La revolución de la tecnología móvil

Hace 17 años, Internet era la última revolución para los negocios en nuestro país. Muchas empresas aún se cuestionaban la necesidad de tener una conexión a la web y no veían necesariamente su utilidad productiva. La era de las comunicaciones interactivas, masivas y en tiempo real recién comenzaba. Hoy, sin embargo, los computadores conectados a Internet nos han acostumbrado a la instantaneidad y la rapidez, y muchos negocios se basan en la capacidad de responder en forma eficiente y ágil a clientes y usuarios.

Publicado el 31 Dic 2008

Hace 17 años, Internet era la última revolución para los negocios en nuestro país. Muchas empresas aún se cuestionaban la necesidad de tener una conexión a la web y no veían necesariamente su utilidad productiva. La era de las comunicaciones interactivas, masivas y en tiempo real recién comenzaba. Hoy, sin embargo, los computadores conectados a Internet nos han acostumbrado a la instantaneidad y la rapidez, y muchos negocios se basan en la capacidad de responder en forma eficiente y ágil a clientes y usuarios.

La llegada de las tecnologías móviles ha cambiado los parámetros de la vida moderna y está modificando definitivamente la manera en que se comportan tanto las personas como las empresas y servicios.

La telefonía celular cuenta con una penetración cercana al 100% en Chile y las ventas de laptops se acercan a paso firme a las de computadores de escritorio o desktops.

Al mismo tiempo, la banda ancha móvil ha experimentado un crecimiento impresionante y ya supera, conservadoramente, las 150 mil conexiones.

Todo esto demuestra que la movilidad es la clave para los negocios, ofreciendo beneficios en la gestión, mayor productividad, reducción de costos, control de errores y mejoras en la fidelización, pero además con oportunidades para crear nuevos servicios y optimizar los actuales.

Un uso productivo

Sin embargo, no todo es positivo. Según datos del Estudio Nacional sobre Tecnologías de Información, elaborado por CETIUC, en Chile hay todavía una escasa utilización de dispositivos móviles en aplicaciones empresariales y, aunque se ha masificado el uso de smartphones entre los altos ejecutivos, la mayoría sólo los utiliza para leer correos electrónicos.

El desafío es potenciar el uso productivo de estas herramientas, aprovechándolas para co-nectar a ejecutivos y trabajadores con los sistemas empresariales de sus compañías, con tareas de monitoreo de las métricas del negocio, gestión a distancia u otras.

Es claro que el interés que despiertan las tecnologías móviles debe traspasarse a las tareas operativas de los negocios.

Ya hemos visto buenos ejemplos, como la posibilidad de hacer la declaración de renta a través del celular, idea impulsada por el Servicio de Impuestos Internos, o la implementación de herramientas inalámbricas en algunas empresas para controlar inventarios en línea y en tiempo real para conseguir un manejo más eficiente de sus recursos.

Estas herramientas deben continuar su avance hacia diferentes áreas, como el servicio al cliente, la fuerza de ventas y nuevas aplicaciones en logística y almacenamiento. Sólo así se podrá cimentar un futuro de negocios basado en nuevas tecnologías móviles.

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Redacción

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