día a través de distintas plataformas.
“Nuestro antiguo servidor ya no estaba soportando todas las demandas y a diario teníamos que enfrentar los reclamos de nuestros usuarios por insuficiencias del sistema. Por otro lado, con esta falta de capacidad era imposible pensar en desarrollar nuevas aplicaciones, porque todos los recursos del departamento se concentraban en solucionar problemas”, agrega la profesional.
Todo esto llevó al hospital, en el año 2002, a pensar en comprar una máquina que le sirviera de respaldo, con iguales características que el servidor IBM modelo 43P 150 que tenía, a la espera de poder realizar la inversión definitiva para acceder a un nuevo equipo de mayor capacidad.
“Empezamos a buscar en el mercado alternativas que se ajustaran a nuestras necesidades de alta calidad a un precio accesible para una institución pública, hasta que, por recomendación de la gente de IBM, llegamos a Covenco que nos ofreció el tipo de máquina que requeríamos”.
De este tiempo, Santoni y Gutiérrez recuerdan la buena disposición de los ejecutivos de Covenco, que los asesoraron en todas las decisiones e importaron cada una de las piezas que se requerían, en una negociación que califican de altamente amigable.
Casi seis años más tarde, a mediados de 2008, se aprobaron finalmente los recursos para adquirir un nuevo servidor; y en este contexto, motivado por la experiencia anterior con Covenco, el Departamento de Informática volvió a contactar a este proveedor para que los asesorara en el proyecto.
“Necesitábamos, por sobre todo, mejorar la rapidez y los tiempos de respuesta para nuestros usuarios, y Covenco entendió este requerimiento y nos ofreció un equipo que soportaría lo que ya teníamos y, además, nos permitiría seguir creciendo”, indica la Jefa del Departamento de Informática.
Alta capacidad de almacenamiento y cómputo
Concretamente, se optó por un servidor RS6000 modelo 660, raqueable, compatible con el sistema operativo 4.3 licenciado con IBM, de alta capacidad de abstracción. La máquina consta de un procesador de 750 MHZ, capaz de soportar hasta cuatro procesadores; con 4 GB en RAM, ampliables a 16 GB; un rack para 16 discos, con capacidad de 50 GB para cada uno; y dos tarjetas Ethernet. Además, eléctricamente está compensada con dos fuentes de poder.
Por otro lado, se estima que en términos de performance, la carga de la CPU del antiguo servidor era de un 60%; lo que en el caso del RS6000 modelo 660 llega apenas al 4% con las mismas aplicaciones. A estas ventajas se suma el storage externo de discos, que permite en el menor tiempo y sin necesidad de bajar los servicios incorporar más capacidad de almacenamiento.
Menores tiempos de respuesta
En la práctica, la migración a este nuevo equipo ha implicado mejorar considerablemente los tiempos de respuesta. Por ejemplo, en el ingreso de una ficha de atención en el área de urgencia se pasó de cinco minutos -desde el momento que se presenta el documento hasta la impresión para la atención- a menos de uno.
Junto con esto, las tasas de reclamos por tiempo de respuesta disminuyeron de seis o siete llamados diarios, a prácticamente cero, con lo que la carga de trabajo para el departamento bajó en cerca de un 30%, tiempo que hoy puede destinar a desarrollar nuevas aplicaciones o dar solución a otro tipo de problemas.
En relación a Covenco, las negociaciones duraron cerca de un año, principalmente porque no se confirmaban los recursos necesarios para la adquisición. “Dentro de todo el respaldo y excelente atención que nos ha brindado este proveedor, destacamos enormemente la paciencia que tuvo para acompañarnos en todo este tiempo, en el que fue difícil concretar la compra, ayudándonos siempre con buenas alternativas y con la información técnica para introducir esta máquina en nuestro proyecto con justificaciones sólidas”, explica Gutiérrez.
El objetivo ahora es seguir creciendo y desarrollando nuevas aplicaciones, todo esto con miras a un ambicioso proyecto con el que el Hospital de Rancagua espera llegar al 2010 sin papeles al interior de la organización.
“Gracias a este servidor hoy día podemos realizar una serie de nuevas aplicaciones que utilizan las bases de datos que tenemos, además de desarrollar modelos de gestión y consultas más amigables con los usuarios, que no están muy acostumbrados a nuestras plataformas”, agrega el Administrador de Sistema de la institución. Todo esto, para una plataforma que maneja la información de los pacientes de todo el Hospital de Rancagua y la región, por ser éste un centro de derivación que abarca la atención de pacientes que habitan desde Pichilemu hasta San Francisco de Mostazal.