Llegó Marissa Mayer a Yahoo, y la firma dio un giro de 180° respecto a la política de contratación que la había distinguido, despidiéndose del teletrabajo. La polémica surgió de inmediato por una medida que pretende revertir los negativos resultados de la compañía, sobre todo considerando que el teletrabajo y la flexibilidad laboral se han ido posicionando como tendencia por las ventajas que ofrecen, en una modalidad donde gana la empresa y gana el empleado.
En junio de 2012 llegó a Yahoo Marissa Mayer para ocupar el cargo de CEO con la misión de elevar los resultados de la compañía, y una de sus primeras iniciativas fue instruir a los empleados para que se presentaran todos los días en la oficina a cumplir “in situ” con su horario laboral. Fue así como mediante un comunicado interno la empresa explicó que: “es crítico que estemos presentes en nuestras oficinas. Velocidad y calidad se sacrifican a menudo cuando trabajamos desde casa. Necesitamos ser un solo Yahoo! y eso empieza estando físicamente juntos”.
Tras la carta, el debate surgió al instante en un mercado laboral que evidentemente ya ha dado muchos pasos para transformar el teletrabajo en tendencia. De hecho, mientras en 2010 los empleados que laboraban bajo esta modalidad superaban ligeramente los 1.000 millones en el mundo, en 2012 IDC ya llegó a estimar que el trabajo móvil superará los 1.300 millones de personas en 2015, lo que representará el 37,2% de la fuerza de trabajo del planeta, una cifra para nada menor.
Ventajas para todos
La carta de Yahoo deja de manifiesto lo que piensa la alta gerencia de este gigante de Internet: que el rendimiento de sus empleados baja cuando trabajan desde casa. Algo paradójico en una empresa que es tecnológica y que se había distinguido precisamente por este modo de trabajo. Una decisión para muchos errática o al menos discutible, porque ya se ha analizado y demostrado el valor de esta modalidad que además ofrece beneficios bidireccionales: tanto para la compañía como para el empleado. La primera (empresa) -coinciden Silvina Moschini, CEO de Intuic, y Jaime Soto, Presidente ACTI- puede expandir sus operaciones y contrataciones fuera de fronteras determinadas, ayudando así a elegir a las personas por su talento y desempeño y no simplemente por su ubicación geográfica. También ahorra considerablemente costos al evitar tener grandes instalaciones físicas y reduce significativamente el impacto ambiental, posibilitando redireccionar los recursos a otras áreas de la organización. Asimismo, esta modalidad disminuye sus costos en materia administrativa; permite contratar personal calificado a precios competitivos; y reduce el nivel de ausentismo laboral, ya que en muchos casos alguien podrá realizar sus tareas diarias, a pesar de tener un cuadro gripal, utilizando su conexión a Internet y un computador.
Silvia Moschini Jaime Soto
Los empleados, por su parte, ahorran tiempo y dinero en transporte y en vestimenta, pero, sobre todo, “pueden tener una vida personal y profesional equilibrada”, subraya la ejecutiva de Intuic. Un aspecto altamente significativo, a su juicio. “De hecho, hace algunos días la Primer Ministra alemana Angela Merkel, pidió a las compañías apoyar más el trabajo desde casa y aseguró que el que quiera contar con los especialistas del futuro, deberá tener mayor consideración por el tema de la familia”, agrega la profesional.
“Por otro lado, está comprobado que en las empresas que introducen esta modalidad de relaciones laborales se incrementa la productividad de los empleados. Al cambiar el sistema de control a objetivos y no dar tanta importancia al tiempo presencial en la oficina, los trabajadores tratan de hacer sus tareas en el menor tiempo posible para así maximizar sus horas libres. Y como están mucho más motivados, las compañías aseguran que, en caso de trabajo extra, están más dispuestos a ampliar su horario que a quienes se les exige quedarse más tiempo en la oficina”, añade el directivo de ACTI.
Hay estudios que reflejan esa mayor productividad. “Por ejemplo, en el Reino Unido se mostró que las compañías locales que permiten a los empleados laborar desde la casa dos días por semana, muestran en promedio un 20% de incremento en la productividad”, precisa Silvia Moschini.
Midiendo el rendimiento
Por todas estas ventajas, para Jaime Soto la decisión de Yahoo fue sorprendente, “más aún cuando esta medida permitió el resurgimiento de la controversia sobre los beneficios del teletrabajo”. Y es que para el ejecutivo, la percepción de que el rendimiento (velocidad y calidad) es sacrificado cuando se trabaja desde casa “resulta por lo menos discutible y va en contraposición de las tendencias internacionales del mercado laboral actual”. Agrega que los teletrabajadores parciales -que al menos una vez a la semana realizan sus tareas desde el hogar- están creciendo en todo el mundo, y, por ejemplo en Canadá, gran parte de las 100 empresas más grandes del país otorga opciones de horarios flexibles y la tendencia va en ascenso.
Tres ejecutivos TI top que practican el teletrabajo con buenos resultados:
• Richard anson, CEO y creador de Virgin Virgin Group, quien tiene una fortuna avaluada en US$4.000 millones, es un acérrimo defensor de teletrabajo y ha posteado mensajes como. “Sinceramente, nunca he trabajado en una oficina y nunca lo haré”. bsp;
• James Hamilton, el Ingeniero estrella de , trabaja desde un bote viajando alrededor del mundo, y se comunica por e-mail con sus jefes.
• Larry Ellison, el fundador de Oracle, quien según Forbes tiene una fortuna de US$43.000 millones trabaja desde distintos lugares del mundo, como por ejemplo, desde alguna de sus islas propias en Hawaii.
La clave, explica el Presidente de ACTI, es entender que en el caso del teletrabajo, el sistema de evaluación no es igual al del trabajador tradicional, y aspectos como la puntualidad en la hora de inicio de la jornada laboral no son factores de importancia. “La evaluación debe ser realizada en función del cumplimiento de metas, las que deben ser definidas claramente en forma previa”, detalla.
Para la ejecutiva de Intuic, en tanto, “el rendimiento de los empleados se puede medir en una relación número de tareas/tiempo, es decir, aplicando al teletrabajo un sentido que se usa en cualquier empleo presencial, con la diferencia que éste puede ser tabulado de manera más sencilla y ágil, pues las cifras de los trabajos están todo el rato en línea y el tiempo que las personas están dedicando a éstos también”. Además, hay otro tipo de medición y es la de calidad: “no sólo se juzga qué tanto demora un empleado desarrollando una tarea, sino qué tan bien está hecha”, explica y agrega que “gracias al teletrabajo este segundo tipo de medición también se facilita, ya que las correcciones o apreciaciones se pueden hacer en tiempo real, evitando así desperdicio de tiempo y recursos”.
Herramientas para monitoreo en tiempo real
Las aplicaciones para controlar el desempeño en este tipo de trabajo existen. Una de las más conocidas es Transparent Business, una solución que -según aclara Jaime Soto- hace factible la creación de una empresa 100% virtual y permite realizar un completo y pormenorizado seguimiento de la actividad del trabajador al tiempo que posibilita evaluar su rendimiento. El sistema opera como una plataforma en la que el empleado se registra cada vez que debe realizar una determinada tarea, y utiliza periódicas capturas de pantalla (cada 3 minutos), de manera que el encargado de un proyecto puede tomar decisiones del rumbo que quiere dar inmediatamente haciendo cambios al instante. “Esta y otras herramientas ayudan a controlar y dinamizar los procesos de trabajo, para que de una manera poco invasiva, tanto el trabajador como el empleador, puedan llevar reportes en tiempo real de las tareas que se están realizando”, agrega Silvia Moschini. “De este modo, la persona se concentra exclusivamente en la actividad pertinente y evita posibles distracciones en línea, como las redes sociales”, agrega el directivo de ACTI.
Los expertos coinciden en que actualmente hay una gama variada de soluciones, desde videoconferencia y mensajería instantánea hasta paquetes de software específicos, que permiten monitorear el desempeño de los trabajadores y optimizar tiempos y costos. Por ejemplo, Scopia, un sistema de videoconferencia que ayuda al empleado a ser sea más eficaz, ya sea desde su escritorio, en una sala o dispositivo móvil, o sistemas como Google Drive o Dropbox para el intercambio de archivos pesados por medio de la nube.
Todas herramientas al servicio de esta tendencia en que “las empresas tienen mucho por ganar y su principal desafío es incorporar todas las ventajas de la tecnología para alcanzar sus metas corporativas. Objetivos como la flexibilidad, la gestión transparente de los recursos humanos y el incremento de la productividad son altamente compatibles con el teletrabajo. Sólo se trata de aplicar las herramientas adecuadas”, concluye Jaime Soto.
Teletrabajo en Chile
Aunque es una tendencia incipiente en el país, existen varios ejemplos de empresas donde se practica la modalidad de teletrabajo. Por ejemplo, el representante oficial en Osorno de la multinacional Adidas trabaja así; Philips es otra de las empresas que la han implementado: el 80% de sus empleados tiene la opción de trabajar desde su casa; e IBM, otro ejemplo de fomento del teletrabajo, ya que a nivel de políticas corporativas establece esta modalidad laboral como una forma eficaz de realizar las tareas diarias; además de fomentar el equilibrio entre el trabajo y la vida familiar.
